¿Quien ve a los ciegos?

En Colombia las personas con discapacidad visual son alrededor de 1.300.000, solo el 2% tiene acceso a la tecnología que podría favorecerlos y el 82% de ellos vive en condición de pobreza. No es que siempre tengan un bastón blanco en la mano, por esto para “verlos” es mejor encontrarlos como vecinos o compañeros, más que mirarlos casualmente como personas raras. 

 

En Buenaventura los pueden encontrar felices por la participación a un curso de masajes desestresantes y técnicas corporales, promovido por la alcaldía. El plan era bonito, queriendo ofrecer oportunidad de trabajo, gracias a una cooperativa. La cooperativa no se ve (a pesar de tener o no problemas visuales) y hasta ahora tampoco se ve el prometido salón donde ejercer lo aprendido. Bueno, se sabe que nada es sencillo por los que no tienen recursos. Así que nos sale una pregunta: ¿Cuales pacientes puede buscar una persona invidente que ha hecho un curso rápido para hacer masajes? La verdad es que se alguien puede permitirse una plata para un masaje desestresante significa que tiene buena disponibilidad económica y si es así se permitirá un terapeuta profesional más que un principiante masajista. Esto a pesar del hecho que las personas invidentes tienen una mejor sensibilidad en las manos. 

 

Cuidado con hacer consideraciones piadosas al ver un invidente caminar por la calle. Tienen oído fino y no quieren conmiseración. Como todas la personas con una discapacidad, también ellos tienen lío con el nombre che mejor les correspondería. El Instituto nacional colombiano invidentes (INCI), respetuoso de los acuerdos de la Convención Internacional de los Derechos de las personas con discapacidad (ley 1346 de 2009), ha acogido la denominación recomendada acerca de la expresión “Personas con Discapacidad”, “personas con limitación visual, personas con deficiencia visual”, que deberán ser reconocidas como análogas de la expresión correcta “personas con discapacidad visual”. Las personas invidentes sonríen cuestionando el hecho del nombre y relatan lo que pasa cuando los llaman “ciegos”, con tonalidad de maravilla (ex. ¿como se atrevió esta ciega a quedar embarazada?), o con sentido de baja consideración y piedad (ex. mira que el esta ciego y que no puede hacer esta cosa). 

Las personas con discapacidad visual se encuentran bien entre ellas, buscan divertirse y integrarse con los videntes. A veces intentan no hacer manifiesta la discapacidad y se atreven a actuar (ex. buscando una pareja de baile) como si nada fuera. 

 

Creo sean los mejores para juzgar la calidad de todo lo que esta vinculado al sonido: programas radiofónicos, música, tono de voz, ruidos raros y poco perceptibles. Son curiosos y desean aprehender, disfrutando de todo lo mejor. También le gustaría irse al cine. En unas ciudades de Colombia se han hecho estrenos cinematográfico para invidentes, con una voz neutra que les describía lo que pasaba en la escena. 

 

Con toda esta oportunidad de aprehender mucho desde las “personas con discapacidad visual”, hay que buscar como podemos encontrar a estos ciudadanos de una manera mejor y inclusiva. Ellos nos pueden enriquecer, haciendonos ver un mundo mejor.