En las calles de Buenaventura, un puerto lleno de vida y color, hay una figura que destaca por su dedicación y amor incondicional hacia los animales abandonados: la patrullera Mayeli Piedrahita. Conocida cariñosamente como la «mamita» perruna y gatuna de la estación, Mayeli se ha convertido en una verdadera heroína para los peludos de la ciudad.
Desde tempranas horas del día, Mayeli se embarca en una misión constante de rescate. No importa si es de día o de noche, ella está lista para ayudar a cualquier animal que se encuentre en situación de abandono o peligro. Su compromiso con la seguridad ciudadana se extiende más allá de los humanos, incluyendo también a los seres sintientes que comparten el entorno urbano.
Sus acciones van desde rescatar a un perrito atrapado en un canal hasta buscar albergues o familias adoptivas para los animales salvados. Mayeli no descansa hasta asegurarse de que cada mascota reciba el amor y el cuidado que merece, garantizando que sean tratados como miembros de la familia.
Pero su labor va más allá del simple rescate físico. Mayeli establece un vínculo emocional con los animales que salva, y estos responden con muestras de afecto y gratitud. Los ladridos emocionados y los movimientos de cola son la forma en que expresan su reconocimiento a esta valiente patrullera que les ha devuelto la esperanza.
En Buenaventura, Mayeli Piedrahita es mucho más que una policía: es una defensora de los más vulnerables, una voz para aquellos que no pueden hablar por sí mismos pero que, sin embargo, tienen mucho amor para dar. Su compromiso y empatía la convierten en un ejemplo inspirador de cómo un pequeño gesto de bondad puede marcar una gran diferencia en la vida de los demás, tanto humanos como animales.
