Redacción BL
En una carrera contra el tiempo, diversos grupos de profesionales de la salud y de otros campos, e instituciones en Colombia se vienen preparando para enfrentar la emergencia sanitaria que se vive actualmente por el Covid-19, un virus que crece exponencialmente debido a su fácil contagio entre las personas. Este produce fiebre, tos, malestar, pero su mayor problema es que genera dificultades para respirar, ya que inflama los pulmones, por lo tanto, se ha generado una gran demanda a nivel nacional y mundial de ventiladores respiratorios.
Debido a esta problemática, en el Valle del Cauca ya se han unido numerosos grupos de profesionales para empezar a producir prototipos de estos equipos respiratorios, como lo ha hecho el grupo WEJYA, quienes desde el pasado 20 de marzo se dispusieron a desarrollar un sistema de asistencia respiratoria que sea de fácil replicación, con suministros que se encuentren en el mercado, de fácil manejo por los especialistas de la salud, útil, con interfaz amigable y que, finalmente, se pueda comercializar a un precio económico.
Este colectivo iniciado por la compañía Abka 3D, especializada en tecnologías e impresión 3D y liderada por su gerente Carlos Morales, cada vez se hace más grande. Por el momento, cuenta con profesionales como ingenieros eléctricos, ingenieros mecatrónicos, ingenieros industriales, biomédicos, médicos y diseñadores industriales, y para tener todas las garantías de calidad en la entrega lo apoyan instituciones como la Universidad Autónoma, la Universidad Icesi, la Universidad del Valle, la Secretaría de Salud, las empresas de Tecnologías de la Información y la Comunicación ‘TIC’ del municipio y del Valle, la Red Distrital de Docentes Investigadores ‘Reddi’ Colombia y la Asociación Nacional de Industriales Andi- Valle.
El dispositivo se basa en un resucitador manual o Ambu, que son rehabilitadores o resucitadores que los doctores toman con la mano cuando el paciente está crítico para revivirlo. El aparato ha sido usado por los hospitales toda la vida, pero la compañía le agrega una mejora incremental a través de la cual el doctor podrá ver las variables que son necesarias como el volumen, la presión, el nivel de oxígeno, la frecuencia y la relación I/E (inhalación-exalación).
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Además, ayudará al médico a accionar este dispositivo por un tiempo prolongado, automatizando de esta manera un dispositivo de uso manual, explican Camilo Arias, líder de proyectos de Abka 3D y el administrador de empresas y profesional en mercadeo internacional y publicidad de la Universidad Icesi, Carlos Morales.
Este dispositivo vendrá adaptado de tal manera que el doctor podrá controlar variables como el volumen, la presión y la frecuencia, por medio de una aplicación que podrá ser usada en una tablet o en el celular del mismo médico.
Además, podría usarse a partir de dos enfoques: el primero, en pacientes en estado crítico y en el otro enfoque, reemplazar los ventiladores mecánicos que estén siendo usados por pacientes que no tengan un nivel tan crítico, en pacientes que sí lo estén por el Covid-19. Cuando el prototipo se encuentre listo para sacar al mercado se espera poder producir mil equipos respiratorios al mes, afirma Carlos Morales.
En la actualidad, WEJYA va por su cuarto diseño y está a la espera de que el dispositivo sea validado por el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos, Invima, para poder lanzarlo al público.
Pero esto no es tan sencillo de hacer, ya que se requiere de ayuda económica para finalizar el producto, en aspectos como: adecuar espacios para salubridad, según requerimientos del Invima, pruebas requeridas por este instituto, realización de moldes, la compra de más materiales para no tener un desabastecimiento al realizar todas las unidades que se han planeado y finalmente, la compra de elementos de aseo y protección para evitar posibles infecciones.
“Aquí en el Valle del Cauca no ha existido por el momento una empresa privada con un buen pulmón económico que quiera donar o ayudar”, expresa Camilo Arias, líder de proyectos de Abka 3D.
A pesar de que han obtenido ayudas por parte de la Gobernación del Valle, aún hace falta dinero para la producción y desarrollo de estos equipos automatizados de resucitación. Algún tipo de ayuda como la que obtuvieron en Antioquia, donde el Grupo Ardila Lülle, a través de Postobón, donó $ 9000 millones para sacar adelante el proyecto de ventiladores mecánicos que están desarrollando la Universidad de Antioquia, la Escuela de Ingeniería de Antioquia e Industrias Sampedro.
Voluntarioscovidvalle.org
WEJYA se ha lanzado a través de diversas redes sociales para que se unan quienes quieran ayudar y donar, pero esto ha generado otra problemática: el gran flujo de información. En el Valle y específicamente en Cali, se empezaron a crear muchos más grupos de colaboradores y voluntarios para ayudar. Además del grupo WEJYA, hay alrededor de unos 15 equipos de 100 a 200 personas por redes sociales, que han querido aportar sus conocimientos y capacidades desde diferentes dimensiones en esta crisis sanitaria, pero al haber tantas personas se ha producido una disrupción en la comunicación.
Para solucionar esto y permitir una eficacia en el manejo de información, el ingeniero mecánico, profesor e investigador Óscar Campo, en compañía de la Universidad Autónoma de Occidente, implementaron una página web llamada voluntarioscovidvalle.org para concentrar todos estos esfuerzos y desarrollos de los diferentes grupos, que se conocen en Cali.
Cabe destacar que la página fue lanzada el jueves 26 de marzo, donde poco a poco se va subiendo la información de todos los diversos grupos que existen actualmente. “En este sitio se puede encontrar información centralizada de los desarrollos que están haciendo en los diferentes frentes, no solamente desde la parte de fabricación, sino también lo que es prevención, manejo clínico, salud, política, manejo psicológico, investigación, absolutamente una gran cantidad de frentes que tenemos de un colectivo que integra a la Universidad Autónoma, la Universidad del Valle, la Universidad Javeriana, la Escuela Nacional del Deporte y Reddi”, indica Óscar Campo.
Se han creado entonces numerosos grupos, no solo centrados en la producción de equipos respiratorios como lo hace WEJYA, sino ofreciendo otros servicios como: mantenimiento preventivo,
mantenimiento correctivo de equipos biomédicos, validaciones del buen funcionamiento de equipos biomédicos, capacitaciones en el adecuado uso de tecnologías biomédicas, gestión de riesgos hospitalarios, tecnovigilancia, y apoyo en el reacondicionamiento de áreas que deban convertirse en UCI.
Todos estos servicios y conocimientos que normalmente tienen un alto costo, son ofrecidos sin ningún interés por estas personas, que solo tienen como fin querer ayudar.
El nombre de uno de estos tantos grupos se llama Voluntariados de Ingenieros del Valle del Cauca, donde uno de los coordinadores es el bioingeniero Jorge Andrés Torres.
La secretaria de salud departamental María Cristina Lesmes, en el pasado Comité interinstitucional de la Gobernación del Valle del miércoles 25 de marzo, hizo un llamado de atención a la necesidad de equipamiento médico que tendríamos a nivel regional, puesto que mencionó que “en las proyecciones del Valle del cauca se establece que se tendrán un número aproximado de 45.000 casos si se repite el modelo de Wuhan, de estos, 13.000 requerirían Unidades de Cuidados Intensivos en un periodo entre 3 y 4 meses, lo que significa tener 2000 unidades intensivas disponibles”.
A raíz de estos datos, hay que tener en cuenta que es necesario una pronta acción, frente a la producción de equipos respiratorios y demás implementos médicos, pues hay clínicas en Cali que no pueden desplegar planes de acción frente a la adecuación de nuevas UCI, ya que dependen de ventiladores mecánicos, y por el momento no hay, ni siquiera traídos del exterior, puesto que tardan más de tres meses en llegar.
Con esto, estas clínicas dependerían de un prototipo nuevo o diferente que se genere a nivel nacional, para así poder implementar más Unidades de Cuidados Intensivos y no quedar con unas pocas, ya que en Cali actualmente hay disponibles 753 unidades de Cuidados Intensivos, según lo afirma la secretaria de Salud del Valle, María Cristina Lesmes.
En ese encuentro, ella agregó que una cama hospitalaria no es solo un espacio físico virtual con tres equipos, sino que requiere las líneas de oxígeno, los gases arteriales, y las demás cosas necesarias, además de los cuidados básicos. Por eso, la funcionaria destacó la importancia de que cualquier persona o institución que se encuentre apta para aportar, ya sea materiales o conocimientos al respecto, lo haga.
Por otra parte, Óscar Campo, añade que hay un frente que trabaja en la parte de ingenierías biomédicas haciendo un levantamiento de la situación actual de los ventiladores en las instituciones del sector de salud en Cali, para saber en qué condiciones se encuentran y si se deben potenciar o saber exactamente qué hay que hacer con ellos. Además, se está considerando la posibilidad de usar un ventilador mecánico para dos personas, suponiendo que los pacientes tengan condiciones pulmonares similares.
En caso de que los espacios sean pocos para la demanda de pacientes, el Centro de Eventos Valle del Pacífico ofreció sus instalaciones para adecuarlo como un hospital y atender los eventuales casos.
No está de menos resaltar el gran esfuerzo que están haciendo todos estos profesionales, empresarios, e instituciones en el Valle, con múltiples proyectos a los que esperan, cada día se sumen muchas otras personas.
A ellos no les importa trabajar, sin ánimo de lucro, en jornadas de más de doce horas diarias, porque los cobija una misma causa: preservar la vida de todos.
