Matricularse en una carrera por vocación y que esta, al mismo tiempo, ofrezca varias oportunidades de trabajo, es apostar a caballo ganador. En ocasiones, los alumnos se decantan por titulaciones que aúnan lo que siempre han querido estudiar con una entrada casi garantizada en el mercado laboral, de ahí que la universidad sea una experiencia gratificante, tanto en lo académico como en lo personal, para acceder a un mayor número de salidas profesionales.
En cuanto a la demanda de grados (el número de estudiantes que solicita una titulación como primera opción en relación al número total de plazas ofertadas), Medicina, Odontología, Enfermería, Psicología y Biología son las cinco más seleccionadas por los futuros universitarios, tal y como muestra la edición vigente del Ranking CYD.
Por su parte, el último informe de Infoempleo Adecco señala las carreras más demandadas por las empresas: ADE (Administración y Dirección de Empresas) y las ingenierías de Informática e Industriales son las tres titulaciones con mayor empleabilidad, mientras que otras como Ciencias del Trabajo, Enfermería, Medicina y el doble grado en ADE y Derecho aumentan notablemente su posición con respecto a años anteriores.
Los titulados universitarios son los perfiles más requeridos en las ofertas de empleo cualificadas
Aun así, los titulados universitarios siguen siendo los candidatos más demandados en las ofertas de empleo cualificadas: casi el 40% de las ofertas han recogido entre sus requisitos que el aspirante cuente, como mínimo, con una carrera. Por esta razón, la formación debe avanzar en paralelo al mercado de trabajo –en continuo cambio–, para adaptarse a las profesiones del futuro. En este sentido, la OCDE estima que el 14% de los puestos de trabajo tienen un alto riesgo de automatización y que el 32% del empleo sufrirá una transformación radical por el avance de la tecnología.
8.000 oportunidades
Entre las dos universidades públicas de la Región, la de Murcia (UMU) y la Politécnica de Cartagena (UPCT), la oferta de plazas se mantiene este año similar al curso pasado: más de 8.000 para que los estudiantes de la Comunidad como de otros puntos del país pueden formarse en las diferentes ramas disponibles.
Medicina sigue monopolizando la nota de corte más alta en la UMU. Para el curso 2020/21, la primera lista de admisión fijaba en un 13,422 para el estudio de este grado; le sigue el doble grado de Matemáticas e Ingeniería Informática, con un 13,266; Odontología, con un 13,051; y Biotecnología, con un 13,028. En la UPCT, por su parte, las titulaciones que presentan las notas de corte más altas son Ingeniería Química Industrial; Turismo; Ingeniería Electrónica Industrial y Automática, y Fundamentos de Arquitectura.
Con un empujón más
Los dobles grados han entrado con fuerza en el catálogo de las universidades, despertando el interés del público por sus múltiples ventajas. Proporcionan una formación más completa, exigen un mayor esfuerzo que la opción estándar e incluso suelen colarse entre las notas de corte más altas. Es, sin duda, un foco de atracción de buenos expedientes.
Las dos titulaciones suelen estar formadas por la misma rama de conocimiento y con varias asignaturas en común, lo que permite estudiar cinco o seis años en vez de cuatro y acabar la carrera con dos grados en vez de uno, sin requerir el doble de tiempo. Decantarse por un doble grado es una forma de diferenciarse del resto en el mercado laboral y acceder a más ofertas de empleo, ya que los perfiles que poseen estudios concretos de dos campos tienen un rango de elección más amplio. De hecho, las empresas valoran los perfiles con este tipo de formación porque presuponen que presentan habilidades como la dedicación, adaptabilidad y organización.
También ayuda a los estudiantes a pensar de forma diferente, resolver puzles intelectuales y abarcar tareas de forma más creativa. Los dobles grados implican estudiar más en cuanto a asignaturas. Lo habitual son 60 créditos por curso durante los cuatro años de un grado normal, mientras que en uno doble sube a 72 créditos por curso durante cinco años.
Al final, la carga lectiva asciende a 360 créditos frente a los 240 necesarios de un grado sencillo, de ahí que al requerir mayor esfuerzo e intensidad, suelen atraer a los alumnos con mejores notas. También son más costosos que uno simple, aunque salen más rentables que matricularse de dos.
