La crisis de corrupción y las fallas en el acueducto, aún son una constante en el municipio.
Hace más de un año la partera tradicional y líder comunitaria, Rosmilda Quiñones, coreó en compañía de las miles de personas que se tomaron las calles de Buenaventura que “¡el pueblo no se rinde carajo!”.
Ese canto que se convirtió en el himno de un movimiento ciudadano que paralizó por más de 22 días las actividades del Distrito por el que transita el 49 por ciento de las importaciones del país, aún se escucha en las esquinas, pues, aseguran los habitantes del puerto, muy poco ha cambiado a pesar de los acuerdos.
“El pueblo se revolucionó porque quiere ver a una Buenaventura diferente, donde no se roben las cosas, sin corrupción, con educación y acceso a oportunidades. Lastimosamente, poco de eso hemos conseguido en el último año”, comenta Rosmilda mientras camina por los calurosos pasillos de la sede de la Asociación de Parteras Unidas del Pacifico, Asoparupa.
El pueblo se revolucionó porque quiere ver a una Buenaventura diferente, donde no se roben las cosas, sin corrupción, con educación y acceso a oportunidades.
La percepción negativa sobre la situación actual del municipio, a más de un año de haber firmado los acuerdos que pusieron fin al paro cívico, tendría varios motivos.
La captura en abril pasado del alcalde Eliécer Arboleda y de otros 8 funcionarios del Distrito por presuntas irregularidades en la contratación de las obras del Hospital Luis Ablanque de la Plata y los históricos problemas en el sistema de acueducto que mantiene sin agua a gran parte de la población, serían algunos de los responsables del pesimismo colectivo.
“Es una vergüenza que el Gobierno municipal sea así de corrupto. Vivimos en una incertidumbre constante, un día tenemos alcalde y al dia siguiente lo capturan”, comenta Rosmilda.
A estos hechos se le añade que según Víctor Vidal, líder del Comité del Paro Cívico y miembro de la mesa que vigila la ejecución de los acuerdos, tras un año de trabajo el balance general no es bueno porque no se ha podido materializar la mayoría de lo pactado “debido a la burocracia y a que gran parte de los consensos requieren la aprobación de autoridades gubernamentales y locales”.
Vidal aclaró que por ahora solo se ha podido avanzar en elementos como el mejoramiento del acueducto y en la recuperación de escuelas y vías municipales. También manifestó que por ahora “el resto de temas apenas se encuentra en la formulación de los proyectos”.
Tras el levantamiento de las protestas en junio del año pasado, los miembros de la mesa compuesta por líderes del paro y representantes de Gobierno Nacional y Departamental acordaron la creación de un Fondo Autónomo que contará con una inversión de 1,5 billones de pesos para la ejecución de obras estratégicas en servicios públicos, vivienda, salud y educación. Esos fondos sólo podrán ser usados cuando los proyectos sean formulados y aprobados.
El Plan Maestro de Acueducto y Alcantarillado que demandará 350.000 millones de pesos en un término de 10 años; la Ciudadela Hospitalaria en la que se invertirán 183.000 millones de pesos; la Unidad de Cuidados Intensivos que demandará 12.500 millones, y el acueducto rural con una inversión de 25.000 millones, son algunas de las obras priorizadas.
Hace dos semanas, tras una reunión del viceministro de Agua y Saneamiento Básico, José Luis Acero, con funcionarios de la Sociedad de Acueducto y Alcantarillado de Buenaventura e Hidropacífico, el Estado reiteró su compromiso para buscar soluciones óptimas al respecto y así mejorar las condiciones del servicio de agua potable en la ciudad.
No obstante, Vidal manifiesta que por ahora solo se está trabajando en acondicionar lo que existe para liberar el servicio de agua en otras zonas del Distrito y que el servicio sigue sin llegar las 24 horas a gran parte de la población.
Luz Amanda Pulido, directora ejecutiva del Fondo para el Desarrollo del Plan Todos Somos Pazcífico, el cual invertirá recursos que permitan agilizar la ejecución de proyectos de acueducto y alcantarillado, afirma por su parte que por ahora es necesario la creación de un Plan de Gestión de la Demanda que permita definir cuáles son las obras y sectores en los que hay que intervenir con el objetivo de que los bonaverenses puedan tener un buen sistema de acueducto.
De acuerdo con cifras del Departamento Nacional de Planeación, tan solo el 76 % de los habitantes de Buenaventura tienen acceso a la red de acueducto; de ellos, apenas el 71 % cuenta con agua entre cuatro y ocho horas, dos días a la semana.
Una crisis hospitalaria
“Los pocos avances en el mejoramiento del servicio de salud son más un tema de la Alcaldía porque esta no ha sido capaz de buscar un lote para la construcción de la Ciudadela Hospitalaria, y tampoco se ha reabierto el Hospital Distrital Luis Ablanque de la Plata, una de las promesas de campaña del alcalde Arboleda”, denunció Vidal.
Los pocos avances en el mejoramiento del servicio de salud son más un tema de la Alcaldía porque esta no ha sido capaz de buscar un lote para la construcción de la Ciudadela Hospitalaria
La crisis en la prestación del servicio de salud es otra de las principales problemáticas que afecta a los más de 400.000 habitantes del municipio. El Hospital Distrital tiene restringidos sus servicios desde hace más de 4 años y la Clínica Santa Sofía, único centro de atención de tercer nivel con el que cuente el municipio se ha declarado en emergencia en repetidas ocasiones porque no da abasto.
Ante las quejas, la Alcaldía de Buenaventura informó que por ahora las obras de las salas de Cirugía, la Central de Materiales y Esterilización, y el espacio de Rayos X, ya fueron entregadas de manos de la firma que adelanta las obras en el Hospital.
Edison Ruíz Valencia, alcalde encargado del Distrito, expresó que a pesar de que los tiempos no dan para poner en marcha al hospital en su totalidad en las fechas previstas, se sigue trabajando de forma incansable.
Vidal por su lado manifiesta que tras una reunión semanas atrás con el saliente ministro de Salud, Alejandro Gaviria, la Mesa le propuso al Gobierno, entre otras cosas, que al mando de entidades como la Secretaría de Salud o la dirección de la red de hospitales sean posesionados “líderes reales, con capacidad de credibilidad”.
El acuerdo en torno a la salud que le puso fin al paro cívico también contempla la recuperación de 19 puestos de salud, la caracterización de la población para construir un modelo pertinente para la comunidad y rescatar a la medicina tradicional.
Los otros desafíos
“Es cierto que tras el paro de hace un año hay cierto grado de conciencia con respecto a algunos de los problemas que afrontamos en la ciudad, sin embargo, creo que todavía hace falta mucha pedagogía y trasladar a las bases de la comunidad el origen de esos conflictos y la forma en la que deberíamos afrontarlos”, dice Juliana Acevedo, una joven miembro de un colectivo audiovisual que participó activamente en las manifestaciones del paro cívico del año pasado.
Es cierto que tras el paro de hace un año hay cierto grado de conciencia con respecto a algunos de los problemas que afrontamos en la ciudad, sin embargo, creo que todavía hace falta mucha pedagogía
Acevedo también denuncia que en Buenaventura las limitaciones para el acceso a la educación superior, otro de los tópicos de discusión en el paro, siguen sin resolverse. “Paradójicamente hay mucho talento pero los programas universitarios son pocos. Adicionalmente, las necesidades inmediatas como el saneamiento básico y los espacios de recreación y deporte, tampoco están garantizados”.
Según información de la Mesa de discusión del paro cívico, hasta hace poco fueron aprobados por el Gobierno Nacional los diseños para la reconstrucción del estadio Marino Klinger, obra en la que se invertirán 35.000 millones de pesos.
En cuanto a los atrasos en proyectos como el mejoramiento de la infraestructura educativa, en la cual se invertirán $ 170.000 millones, o la creación de soluciones de vivienda por un valor total de $7.000 millones, Vidal advierte que estos se deberían a que Buenaventura tiene una desventaja histórica al no poseer información sistematizada y organizada sobre el municipio, por lo cual se vuelve imprescindible la realización de una investigación previa que ayude a formular los diseños de cada obra.
Este año se nos ha ido formulando proyectos, recogiendo información y eso ralentiza el proceso
“Este año se nos ha ido formulando proyectos, recogiendo información y eso ralentiza el proceso”, señala Vidal.
La mesa de discusión que vigila desde junio del 2017 la ejecución de los acuerdos del paro está dividida en diez ejes temáticos diferentes: salud, educación, infraestructura, saneamiento básico, productividad y empleo, medio ambiente, recreación, cultura, deportes y derechos humanos.
Con respecto a la situación de los defensores de derechos humanos, el representante de la Mesa y varios líderes sociales de la región advirtieron que aunque el Estado colombiano ha tomado algunas medidas en torno a su protección, estas acciones no son suficientes.
“Los riesgos para nosotros son altos por los temas que planteamos. Hemos recibido amenazas por nuestros pronunciamientos en contra de los nuevos proyectos de terminales marítimos en Buenaventura, puertos que la ciudad no necesita”, advierte Vidal, y agrega que en la Mesa de discusión “seguimos trabajando porque las obras que mejorarán la calidad de vida de los bonaverenses sean terminadas pronto”.
Hemos recibido amenazas por nuestros pronunciamientos en contra de los nuevos proyectos de terminales marítimos en Buenaventura, puertos que la ciudad no necesita
Por ahora, la partera Rosmilda sueña con una Buenaventura de oportunidades, sin corrupción, en donde sus paisanos que tuvieron que huir de las problemáticas sociales del puerto puedan regresar y sentirse contentos. Según ella, “si la gente sigue despierta, la ciudad podrá ver realmente un cambio en los próximos años”.
JULIÁN VIVAS
REDACTOR NACIÓN
EL TIEMPO
En Twitter: @_auscultar
