Home Deportes Final Champions League: PSG vs Bayer Múnich alineaciones, previo estadísticas – Fútbol Internacional – Deportes

Final Champions League: PSG vs Bayer Múnich alineaciones, previo estadísticas – Fútbol Internacional – Deportes

por Redacción BL
0 comentario
Final Champions League: PSG vs Bayer Múnich alineaciones, previo estadísticas - Fútbol Internacional - Deportes


La musiquita de la Champions ya suena en la cabeza. Esa voz melodiosa que cada año clama fútbol y goles detrás de los violines. La voz grita Champions, y los pelos ya se erizan. Los corazones brincan. Los cuerpos se ponen fríos y trémulos. Las cosquillas nacen en la panza. La tropa alemana desfila; la resistencia parisina avanza. Son la tribu de Lewandowski, son la tribu de Neymar, son el Bayern Múnich, son el Paris Saint-Germain. La musiquita suena, ya viene la final.

Es la final de la Champions, la que hace unos meses no parecía que se iba a jugar, la que añoraban los sedientos futboleros, la de la pandemia, la final sin público, la de los ecos que retumbarán en las solitarias gradas, como de fantasmas sin cuarentena, la final que iba a ser en Estambul y se desplazó a Lisboa, la final que cada año paraliza el mundo, sin exagerar, aunque vale la pena exagerar, entonces es la final que paraliza el universo.

(Le puede interesar: Sondeo: ¿Quién cree que será el campeón de la Champions League?)

No es un partido común. No es una final de esas que se miran con resignación o desidia. No. Estos finalistas atraen. La máquina alemana que mete miedo con su ejército demoledor, con ese tronar de botas sobre el césped. Y el PSG que no se atrinchera, sino que pone el pecho valiente, y bien adelante, en la primera línea, para resistir y agredir.
PSG sufrió más para llegar a este partido. Es menos favorito. Pero en esos instantes de sufrimiento, como en el epílogo del juego contra Atalanta de cuartos, sacó a relucir todo su coraje y su eficacia. Demostró que ese equipo no muere hasta que muere, y no llega muerto a la final. Ni siquiera agoniza. Su vitalidad es su principal arma. Es un equipo que si encuentra inspirados a sus artistas, hace pintura.

(También lea: Neymar contra Lewandowski, duelo por la supremacía en la Champions)

Bayern Múnich es más favorito. Ha sido aplastante, acribillando a balonazos a sus rivales. Con el sello indeleble de meterle ocho goles al Barcelona y hacerlo ver como equipo de jardín. Después de esa faena nadie se le quiere parar enfrente. Es un riesgo que asumirá el PSG, que tendrá que jugar el partido perfecto para no sufrir una masacre. Bayern es de esos equipos a los que, incluso teniendo un mal partido, les bastará un espacio para anotar. Y cuando anota se coge confianza y no se detiene y se vuelve demoledor y pobres de sus rivales si eso pasa.

Goles y magia

Esta vez no están ni Messi ni Ronaldo, pero los que están invitan al espectáculo. ¿Acaso quién más veloz e intrépido que Mbappé? ¿Quién más irreverente y atrevido que Neymar? ¿Quién más inspirado que Di María cuando está inspirado? ¿Quién más impetuoso que Thiago Silva? Y del otro lado, ¿quién más certero que Lewandowski? ¿Quién más experimentado que Müller? ¿Quién más imbatible que Neuer? ¿Quién más explosivo que Kimmich?

Y si hay que hablar de superfiguras, pues hay dos: Lewandowski y Neymar. Lewandowski, goleador del Bayern. Él, polaco, de 32 años. Él, 34 goles en el año en la Bundesliga, 15 en la Liga de Campeones y a dos del récord de Cristiano Ronaldo en 2015. Él, demoledor en ataque. Él, sereno para vivir y para definir. Él, capaz de meter una pelota por una rendija, capaz de definir de espaldas o con los ojos cerrados. Él, siempre oportuno, en el lugar adecuado. Él, candidato al Balón de Oro que ya no se celebrará esta temporada. Él, el cañón largo del Bayern Múnich.

De Lewandowski poco se habla acerca de su vida privada. Sí de sus goles. De ellos vive para jugar. “Come, duerme y se entrena pensando siempre en su profesión”, lo describió alguna vez Pep Guardiola.

Come, duerme y se entrena pensando siempre en su
profesión

(Le recomendamos: Xi Jinping, el hombre clave para que Inter pueda fichar a Messi)

Neymar es de otra estirpe. Él, brasileño, de 28 años. Él, estrella, crac, astro, artista del balón. Él, bailarín del césped, acróbata de la pelota. Él, extrovertido y mediático. Él, a veces empalagoso con el balón, a veces tan frágil o aparentemente frágil, a veces tan provocador. Pero él, experto en inventar un amague, capaz de romper una defensa con un quiebre de cintura, capacitado para hacer goles elegantes, como si le pusiera sombrero y corbatín a la pelota. Él, criticado y polémico. Él, imán de odios y envidias. El, tan él. Tan Neymar. Él, el alma del PSG.

“Dos años seguidos con lesiones en momentos claves, importantes para mí y nuestro equipo. Hoy estoy entero, sin lesiones, capaz de ayudar a mis compañeros de la mejor forma posible. Estoy demasiado feliz, muy feliz”, dijo Neymar en sus redes.

Y si Lewandowski se nutre del todoterreno Müller para hacer estragos en el área, Neymar lo hace de Mbappé, su complemento ideal, pareja explosiva, dúo dinámico. Y si por ahí Di María amanece con ganas de jugar, como en la semifinal contra Leipzig, serán los tres mosqueteros, capaces de hacer caños, tacos y goles, y de agrietar cualquier muro, por más alemán que sea.

Camino a la final

La Liga de campeones es la obsesión de cualquiera, pero en el caso del Bayern Múnich es casi una obligación. Siempre es favorito, siempre luce poderoso. La ha ganado cinco veces, pero desde el 2013 no la ha podido coronar. Se la ha pasado los últimos años a la sombra del Real Madrid. Por eso, este puede ser su desquite.

En esta ocasión ha sido gran favorito, aunque hace menos de un año su situación no era tan cómoda como ahora. El club vivió momentos de tensión con la salida del técnico Niko Kovac. Fue cuando su ayudante, Hans Flick, fue elegido como responsable para desencallar el tanque. Los resultados acompañaron a Flick. El Bayern se repuso, ganó la Bundesliga, otra vez, y la Copa alemana, otra vez. Entonces se lanzó de lleno para conquistar la Champions. Hoy es un equipo renovado que conserva símbolos, pero que tiene nueva sangre, como Gnabry, como Kimmich, como Davies.

(Está bien leer para usted: DT del Bayern no le teme a la velocidad del PSG: su plan para vencerla)

“Nos alegramos mucho de estar en esta final. La diferencia con respecto a 2013 (año del último título) es que el grupo ahora es más grande. Ahora es un grupo fantástico, también tenemos un buen ambiente”, dijo el histórico arquero Neuer.

El fútbol del Bayern es un fútbol implacable. Es un juego que no prioriza la belleza sino la letalidad. Pero para llegar a sus fines juega con mucha precisión y agresividad. Sus jugadores son muy aplicados en sus movimientos. El Bayern aprovechó que la Liga alemana se reanudó primero que todas, así que tiene más juegos acumulados, quizá más desgaste, pero también llega mejor engranado. Hizo 100 goles en la temporada de la Bundesliga. Es una máquina.

Lo del PSG ha sido más luchado. Empezando por que la liga francesa fue de las pocas de Europa que no se reanudaron por la pandemia. PSG fue declarado campeón. Luego ganó la Copa de Francia y la Copa de la Liga. En Francia manda, pero está diseñado para conquistar Europa, es el deseo de los dueños cataríes desde que adquirieron el club en 2011. Aunque el verdadero proyecto se sitúa en 2017, cuando ficharon a Neymar por 222 millones de euros. Su juego es de velocidad, talento y mucha inspiración.

Llegó la final. París arde. Múnich se agita. El mundo (el universo) se detiene, y los corazones brincan. PSG ruge, Bayern truena. La codiciada Orejona brilla, y la musiquita de la Champions ya suena.

PABLO ROMERO
Redactor de EL TIEMPO
En Twitter: @PabloRomeroET

Fuente de la Noticia

También te puede interesar

Deje un comentario

Noticias de Buenaventura y el mundo

2024 – All Right Reserved. [email protected]