La amplia mayoría obtenida por el partido UNIR del presidente Faure Gnassingbe se produce tras la aprobación de controvertidas reformas constitucionales por parte del Parlamento saliente que podrían extender su gobierno de 19 años.
La nueva carta adoptada en marzo también introdujo un sistema parlamentario de gobierno, lo que significa que el Presidente será elegido por el Parlamento en lugar de por sufragio universal.
Los partidos de oposición esperaban obtener escaños en la votación del 29 de abril para poder desafiar al partido UNIR después de que boicotearon las últimas elecciones legislativas y lo dejaron efectivamente en control del Parlamento.
Las elecciones se retrasaron dos veces debido a la reacción de algunos partidos de oposición que calificaron los cambios constitucionales como una maniobra para permitir a Gnassingbe gobernar de por vida.
Las enmiendas constitucionales aprobadas por unanimidad en una segunda votación parlamentaria a principios de abril acortaron los mandatos presidenciales de cinco a cuatro años, con un límite de dos mandatos.
Esto no tiene en cuenta el tiempo que ya lleva en el cargo, lo que podría permitir a Gnassingbé permanecer en el poder hasta 2033 si es reelegido cuando su mandato expire en 2025.
