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JEP dicta medidas sobre restos humanos de laboratorio en Medellín

por Redacción BL
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JEP dicta medidas sobre restos humanos de laboratorio en Medellín

Acened Higuita y su esposo se preguntan a dónde fueron a parar los restos de sus abuelas, que estaban sepultados hace más de dos décadas, en el cementerio de Barbacoas, antiguo corregimiento de Peque (Antioquia). Hoy, no saben de su paradero, luego de que fueran exhumados en medio del traslado que se hizo del camposanto por la inundación del lugar con aguas de la represa de Hidroituango.

Allí también estaban varios tíos maternos de Higuita y otras personas conocidas de la comunidad.

“A mi familia no le informaron a tiempo sobre la reubicación de los cuerpos del cementerio. En octubre del año pasado le llegó a mi esposo una carta donde informaban que se había hecho el levantamiento de los cuerpos, pero la diligencia había sido en agosto, o sea, nos enteramos dos meses después”, indicó la mujer, quien añadió que, así las cosas, no saben con certeza dónde están los huesos de sus seres queridos.

Los otros dos cementerios cuyos restos también tuvieron que ser trasladados por la inundación para el proyecto hidroeléctrico fueron los de Orobajo, en Sabalarga, y La Fortuna, en Buriticá.

Aunque Higuita y su esposo no saben si es cierto, les han informado que los cuerpos de los tres sitios fueron enviados al Laboratorio de Osteología Antropológica de la Universidad de Antioquia, con sede en Medellín, lugar en el que son custodiados y protegidos para que luego se pudieran trasladar a nuevos cementerios.

En octubre del año pasado le llegó a mi esposo una carta donde informaban que se había hecho el levantamiento de los cuerpos, pero la diligencia había sido en agosto

Agustín Vélez Upegui, jefe del Departamento Jurídico de la Universidad de Antioquia, explicó que este es un laboratorio de formación académica, donde los estudiantes realizan actividades de valoración de huesos, como mediciones métricas y de peso.

En el caso de los restos que llegaron de zona de influencia de Hidroituango, se trató de un convenio firmado con EPM para apoyar la reubicación de los cementerios.

“Eran unos cuerpos que ya estaban identificados, se sabía a cuáles comunidades pertenecían y quiénes estaban ahí, y por eso se procedió a hacer los traslados de los cementerios”, manifestó el jefe jurídico, quien añadió que tenerlos en el laboratorio es un asunto temporal porque EPM les dijo que estaba próximo a hacer la titulación y la entrega de tierras para que la comunidad pueda tener un nuevo cementerio.

Sin embargo, el tema no fue tan sencillo como parecía. Diana Giraldo, integrante de Comunidades Setaa’s (Sembradoras de Territorios, Aguas y Autonomías afectadas por Hidroituango y articuladas al Movimiento Colombiano Ríos), explicó que al traslado de los restos de los tres cementerios se suma que en el cañón del río Cauca también se presume que hubo exhumaciones en fosas comunes con cuerpos de víctimas de desaparición forzada, en zona que también fue inundada por causa de Hidroituango y que, por eso, podrían estar mezclados con los de Orobajo, La Fortuna y Barbacoas.

En este contexto, víctimas de la zona solicitaron que se verificara si en este laboratorio también había restos de desaparecidos exhumados.

En audiencia sobre Hidroituango, realizada por la JEP en octubre, las víctimas pidieron las medidas cautelares.

Entonces, la Sección de Primera Instancia para Casos de Ausencia de Reconocimiento de Verdad y Responsabilidad de la JEP decretó medida cautelar de protección sobre algunos cuerpos custodiados en dicho laboratorio, lo que llevó al sellamiento temporal de una parte del lugar, a la que solo está ingresando personal de la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP (UIA), la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) y el Instituto de Medicina Legal.

Esta decisión de la JEP se dio para responder a la solicitud que el grupo de víctimas hizo en agosto de 2018. La entidad ordenó inspecciones al laboratorio, en una audiencia sobre Hidroituango llevada a cabo en Medellín el 8 y 9 de octubre.

La primera inspección se cumplió el 29 de octubre y se “encontró que el laboratorio no tiene una clasificación, registro y organización documental adecuada de los cuerpos que allí han sido trasladados. La JEP solo encontró clasificados restos que parecían provenir del cementerio de Orobajo (de Sabanalarga) y no los cuerpos procedentes de los cementerios de Barbacoas (Peque) y La Fortuna (Buriticá)”.

Según la JEP, uno de los hallazgos fue que entre los restos que, al parecer, provienen de Orobajo había varias cajas contenedoras de cuerpos esqueletizados con el rótulo de ‘Dispersos’.

“Cajas que contienen partes de cuerpos que corresponden a varios individuos, pero sin que exista registro alguno con nivel de certeza, del número de individuos a los cuales pertenecían”, informó la entidad.

Asimismo, se determinó que en el sitio había huesos que estaban antes en el cementerio Universal de Medellín, camposanto sobre el que se espera también dictar medidas cautelares, pues podría haber víctimas de desaparición forzada de la comuna 13.

Así las cosas, la JEP ordenó una segunda inspección el 30 de octubre en el laboratorio y estableció que el 23 por ciento de los cuerpos provenientes del Universal “son de personas cuya muerte, posiblemente, fue por lesiones de causa externa, en forma violenta”.

Cementerio Universal

Sobre el cementerio Universal se espera también dictar medidas cautelares, pues podría haber víctimas de desaparición forzada de la comuna 13.

Foto:

Jaiver Nieto / Archivo EL TIEMPO

Entonces, la medida cautelar de los cuerpos que hay en el laboratorio es sobre los de los cementerios Orobajo, La Fortuna, Barbacoas, el Universal y cualquier información que repose allí sobre ellos.

Además del cierre temporal de un sector del lugar, se ordenó al Grupo de Apoyo Técnico Forense de la Unidad de Investigación y Acusación de la JEP (UIA) hacer un inventario general de los restos hallados en este laboratorio y un plan para organizar los que no estén identificados y puedan pertenecer a víctimas del conflicto armado.

‘Cuerpos estaban bajo cuidado en laboratorio’

Al respecto, Vélez indicó que la U. de A. siempre ha estado en la disposición de cuidar los restos que les encomendaron proteger y que el cierre temporal se determinó por 45 días, desde el 5 de noviembre, con posibilidades de prorrogarlo por 45 días más.

Agregó el funcionario que inicialmente hubo una confusión porque en el laboratorio no se hacen análisis de tipo forense, sino antropológico y que la disposición de los restos que recibieron respondió a todos los trámites correspondientes a esta área.

Sobre los restos del cementerio Universal, agregó que se trata de un convenio con el Municipio para hacerles “una revisión específica solicitada”, pero que no puede entrar en detalles por condiciones de confidencialidad del contrato, que solo se pueden levantar a la JEP.

EL TIEMPO interrogó a la Alcaldía de Medellín y, a través de su Secretaría de Inclusión, respondió que se trata de un convenio interadministrativo y de cooperación suscrito en junio de 2018 y que tiene como objeto entregar, a favor de la Universidad “a título de préstamo de uso científico”, 200 esqueletos completos de diversas edades y género, que fueron exhumaos por vencimiento del plazo legal de inhumación en el cementerio Universal y que no fueron retirados o reclamados por sus familiares.

Eran unos cuerpos que ya estaban identificados, se sabía a cuáles comunidades pertenecían y quiénes estaban ahí, y por eso se procedió a hacer los traslados de los cementerios

La administración municipal aclaró que este convenio se dio con base en el decreto municipal 1167 de noviembre 29 de 1999, época en la cual no existía regulación sobre custodia de cuerpos sin identificar.

Por ello, la Alcaldía entregó los cuerpos a la academia con fines investigativos, por un tiempo de cinco años, con posibilidad de prórroga por otros cinco años, salvo que alguna de las partes comunique su intención de no continuar el convenio.

Entre tanto, Vélez también dijo que nunca les informaron que entre los restos recibidos pudiera haber víctimas de desaparición. En el caso de los cementerios inundados, expresó que las mismas comunidades sabían cuáles familiares estaban allí enterrados desde hace mucho tiempo y que no dieron cuenta de que había personas sin identificar por ser víctimas de la violencia.

Por su lado, Higuita y su familia esperan que les confirmen si los huesos de sus seres queridos están en el laboratorio de la universidad para determinar cuál es el sitio en el que los volverían a sepultar y tener un lugar dónde rendir homenaje a su memoria.

Giraldo puntualizó que esta es la hora en la que no saben si en la universidad hay desaparecidos, pero que podría ser así porque en el cañón del Cauca se hicieron algunas exhumaciones en fosas comunes. Por ello, esperan que la JEP logre confirmarlo y, sí es así, identificar los restos y entregarlos a las familias.

HEIDI TAMAYO ORTIZ
EL TIEMPO

Fuente de la Noticia

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