Imagen: Jean-Michel Basquiat, “Sin título (Diablo)”, 1982. Óleo sobre lienzo, 240 × 500 cm. Colección Yusaku Maezawa
En los últimos diez años, Jean-Michel Basquiat ha sido sin duda uno de los grandes nombres del mercado del arte, hasta el punto de que su obra ha experimentado una revalorización casi sin parangón entre los artistas contemporáneos. Esto ha llevado a un cierto “sobresaturación” de Basquiats en el mercado, que las casas de subastas se apresuran a calificar de “obras maestras” cuando, en realidad, Las obras maestras indiscutibles de Basquiat que han salido al mercado en los últimos años se pueden contar con los dedos de una mano.
Sin embargo, la obra que Phillips sacará a subasta el próximo mes de mayo forma parte de este selecto grupo de obras maestras indiscutibles. Es, en mi opinión, una de las cinco o seis mejores pinturas del artistay el mejor Basquiat que ha salido al mercado en al menos los últimos cinco años (teniendo en cuenta que la venta de “Niño y perro en un Johnnypump” fue una transacción privada).
“Sin título (Diablo)“, un impresionante cinco metros de largo proeza, se subastó por última vez en Christie’s Nueva York en 2015cuando fue adquirida por su actual dueño, Yusaku Maezawa, por $57.2 millones, luego un disco para el artistaque se mantuvo hasta otro “Intitulado” fue adquirida (también por Maezawa) por 110,5 millones de dólares en 2017. Ahora, Maezawa ha confiado a Phillips la venta de este cuadro, que se subastará en Nueva York el 18 de mayo.
¿Puede esta impresionante pintura hacerse cargo del precio récord que alguna vez tuvo? Aunque su importancia está fuera de toda duda, la evolución de la guerra en ucrania trae un elemento de incertidumbre al mercado que puede funcionar en su contra. Por otro lado, ya hemos mencionado que el año pasado el mercado mostró algunos signos de cierta sobresaturación de Basquiats: a pesar del éxito indiscutible de “En este caso” (que recaudó 93 millones de dólares a pesar de estar lejos de ser una de las grandes obras maestras de Basquiat), en noviembre su “Hecho en Japón II” no pudo encontrar un comprador en Sotheby’s, mientras que “La culpa de los dientes de oro“, una obra espectacular de 1982, fue subastada en Christie’s por 40 millones de dólares, una relativa decepción considerando su estimación de preventa de entre 40 y 80 millones de dólares.
