Las conferencias digitales ofrecen muchos beneficios que pueden atraer a los empresarios mucho después de la cuarentena.
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Las opiniones expresadas por los colaboradores de Entrepreneur son personales.
Estoy en Los Ángeles Mi nuevo amigo Grégory está … en algún lugar de Francia, creo. Pero juntos, nuestros avatares están explorando una conferencia de negocios en una isla virtual. El día acaba de terminar, así que caminamos hacia la playa y esperamos un recorrido en lancha motora. Entonces nos damos cuenta de que no es necesario un bote; el agua es transitable. Así que vamos, dos avatares digitales que se sumergen en el azul digital.
A medida que nuestra vida profesional se vuelve más digital, vale la pena preguntarse: ¿Es este el futuro? ¿Puede la conexión humana prosperar en píxeles? Los espacios de conferencias virtuales parecen ofrecer una idea, porque si bien eran nicho antes del COVID-19, ahora tienen una gran demanda. VirBela, que crea el espacio virtual en el que estoy, registró un aumento de 600% en las ventas desde marzo. La plataforma VR Hubs de Mozilla dice que duplica a los usuarios cada pocas semanas. La startup de realidad aumentada Spatial informó un crecimiento del 1,000%.
Realidad vs realidad aumentada
Los escépticos podrían decir: «¡Los espacios virtuales no son como la vida real!» Eso es cierto, aunque en mi experiencia, algunas cosas son extrañamente iguales. Una sala de conferencias todavía se parece a una sala de conferencias, y un panel todavía cuenta con una línea de expertos en sillas. (Sus avatares también pueden ser tan aburridos como en la vida real.) En una sesión, las cabezas de otros avatares incluso seguían bloqueando mi visión, ¡tan realista! Pero también hubo muchas actualizaciones digitales: las biografías de las personas y los perfiles de LinkedIn están a un clic de distancia, pude encontrar a alguien inmediatamente sin deambular, y nunca me preocupé por olvidar el nombre de alguien; está brillando sobre su cabeza.
Pero la realidad no es lo que estos espacios realmente están buscando de todos modos. «Intentar replicar completamente la experiencia fuera de línea en un mundo digital es como tomar un carruaje y reemplazar el caballo con un motor», dice Andrey Lunev, quien produce eventos virtuales con la compañía XR Crowd. En cambio, los desarrolladores parecen comenzar con una pregunta diferente: ¿Cómo puede esta nueva experiencia sentirse familiar con seguridad? Los entornos de VirBela se parecen un poco a Fortnite , y el presidente de la compañía, Alex Howland, dice que eso es a propósito. Los gráficos más realistas requieren un hardware potente, y quiere que las personas tengan acceso independientemente de si están usando un Oculus o una PC vieja.
Depositphotos.com
En cualquier caso, los usuarios dicen que el espacio no es lo que es valioso. Son las personas reales quienes lo habitan.
Así se sintió Ashley Huffman. Vive en Toronto y lidera la comercialización de la compañía de tecnología Nano Magnetics , y recientemente asistió a la versión virtual de una conferencia que generalmente se realiza en China. Estaba sorprendida de lo humana que se sentía. «Cuando estás dentro de un evento a 10 pies del presidente de HTC, Cher Wang», dice Huffman, «se siente como si estuviera hablando contigo». Alina Mikhaleva, desarrolladora de realidad virtual con sede en Moscú, le encanta escuchar eso; es la fundadora de Less Media Group y espera que más personas ahora prueben la nueva tecnología. «La crisis nos permite tomar un descanso, reflexionar sobre nuestros viejos hábitos y repensar lo que queremos construir en el futuro», comenta.
De regreso a la nueva normalidad
Pero una vez que COVID-19 esté contenido, ¿abandonaremos los espacios virtuales y volveremos al mundo real? Puede que no sea tan simple. La industria de la educación ofrece un estudio de caso: las tasas de finalización de los cursos en línea tenían un promedio de un solo dígito, por lo que hace unos años, algunas instituciones adoptaron espacios virtuales. La Universidad de Stanford comenzó a usar VirBela para partes de un programa ejecutivo en línea llamado LEAD y obtuvo excelentes resultados. «Podríamos reunir a la comunidad de una manera que no se puede hacer en una videoconferencia», dice Peter DeMarzo, director del programa. Él planea seguir adelante.
Quizás, entonces, el futuro será un híbrido. Por ejemplo, el evento al que asistí se llamó Laval Virtual 2020; Es la versión digital de un evento anual que se celebra en Laval, Francia. Los organizadores quieren que las personas vengan en persona, pero les encantó que la versión digital atrajera a 6,600 personas, muchas de las cuales nunca llegarán a Francia. Así que ahora están explorando cómo ofrecer ambas versiones a la vez, como una reunión de humanos con dos planos de existencia: el mundo real y el virtual, los cuales tienen sus beneficios.
