Mohammed Abdul Salam Al Mlaessa fue asesinado en Deir ez Zor (este del país) por no querer participar en una marcha a favor del presidente Bashar al Assad. Delante de sus compañeros, preguntó si podía irse a su casa y enfrente de sus compañeros, recibió el primer disparo en el pecho.

El joven cayó al suelo, pero las fuerzas de seguridad de Al Assad no consideraron su trabajo terminado. Lo golpearon hasta cansarse y después le volvieron a disparar en el costado. "Asegúrense de que muera", fue la orden del comandante de las fuerzas. Así lo refirió el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una ONG con sede en Londres que se nutre de testimonios de lo que ocurre en el país.

Mohammed, estudiante modelo, asistía a un instituto de excelencia. Su funeral se ha convertido en un nuevo levantamiento: más de 45 mil personas, según refiere el Observatorio. Para dispersar a la gente, los policías han usado garrotes eléctricos que provocan paralálisis temporal", explicó Mousab Azzawi, responsable de la organización. "Tras las exequias, surgió una marcha espontánea que convocó 8.000 jóvenes en la que ahora se llama Plaza Libertad".

A la concentración los agentes respondieron con más disparos. Dos personas más fueron asesinadas, pero en todo el país ese día murieron al menos 30, la mayor parte en Homs (oeste), la ciudad que se ha convertido en el bastión al que han acudido los que han desertado del regímen de Al Assad.

En otras ciudades también hay masacres: Hama (oeste), Deraa (suroeste), Idleb (noroeste). El lunes murieron 40 personas más, ejecutadas por los militares cerca de la frontera con Jordania.

De Mohammed existe una foto que ha podido hacer su caso conocido, pero tantos otros casos como el suyo se pierden. Azzawi, desde el Observatorio, quiso rescatar lo que le sucedió el domingo a un grupo de estudiantes, que también se negaron en Hama a participar en una manifestación a favor de Al Assad. Cinco fueron asesinados.

Más de 3.500 en todo el país, según naciones Unidas, son las víctimas mortales que ha dejado el régimen de Al Assad desde que comenzaran las protestas el pasado 15 de marzo. La Liga árabe suspenderá este martes a Siria para sacarlo de su sede, lo que no sentó nada bien a algunos sirios que asaltaron la embajada de Arabia Saudita,de Turquía y de Qatar.

Damasco, mientras tanto, ha insistido en reunirse otra vez con la Liga Árabe aunque ya incumplió con la organización su compromiso de no reprimir más a la población.

Desde la Unión Europea, por otra parte, se han establecido nuevas sanciones, y crece a su vez la presión para que la ONU tome medidas similares. Mientras tanto, el rey Abdullah de Jordania, que lleva desde 1999 en el poder, ha pedido a su homólogo que dimita.

Mohammed Abdul Salam Al Mlaessa fue asesinado en Deir ez Zor (este del país) por no querer participar en una marcha a favor del presidente Bashar al Assad. Delante de sus compañeros, preguntó si podía irse a su casa y enfrente de sus compañeros, recibió el primer disparo en el pecho.

El joven cayó al suelo, pero las fuerzas de seguridad de Al Assad no consideraron su trabajo terminado. Lo golpearon hasta cansarse y después le volvieron a disparar en el costado. "Asegúrense de que muera", fue la orden del comandante de las fuerzas. Así lo refirió el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, una ONG con sede en Londres que se nutre de testimonios de lo que ocurre en el país.

Mohammed, estudiante modelo, asistía a un instituto de excelencia. Su funeral se ha convertido en un nuevo levantamiento: más de 45 mil personas, según refiere el Observatorio. Para dispersar a la gente, los policías han usado garrotes eléctricos que provocan paralálisis temporal", explicó Mousab Azzawi, responsable de la organización. "Tras las exequias, surgió una marcha espontánea que convocó 8.000 jóvenes en la que ahora se llama Plaza Libertad".

A la concentración los agentes respondieron con más disparos. Dos personas más fueron asesinadas, pero en todo el país ese día murieron al menos 30, la mayor parte en Homs (oeste), la ciudad que se ha convertido en el bastión al que han acudido los que han desertado del regímen de Al Assad.

En otras ciudades también hay masacres: Hama (oeste), Deraa (suroeste), Idleb (noroeste). El lunes murieron 40 personas más, ejecutadas por los militares cerca de la frontera con Jordania.

De Mohammed existe una foto que ha podido hacer su caso conocido, pero tantos otros casos como el suyo se pierden. Azzawi, desde el Observatorio, quiso rescatar lo que le sucedió el domingo a un grupo de estudiantes, que también se negaron en Hama a participar en una manifestación a favor de Al Assad. Cinco fueron asesinados.

Más de 3.500 en todo el país, según naciones Unidas, son las víctimas mortales que ha dejado el régimen de Al Assad desde que comenzaran las protestas el pasado 15 de marzo. La Liga árabe suspenderá este martes a Siria para sacarlo de su sede, lo que no sentó nada bien a algunos sirios que asaltaron la embajada de Arabia Saudita,de Turquía y de Qatar.

Damasco, mientras tanto, ha insistido en reunirse otra vez con la Liga Árabe aunque ya incumplió con la organización su compromiso de no reprimir más a la población.

Desde la Unión Europea, por otra parte, se han establecido nuevas sanciones, y crece a su vez la presión para que la ONU tome medidas similares. Mientras tanto, el rey Abdullah de Jordania, que lleva desde 1999 en el poder, ha pedido a su homólogo que dimita.