Una antigua casa cafetera sirve de sede para este particular museo de carácter familiar donde libros, cerámicas, muebles, fotos y piezas indígenas nos permiten emprender un viaje hacia el pasado.
Óscar Osorio Ospina
Por esta época del año una espectacular alfombra de flores amarillas engalana el ingreso al Museo Eliseo Bolívar, el cual alberga muy buena parte de la historia de Belén de Umbría, así como una gran riqueza cultural.
Los pétalos, cual mariposas amarillas de García Márquez, provienen de un inmenso guayacán sembrado hace más de 50 años por don Juan Antonio Gil en la entrada de la finca cafetera que en 1948 comenzó a levantar junto con su esposa Ofelia Bolívar, hija de don Eliseo un antioqueño que había llegado de Jericó junto a sus hermanos para asentarse en estas tierras risaraldenses.
Uno de sus hermanos, Carlos Bolívar, un personaje muy culto e intelectual, fue quien comenzó a darle vida al museo que inicialmente estableció en el marco de la plaza de Bolívar de Belén de Umbría en donde funcionó desde 1981.
En las afueras del pueblo, en la vía que conduce a Mistrató, don Juan Antonio y doña Ofelia, estuvieron al cuidado de una finca cafetera muy próspera, cuya casa principal crece alrededor de un patio cuadrado adornado en el centro por una fuente de agua en piedra y al cual se accede por unas pequeñas escalinatas que se ubican al pie del enorme guayacán de flores amarillas.
Hace más de 20 años el Museo Eliseo Bolívar fue trasladado a la casa de don Juan Antonio y doña Ofelia, cuyas salas, comedores, corredores y habitaciones fueron acondicionadas para albergar la inmensa colección de libros, piezas, fotos, muebles y cerámicas que a lo largo del tiempo había acumulado Carlos Bolívar y la cual fue puesta a disposición de toda la comunidad como un aporte a la construcción de la memoria del municipio.
Doña Consuelo Gil Bolívar nos guía por la biblioteca del MuseoLa casa es habitada por doña Consuelo Gil Bolívar, hija de don Juan Antonio y doña Ofelia y nieta de don Eliseo, la cual sirve de guía los ocasionales visitantes del museo, en especial a estudiantes, investigadores y docentes interesados por conocer esta riqueza cultural. Vale decir que el museo no está totalmente abierto al público, que se trata de una iniciativa enteramente privada y la cual no recibe ni recursos ni subvenciones del Estado.
Una de las salas más grandes del Museo alberga 510 piezas de cerámica de la cultura quimbaya de las tribus Umbras, Chápatas y Guarnes que habitaron estas tierras, así como herramientas y utensilios domésticos esculpidos en piedra, incluido un vaso sagrado de esta cultura que era usado en ceremonias especiales.
El museo alberga más de 500 piezas de cerámica de la cultura quimbayaUn poco más allá, una muestra de numismática con billetes y monedas de diferente denominación, tanto nacionales como de otros países, en donde se destaca el billete más antiguo: de diez centavos emitido por Banco del Estado de la República de Colombia en enero de 1893, hace apenas 130 años. También nos topamos en esta sala con una interesante colección filatélica.
En otra sala, un poco más pequeña, está la biblioteca con una incontable colección de libros y publicaciones, desde literatura hasta historia pasando por ficción y novela, la cual es complementada por una gran colección de antiguas revistas Cromos, de circulación nacional, y Life de circulación internacional. Y allí, en una urna muy especial, se destacan cinco libros de notorio valor literario, todos ellos en muy buen estado de conservación:
“Memorias de Napoleón” escritas por él mismo emperador en la isla de Santa Elena en donde murió, editado en París en 1825
“El Quijote de la Mancha”, de Miguel de Cervantes Saavedra, editado en 1893 por la Librería Garnier Hermanos de Paris en 1893
“El Estuche”, una compilación de 8000 recetas y hechos diarios a cargo de John Truth que data de 1878
“Historia de Granada”, un libro de Miguel Lafuente Alcántara publicado en 1878
“Obras escogidas” de Juan Eugenio Hartzenbusch, editado en Paris en 1897.
La casa-museo guarda también una admirable colección de fotos antiguas de Belén de Umbría, la cual parte del mosaico con todos los fundadores del municipio, e incluye momentos especiales como la fundación del cementerio, la primera plaza, un encuentro deportivo en el sitio La Plazuela, entre otras cosas. Cuanta además con una colección de piezas especiales, como máquinas de coser, utensilios de cocina, un piano, una enorme caja registradora cuya máxima capacidad era de $90 pesos, muebles y toda suerte de objetos de gran valor histórico.
Las fotos recogen buena parte de la historia de Belén de UmbríaComo decíamos el Museo Bolívar no está abierto al público en general, sino a aquellas personas con interés cultural o propósitos de investigación académica, como una visitante que llegó desde Polonia hace varios años para realizar una investigación sobre las tribus indígenas de Suramérica.
Lo irónico del caso es que el Museo sí aparece en muchas guías turísticas internacionales, pero no figura en ninguna de las nacionales, por esas ironías de la vida. Y allí, como decíamos al principio, reposa buena parte de la historia de Belén de Umbría.
