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La madre es una inglesa de 20 años que se arrepintió de haber cedido la tenencia del niño por 15,6 millones de dólares. El astro portugués se niega a deshacer el contrato
Nuevamente Cristiano Ronaldo inunda los titulares. En esta oportunidad no por sus logros futbolísticos, sino por la novela que lo enreda con la madre de su hijo. Desde que el futbolista anunció que sería padre, poco después de la eliminación portuguesa del mundial de fútbol, toda información se mantuvo completamente confidencial.
"La madre del bebé y yo hemos acordado, ya que ella prefiere que su identidad se mantenga confidencial, que mi hijo se quede bajo mi exclusiva tutela. No se dará más información sobre este asunto y pido a todo el mundo que se respete completamente mi derecho a la privacidad (y la del niño) al menos en temas tan personales como estos" comunicaba, vía Facebook, Ronaldo a principios de julio.
Pero el acuerdo parece haberse roto. La madre del niño es, según el periódico Sunday Mirror, una joven inglesa de 20 años, cinco menos que el padre. A pesar de mantenerse en la clandestinidad, como exige el contrato, la mujer llama regularmente a Ronaldo para convencerlo de que la deje ver al chico.
El jugador no muestra mayor interés, pero le ha advertido que si quiere encontrarse con su hijo, deberá devolver parte de los 15,6 millones de dólares que cobró de su parte. De acuerdo con las fuentes cercanas a la familia de ella, citadas por el diario, el convenio legal es muy estricto, pero ella luchará por su bebé.
La relación entre los padres duró no más de una noche en un hotel de la capital inglesa. La joven quedó embarazada y unos meses después se contactó con Ronaldo a través de su representante para darle la noticia. En ese momento elaboraron el pacto que preveía la renuncia a la tenencia y un silencio absoluto por parte de la mujer, incluso para con su propia familia, a cambio del dinero.
Durante los meses posteriores, la chica desapareció y luego de dar a luz retornó a su vida diaria alegando haber recibido beneficios inesperados. Desde entonces, se dedicó a vivir la vida de una millonaria con un consumo mensual aproximado de más de 150 mil dólares. Pero el dinero no logró romper el vínculo que la unía a su hijo y se subsumió en una fuerte depresión.
La joven se encuentra desesperada y regularmente telefonea llorando a Ronaldo. Muchas veces lo hace luego de los partidos para felicitarlo por su actuación, con la intención de generar un vínculo que le permita ver al niño.
Cristiano, por su parte, ordenó un examen de ADN inmediatamente después de nacido el niño. Una vez confirmada la paternidad y garantizarse la tenencia, buscó a alguien que estuviera dispuesto a levantarse en la madrugada para alimentarlo. Su madre, Dolores, de 55 años y sus hermanas Elma y Liliana Cátia, tomaron la responsabilidad.
La novela recién empieza y promete polémica. Los padres deberán ponerse de acuerdo para que se respeten no solamente los derechos propios, sino también los del niño.
