A 2050, el Gobierno y la Unidad de Planeación Minero Energética (Upme) esperan erradicar el consumo de leña y otros energéticos contaminantes de las cocinas del país. Para esto, la Unidad presentó el Plan Nacional de Sustitución de Leña, que propone el uso de electricidad, GLP, gas por redes y biogás para eliminar el uso de energéticos contaminantes y con efectos secundarios en la salud y el medio ambiente.
El documento estima que el costo total a 2050 sería de $1,19 billones para otorgar kits en los hogares donde se usen materiales contaminantes; a esto se suman otros $7,04 billones de inversión para la infraestructura (gasoductos, transmisión de energía, biodigestores). Es decir, el costo agregado de este plan sería de $8,23 billones.
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Se estima que en Colombia hay 1,38 millones de hogares que aún usan leña, desechos, carbón o basura para cocinar y son estos los que se busca convertir a combustibles más eficientes y menos contaminantes.
Si bien Colombia es uno de los países de la región con una mayor cobertura de gas natural por redes, al llegar a 67 % de las familias, el reto radica en aquellas regiones muy alejadas, con poblaciones muy dispersas que dificultan la llegada de redes.
Las zonas con mayor concentración de hogares, en número, son La Guajira, Córdoba, Boyacá, Cauca y Nariño. De acuerdo con el Plan presentado por la Upme, en estos departamentos, hay entre 90.000 y 200.000 hogares que deben hacer cambio de combustible para cocinar.
Sin embargo, al revisar por porcentajes de población se encuentra que Vichada, Guainía y Vaupés son los que tienen una mayor parte de sus hogares (entre 60% y 80%) cocinan con leña, carbón y desechos; seguidos por Amazonas y La Guajira con entre 40% y 60% de los usuarios.
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La propuesta del Gobierno es que a 2026 se haga el recambio en 159.000 familias, es decir, durante este mandato de Gustavo Petro. Una segunda fase propone que otros 381.000 usuarios cambien de combustible para el siguiente cuatrienio (2030). Por último, entre 2030 y 2050 las restantes 836.000 familias harán este tránsito.
Durante las diferentes etapas, cada energético tendrá un papel diferente. En las tres los más relevantes serán el gas licuado de petróleo (GLP) en cilindros y gas natural y GLP por redes.
Alejandro Martínez, presidente de Gasnova, gremio de los distribuidores de GLP por cilindros, explicó que “para este cuatrienio, el 76% de la meta de familias deberán sustituir con GLP el uso de la leña porque es el energético que presenta las mejores ventajas. De hecho, para 2050 el 40% de las familias que consumen leña, utilizarán este energético”.
La razón por la que esta será la primera alternativa es que se puede transportar de forma segura a zonas alejadas y de difícil acceso.
Gas natural
Martínez señala que ya hay una red logística que permite llegar con este combustible a 95% de los municipios del país, con lo que es una herramienta que puede usarse de inmediato, a diferencia de la electricidad, el gas por red o el biogás que necesitan de una infraestructura para funcionar.
El documento de la Upme plantea una serie de componentes en el costo de este Plan. Los dos primeros componentes se relacionan con los kits (estufas, conexiones, medidores, costo de instalación), así como la infraestructura que se debe construir (redes eléctricas, gasoductos, biodigestores). El costo agregado de estos dos componentes costaría $8,23 billones a 2050.
No obstante, el Plan incluye también tres escenarios de subsidios a los hogares que usen estos energéticos limpios.
El primero de ellos contempla subsidios al gas, así como la energía eléctrica desde 2023 hasta 2050, basados en una serie de supuestos de precio y consumo mínimo, que arrojan una necesidad de destinación de $14,46 billones.
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El segundo considera que el otorgamiento de los subsidios se realizaría hasta el año 2030, cuyo costo sería de $930.000 millones. Por último, se proponen subsidios hasta 2030, pero para el caso del GLP por cilindro, se toma como precio base para el cálculo el promedio de los valores vigentes para el kilogramo de GLP distribuido por cilindros durante el año 2022 para los seis departamentos beneficiados con el Programa Piloto. Este último costaría $845.000 millones.
Estas estimaciones señalan que su cumplimiento para este cuatrienio en términos de $21.754 millones anuales.
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Los recursos provendrán del Presupuesto General de la Nación al proyecto de infraestructura de GLP por red y el Fondo Especial Cuota de Fomento, para subsidiar, financiar o cofinanciar la conexión de cada usuario, como se establece en la Ley 2128 de 2021.
Los beneficios son varios, de acuerdo con Luz Stella Murgas, presidente de Naturgas, principalmente en la mejora de la calidad de vida y la salud, por lo que la sustitución de combustibles altamente contaminantes permitiría mejorar las condiciones de pobreza, especialmente en las zonas más alejadas del país.
DANIELA MORALES SOLER
Periodista Portafolio
