Si bien la pandemia ocasionó un cierre en la economía, en el que la cuarentenas redujeron a la mínima expresión la movilidad en las calles, actualmente con la reactivación se ha demostrado que el interés por los vehículos eléctricos y alternativos se mantiene vigente.
(Los cambios en la movilidad que impulsó la pandemia).
“Comparando las cifras de venta frene al año anterior hay un crecimiento total, pues al mes de agosto se superaron las 5.000 unidades, que constituye al presupuesto total de venta del 2019 en la categoría de patinetas, motos y bicicletas”, destacó Estefanía Marín Acosta, jefe de mercadeo de movilidad eléctrica Auteco Mobility.
(Movilidad alternativa, una solución para la pandemia).
El potencial de estos negocios, tanto de venta como de alquiler, presentó un auge desde 2017 “por cuenta de las distintas gestiones gremiales que obtuvieron beneficios arancelarios para la importación de este tipo de vehículos”, comentó por su parte Maria Villate, cofundadora y socia de Nalanda Analytica.
Villate agregó que “es un negocio que contaba con las condiciones perfectas para crecer”. Primero porque el tráfico en las ciudades es cada vez más caótico, pero también por la necesidad de reducir los usos de vehículos tradicionales en trayectos cortos.
Y es que aunque no se puede desconocer el impacto del coronavirus, pues marcas como GoGreen, principal empresa importadora de bicicletas y patinetas eléctricas en Colombia tuvo una caída del 50% en las ventas, al pasar de 200 a 100 artículos mensuales comercializados.
“La compañía logrará crecer un 10% este año versus el 2019, por el comportamiento durante el primer trimestre” y la expectativa en lo que resta del año, enfatizó Juan Francisco Vergara, cofundador de la firma.
Por otro lado, Santiago Zamora, coordinador de diseño, comunicaciones y marketing de Specialized, aseguró también que “el cambio comportamental del ciclista actual se está viendo progresivamente”, y que luego de la reactivación comercial en el mes de mayo, toda la categoría de ciclismo ha ido en aumento, llegando hasta un 200% de crecimiento en los últimos meses.
Asimismo, junto con bicicletas y patinetas, es importante también hacer mención al tema de motos eléctricas que han aumentado en ventas, especialmente por la demanda de domiciliarios.
Así, en el caso de Stärker, resalta la vocera de Auteco Mobility, “empresas como Crepes & Waffles se hicieron a una flota de 80 unidades y otros actores del sector también buscan vehículos como patinetas para hacer domicilios”.
EL ALQUILER
“Para las plataformas de alquiler de vehículos eléctricos el golpe fue muy fuerte. Estas compañías viven no sólo de las inversiones que realizan en ellas, sino también de los ingresos por viajes que se realizaban a diario. En ciudades como Bogotá, por ejemplo, se pasó de cerca de 16.000 viajes diarios a un frenón en seco”, puntualizó Villate.
Este es el caso de Muvo, una de las empresas líderes en este negocio (con un promedio 1.500 viajes diarios pre-pandemia en la ciudad), que tras ausentarse en este tiempo por el confinamiento, desde el 26 de octubre retomó su operación.
“Sabemos que la demanda cambió y seguramente nuestros antiguos usuarios cambiaron drásticamente su forma de moverse en la ciudad. Sin embargo, hay gente afuera y queremos salir a capturar esos nuevos viajes potenciales”, resaltó Miguel Ocampo García, cofundador de la marca.
De acuerdo con el empresario tanto la tendencia hacia los vehículos particulares para evitar el contagio como políticas implementadas hacia nuevos modos activos, contribuirían al crecimiento de la demanda.
Y es que el dinamismo de estos transportes es destacado por las Secretarías Movilidad de las principales ciudades. Pues en Bogotá actualmente se realizan 580.000 viajes diarios en bicicleta, lo que significa un incremento del 60% con respecto a los viajes previos a la pandemia; la vía temporal para ciclistas en Medellín ha crecido 115%, frente al año anterior. Mientras que en Cali, “contábamos 162.000 viajes antes de la pandemia y hoy ha aumentado en un 4,5%”, resaltó William Vallejo, secretario de movilidad de la ciudad.
Finalmente, cabe destacar que Bogotá cuenta con 635 km de carriles para ciclistas, Medellín con 106 km de ciclorutas y Cali con 142 km de cicloinfraestructura.
María Camila Pérez Godoy
