Producto de la pandemia del COVID-19, los comercios en el Perú tuvieron que cerrar puertas y luego reabrieron poco a poco de acuerdo al plan de reactivación económica del Gobierno, la cual empezó con la fase 1 en el mes de mayo.
Dentro de los comercios afectados figura el de consumo masivo (alimentos, bebidas y abarrotes) y con ello, también se vio impactado toda la cadena logística que involucra.
Al respecto, Ángel Becerra, director gerente general de GS1 Perú, señaló a Gestión.pe que durante la cuarentena – entre marzo y junio de este año- salieron a relucir algunas debilidades que tenían las empresas de este rubro en la parte logística.
Según dijo, se observó la poca penetración de tecnología que hoy existe en la cadena logística, de manera que esta parte no pudo avanzar al mismo ritmo de la digitalización en la parte de ventas, a través del e-commerce (comercio electrónico).
“Se tienen que revisar y actualizar los procesos con tecnología para poder alcanzar la velocidad a la que está cambiado el nivel de digitalización en la parte comercial. Esa brecha hay que cerrarla, la capacidad de respuesta de la logística y esa recomposición de la venta por el impacto del comercio electrónico”, sostuvo.
Dijo, además, que los productos de consumo masivo están vinculados a la demanda interna, y ésta también se ha visto golpeada por la crisis, puesto que muchos peruanos perdieron su empleo y con ello, su capacidad adquisitiva.
“El consumo interno está vinculado al poder adquisitivo y el nivel de desempleo se ha disparado de manera tan fuerte, que eso le pega al ingreso y al consumo. Consumo mejoró en julio y agosto también muestra señales de recuperación. (…) La preocupación es que no se sostenga el nivel de recuperación o reactivación (económica)”, refirió.
Los procesos
En tal sentido, Becerra indicó que los procesos a los que se deben aplicar tecnología para fortalecer la cadena logística son en los procesos de compras o abastecimiento, la gestión de almacén del inventario y las capacidades de distribución.
Señala que de estos tres puntos, la distribución es donde más se está notando lo rezagado respecto a gestión logística, pues explica que la distribución no es lo mismo que la cadena de transporte.
Según indica, el transporte es un componente de la cadena de distribución, pero la distribución en sí misma es la capacidad de preparación del pedido, selección del producto, empaque, despacho, y finalmente la distribución física, donde ahí recién empieza a tallar el transporte.
“La distribución no es solo transporte, es el componente más fácil de resolver porque es solo la capacidad para transportar. Atrás es lo importante, la preparación del pedido, la selección del pedido, el empaque, el armado, es todo lo previo a ponerlo en la unidad de transporte y ahí es donde se ha notado más esta brecha”, dijo.
De igual manera, dijo que un tema central es la trazabilidad del producto, lo que involucra seguir cada momento, donde y cómo se está moviendo el producto.
Becerra señaló también que la mejora de los procesos utilizando tecnología deben ser estructurales, es decir, que se continúe con ese esfuerzo, aún cuando pase esta coyuntura.
“De alguna manera, en medio de la crisis siempre hay oportunidades. Creo que si miramos formas de integración entre el proveedor y el cliente, si esos cambios se consolidan, post crisis vamos a tener un sector que creo que podría haber evolucionado positivamente”, sostuvo.
Hacia el 2022
El ejecutivo señala que el crecimiento del sector logístico va de la mano con el crecimiento económico del país. De tal manera, dijo que cuando el Producto Bruto Interno (PBI) crecía a tasas de 6%, este rubro crecía a tasas de 10% o 12%.
Ante ello, al considerar que Perú registrará una contracción este año, el sector también lo hará, y cuando se recupere, el sector logístico seguirá esa línea.
Al respecto, es preciso mencionar que en el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) indicó que la economía peruana caerá 12% este año, crecerá 10% en el 2021 y para el 2022 se volverá a los niveles preCOVID.
