1
Las autoridades registraron más de 10 mil casos en seis meses. Son centroamericanos que buscan cruzar la frontera con los EEUU. Las bandas narcos acechan los albergues de tránsito
El último jueves 16 de diciembre se conoció el caso de más de 100 indocumentados salvadoreños y guatemaltecos desaparecidos en algún punto de Oaxaca. Un grupo armado asaltó un tren de carga y raptó a los pasajeros. En la denuncia consta que coparon la formación ocupada, en su mayoría, por mujeres.
Las autoridades mexicanas aún no dieron información sobre el episodio, pero cada detalle hace recordar a la Masacre de Tamaulipas. En agosto pasado, un comando de sicarios de Los Zetas secuestró a un contingente de 72 migrantes centroamericanos.
Los recluyeron en un rancho del violento estado, los mantuvieron encadenados durante días, hasta que -uno a uno- los fusilaron a sangre fría. Un ecuatoriano sobrevivió para relatar los macabros pormenores del hecho.
El portal Excelsior informó que, de acuerdo con el último informe de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) de México, la cantidad de indocumentados plagiados supera ampliamente la cifra de secuestros comunes en el país.
La estrategia de las bandas narcos es vigilar los albergues de migrantes para secuestrarlos y sacarle a sus familias rescates de hasta 4 mil dólares. Amnistía Internacional (AI), además, denunció la implicación de policías municipales y estatales.
En su última investigación, AI detalló que uno de cada doce migrantes entrevistados para su informe era menor de 18 años y, aunque la mayoría de ellos eran adolescentes, algunos no habían cumplido aún los 10 años. Nueve de cada diez proceden de Centroamérica, sobre todo de El Salvador, Guatemala, Honduras o Nicaragua.
Las primeras denuncias sobre la existencia de un entramado de secuestros en la ruta a los Estados Unidos, provinieron de los administradores de los albergues de indocumentados. Estos espacios sistematizaron la información y conformaron la Red del Registro Nacional de Agresiones a Migrantes.
