Un cohete Gran Marcha 5, que transporta la sonda lunar de la misión Chang’e-6, despega mientras llueve en el Centro de Lanzamiento Espacial de Wenchang en la provincia de Hainan, en el sur de China, el 3 de mayo de 2024.
Héctor Retamal | afp | Getty Images
China lanzó el viernes una sonda espacial para recolectar muestras de la cara oculta de la Luna en una misión que ha sido catalogada como «sin precedentes» a medida que se intensifica la carrera espacial global.
Un cohete no tripulado que transportaba la sonda lunar Chang’e-6 despegó del Centro de Lanzamiento Espacial de Wenchang en la provincia de Hainan justo antes de las 5:30 pm hora local, dando inicio a la misión planificada de 53 días.
La expedición tiene como objetivo devolver alrededor de 5 libras de muestras lunares a la Tierra para su análisis. Si tienen éxito, los científicos esperan que los hallazgos puedan revelar nueva información sobre los orígenes de la luna.
«Recoger y devolver muestras de la cara oculta de la Luna es una hazaña sin precedentes», dijo Wu Weiren, diseñador jefe del programa de exploración lunar de China, según la agencia estatal de noticias china. Xinhua.
«Actualmente los científicos saben muy poco sobre la cara oculta de la Luna. Si la misión Chang’e-6 puede lograr su objetivo, proporcionará a los científicos la primera evidencia directa para comprender el entorno y la composición material de la cara oculta de la Luna, que es de gran importancia», añadió.
El lanzamiento marca un importante paso adelante en las ambiciones de exploración espacial de China mientras busca competir con otras potencias globales, incluido Estados Unidos.
Beijing también ha declarado que quiere llevar astronautas chinos a la luna para 2030, además de enviar sondas a Marte y Júpiter.
El espacio se está convirtiendo en una nueva frontera geopolítica a medida que las naciones rivales buscan expandir su influencia y acceder a suministros muy buscados de metales y minerales críticos.
El jefe del Comando Espacial de Estados Unidos, el general Stephen Whiting, dijo la semana pasada que el desarrollo espacial de Beijing avanzaba a «velocidad impresionante» y que el país mostraba una «clara intención» de proyectar su poder en órbita.
