Mayo 02, 2020 – 03:21 p. m.
Por:
Francisco Henao Bolívar, reportero de El País
Luis Carlos Perea, el espigado zaguero nacido en Turbo (Antioquia), era hombre de mucha confianza de la dupla Francisco Maturana-Hernán Darío Gómez, en la Selección Colombia y en Atlético Nacional.
Y era de esperarse porque, además del liderazgo que tenía y de su fortaleza para ir arriba y enfrentar mano a mano a los delanteros contrarios, al ‘Coroncoro’ lo conocían bien los dos técnicos porque en esa década del 80 y parte del 90, lo tuvieron en Atlético Nacional.
Pero hubo un detalle que pocos conocen y que sucedió previo al Mundial de Italia 90.
Maturana y ‘Bolillo’ perdieron la confianza en Perea, pero no por sus condiciones, sino por una lesión de rodilla que había sufrido en la eliminatoria y que le traía problemas al corpulento zaguero antioqueño.
«Estábamos concentrados en Villa Palaviccini, en Bolonia, a pocos días de comenzar el Mundial de Italia 90. Por aquel entonces se hablaba mucho de mi, de que no iba a ser titular porque no venía bien, y la verdad es que en los partidos amistosos no estuve bien por un problema de ruptura total del menisco externo de la rodilla derecha, que había sufrido en la eliminatoria», recuerda Perea desde Miami, donde vive hace más de 15 años.
Dijo que «De ahí en adelante no tuve la recuperación necesaria, la rodilla se me inflamaba cada que entrenaba o jugaba. Cada rato me drenaban la rodilla para estar tranquilo y para que se fuera el dolor. Así estuve hasta que llegó el Mundial».
Lo que no se sabía, y no conocía también Perea, era que su presencia en el equipo titular se debatió en una habitación de Villa Palaviccini, entre el cuerpo técnico y varios de los jugadores.
«Los profes, Pacho y ‘Bollilo’, se reunieron en una habitación con el bloque defensivo del equipo, con René Higuita, ‘Chonto’ Herrera, Gildardo Gómez, Andrés Escobar, Carlos Mario Hoyos, Leonel Álvarez y ‘Barrabás’ Gómez», recuerda Perea.
Y agrega que «Tuvieron una larga reunión en la que deliberaron si yo jugaba o no. Los profes alegaban y les manifestaron a los muchachos que no me veían bien, que no podía ser titular; de hecho mandaron a llamar a Colombia a Giovanni Cassiani, que era suplente mío en Atlético Nacional. También se habló de que jugara Alexis Mendoza, que era suplente en la posición».
Dice el exdefensor de Medellín, Nacional y Junior, entre otros equipos, que los jugadores le manifestaron claramente al cuerpo técnico que él debía estar en los 11 inicialistas.
«Ese grupo defensivo ,encabezado por Higuita, le manfestó a los profes que de ninguna manera yo quedaba por fuera, que tenía que jugar así fuera en una pierna, porque yo era el líder atrás, que necesitaban el liderazgo mío y que ellos me iban a ayudar a jugar y a soportar el Mundial».
Después de ese debate, Perea señala que los jugadores que estuvieron debatiendo su titularidad con el cuerpo técnico, le dijeron lo que había sucedido.
«Ese grupo se reunió después conmigo, ellos me contaron lo que había pasado y lo que habían hablado; me dijeron que me iban a ayudar. Es que con ellos nos conocíamos muy bien porque era el mismo bloque defensivo de Nacional y habíamos jugado la eliminatoria. Me manifestaron que estaban conmigo y me preguntaron que yo qué pensaba. Les dije que estaba bien, que iba a responder y que era capaz de jugar y de hacerlos quedar bien», puntualizó.
Al final Perea jugó los cuatros partidos de Colombia en el Mundial de Italia 90: tres de primera fase ante, el triunfo 2-0 ante Emiratos Árabes, la derrota 0-1 frente a Yugoslavia, y el empate 1-1 con Alemania. Y un encuentro de octavos de final que se perdió 1-2 frente a Camerún, en Nápoles.
El defensor volvió a estar con el equipo nacional cuatro años después en la cita mundialista de USA 94.
