Las autoridades griegas han ordenado esta noche la suspensión del servicio de mensajería aérea al extranjero durante 48 horas, tras la nueva oleada de cinco paquetes bomba enviados este martes a distintas embajadas en Atenas. Dos de ellos llegaron a estallar, uno en la legación suiza y el otro en la rusa, sin causar heridos. Otros dos, recibidos por las de Bulgaria y Chile, fueron detonados por la policía, mientras que el quinto, dirigido a la Embajada alemana, fue interceptado en una empresa de mensajería.
Interceptado en Grecia un paquete bomba dirigido a Nicolas Sarkozy
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Además, otros dos paquetes sospechosos fueron detonados a última hora de la tarde en el aeropuerto de Atenas. Tenían como destinatarios la Europol y una oficina de la Unión Europea en Bruselas. Y un último fue localizado horas después en un vuelo que había partido desde la capital griega rumbo a París, y que fue forzado a aterrizar en la localidad italiana de Bolonia después de la detección de un posible artefacto. La policía griega descarta que estos envíos tengan relación con Al Qaeda y apunta a grupos antisistema y de extrema izquierda.
La primera alerta saltó el lunes con una remesa de cuatro paquetes bomba similares, uno de ellos dirigido contra el presidente francés, Nicolas Sarkozy, sembrara otra alerta en Atenas. Uno de ellos, destinado a la Embajada de México, estalló en la sede de la empresa de mensajería Swiss Mail y causó quemaduras leves a una empleada. Poco después, dos hombres eran detenidos portando otros dos paquetes, destinados al presidente francés, Nicolas Sarkozy, y la embajada de Bélgica. Finalmente fue detectado otro, dirigido a la embajada de Holanda, en una empresa de mensajería.
Este martes, la alarma saltó cuando se produjo la primera explosión, en la Embajada de Suiza. Los empleados detectaron un paquete sospechoso con objetos metálicos en la entrada del recinto e intentaron abrirlo en el patio. El paquete estalló y emitió una "pequeña llamarada" que no causó heridos, según explicó Georg Farago, portavoz del ministerio de Exteriores suizo. Un hombre fue detenido poco después en las inmediaciones de la sede diplomática.
Horas después estallaba otro artefacto en la Embajada de Rusia, sin causar víctimas. La policía, alertada de la presencia de un objeto sospechoso, iba de camino a la legación cuando explotó el paquete. Poco antes, la Embajada de Bulgaria era escenario de un incidente similar al de la suiza. En este caso, los empleados alertaron a la policía después de que el escáner revelara que había metal en un paquete cuyo remitente negaba haber enviado. Los agentes lo detonaron de forma controlada.
En otro incidente, los artificieros detonaron un paquete sospechoso dirigido a la embajada de Chile. Un empleado de la empresa de correos que lo transportaba fue el que alertó a la policía. Finalmente, la Embajada alemana fue la destinataria de un quinto paquete, sin remitente, detonado por los artificieros en el edificio de una empresa de mensajería.
Amenaza a Merkel
Mientras, en Alemania la policía desactivaba en Berlín un paquete explosivo dirigido a la canciller Angela Merkel, que no estaba en el edificio, ya que se encuentra de visita en Bélgica, informa Juan Gómez. La pequeña bomba, que no causó heridos, estaba compuesta de pólvora y de un dispositivo para su detonación, disimulados en un envío postal del tamaño de un maletín. Tras su recepción a la una de la tarde en el servicio de correos de la sede del Gobierno alemán, que no tuvo que ser desalojado, el explosivo fue detectado en los controles rutinarios de seguridad.
"En los controles ordinarios de los envíos postales fue detectado un paquete de características sospechosas. El paquete contenía posiblemente material explosivo", informó en un comunicado Steffen Seibert, portavoz de la Cancillería germana. En su remitente, aparecía citado el Ministerio de Economía de Grecia, un extremo cuya autenticidad no se ha comprobado. Fuentes policiales citadas por medios alemanes han asegurado que, teniendo en cuenta la cantidad de material supuestamente explosivo, podría tratarse de una advertencia más que de un intento serio de causar graves daños en el edificio.
