El estado de ‘cuidados intensivos’ en que se encuentra la salud en 10 municipios de la Costa Pacífica de Nariño, podría desencadenar en una inusitada emergencia social y humanitaria por cuenta del coronavirus en las próximas semanas.
El estado de ‘cuidados intensivos’ en que se encuentra la salud en diez municipios de la costa Pacífica de Nariño podría desencadenar en una inusitada emergencia social y humanitaria por cuenta del coronavirus en las próximas semanas.
El crudo diagnóstico fue presentado al presidente Iván Duque por la Red de Derechos Humanos del Pacífico Nariñense y la Corporación Sociojurídico Orlando Fals Borda, en la que le hacen un angustioso llamado para que atienda la crisis de derechos humanos.
En una carta al mandatario nacional dichas organizaciones muestran su gran preocupación por la “precariedad del sistema de salud que tiene hoy Nariño”, y urgen dotar de personal médico y asistencial suficiente a los 10 municipios de la costa Pacífica de Nariño para evitar muertes selectivas por el coronavirus.
También señalaron la perentoria necesidad de dotar de equipos e instrumentos a la red hospitalaria, al igual que sea ampliada la cantidad de camas en la Unidad de Cuidados Intensivos, UCI, al igual que se garanticen elementos de protección personal y equipo biomédico.
Advirtieron que en el caso de Tumaco ahora solo cuenta con dos hospitales, “uno de primer nivel en situación crítica, y otro de segundo nivel que se encuentra en liquidación y que cubre 11 municipios de la Costa Pacífica nariñense”.
“Exigimos que se habiliten espacios con el fin de atender a los posibles contagiados por el coronavirus”, reiteran y con el objeto de mitigar el riesgo en la zona fronteriza piden se entreguen con prontitud las muestras para el diagnóstico del covid – 19.
Además de lo anterior denuncian que en medio de la pandemia se están adelantando acciones de erradicación forzada de cultivos de uso ilícito por parte de la Fuerza Pública, sin respetar los derechos de las comunidades afros, indígenas y campesinas en la región.
La Corporación Manos Visibles presentó un panorama aún más desolador de cara al contexto de pandemia y en virtud del rezago histórico de la región, lo que se evidencia en las notorias necesidades estructurales tanto en materia de agua potable, como en conectividad e infraestructura hospitalaria.
En la entidad indicaron que el puerto de Tumaco no cuenta siquiera con una sala de cuidados intensivos, así como tampoco con laboratorios especializados para realizar toma de muestras y lo que es peor están agotados los insumos para el personal médico y de enfermeras como tapabocas, alcohol y gel antibacterial.
“La situación es crítica y requiere medidas de choque”, informaron en la entidad en su dramático informe.
A su vez, la Asociación de Municipios de la Costa Pacífica de Nariño en vista de que la mayoría de los pobladores del extenso territorio solo dependen de la conectividad fluvial y marítima para su abastecimiento de medicamentos, víveres y combustibles, le pide al gobernador de Nariño, Jhon Rojas, con carácter de urgencia poner a disposición de las comunidades ambulancias fluviales que permitan atender con rapidez a los pacientes y además el suministro de las pruebas para el control del virus y el abastecimiento de los productos de primera necesidad.
En Tumaco, el municipio al que convergen las restantes localidades del litoral nariñense, el médico general Mario Torres entregó un testimonio revelador frente a la realidad que vive: “hoy tengo mucho miedo de llegar a casa porque a pesar de cuidarme, lavarme las manos y tomar todas las precauciones necesarias siento miedo por mi madre, mi esposa y mis hermanos”.
En medio del plan de contingencia que adelantan las autoridades en Tumaco, su alcaldesa, María Emilsen Angulo, sigue buscando contra el tiempo y las circunstancias adversas los lugares que puedan servir como zonas de expansión.
Uno de los lugares identificados es Castillo Azul, un motel que será habilitado ante una eventual emergencia y en donde se espera brindar atención a unos 50 enfermos.
Otro es la Unidad Pediátrica del Sur que será tomada en arrendamiento por la alcaldía para ponerla a disposición de los pacientes con coronavirus.
Lo propio sucede con las antiguas instalaciones de Caprecom, donde se aspira adecuarla en un tiempo récord para ponerla al servicio de la comunidad durante la emergencia.
“Vamos a seguir en la tarea de buscar nuevos lugares para atender cualquier eventualidad”, subrayó la funcionaria.
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