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El uso de Penobarbital generó controversia. Un experto dijo que podía causar el fenómeno de "paciente anestesiado, pero consciente", una pesadilla llevada al cine en el film Awake
John David Duty, de 58 años, condenado por homicidio, recibió una inyección de Penobarbital en una cárcel de Oklahoma, como reemplazo de otro anestésico que escasea en el mercado.
El hombre pidió perdón a la familia de su víctima antes de ser ejecutado con un método que generó cierta controversia. Pese a ello, su defensa no pudo postergar la aplicación de la sentencia.
Un anestesiólogo, convocado por los abogados como experto, explicó a los jueces que el uso de pentobarbital podía constituir "trato inhumano". Con esa droga, existe el riesgo de que el paciente quede paralizado, pero consciente cuando se le administra el fármaco que paraliza el corazón causando previamente mucho dolor y ardor.
El fenómeno al que hacía alusión el especialista existe realmente y fue llevado al cine en el año 2007 en una película protagonizada por Jessica Alba y Hayden Christensen. En Awake (lanzada en español con el título de Bajo anestesia o Despierto, según el país), un joven es operado a corazón abierto y pese a la anestesia permanece consciente de todo lo que sucede a su alrededor durante la cirugía y siente el dolor (ver fotos y video relacionados).
Pero fuera de la ficción, los argumentos del anestesiólogo convocado por la defensa no convencieron al jurado que, en cambio, le otorgó más crédito a otro experto para el cual los 5.000 miligramos de la droga bastaban para causar la inconsciencia e, incluso, la muerte.
Duty fue ejecutado y, según las autoridades penitenciarias, falleció exactamente 6 minutos después de la inyección letal. Según la agencia EFE, sus últimas palabras fueron: "Gracias, Señor Jesús. Estoy listo para ir a casa".
El hombre estaba cumpliendo tres cadenas perpetuas simultáneas desde 1978, cuando en 2001 asesinó a un compañero de celda, estrangulándolo con una sábana, hecho que le valió la condena a muerte.
Fue ante la escasez de tiopental de sodio, uno de los tres fármacos que se mezclan en las inyecciones letales en Oklahoma, que las autoridades del penal obtuvieron autorización judicial para utilizar anestésico veterinario.
Es el primer caso de este tipo en el país.
