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Haití no puede sufrir más. El cólera ya dejó cerca de 800 muertos, 13 de ellos en la capital, lo cual llevó a las Naciones Unidas a lanzar un llamado por fondos de emergencia para “evitar verse desbordada” por una epidemia que amenaza más que nada a las víctimas del terremoto de enero y que, según la misma fuente, podría afectar a 200.000 personas.
El ministerio de Salud haitiano anunció ayer un balance de 796 muertos y 12.303 hospitalizaciones desde la eclosión de la epidemia en el país, a mediados de octubre.
La inquietud por la propagación de la epidemia crece sobre todo en Puerto Príncipe, una capital superpoblada donde centenares de miles de haitianos duermen en campamentos desde el sismo del 12 de enero, que dejó más de 250.000 muertos y 1,3 millones de desplazados.
La OEA y veedores internacionales advirtieron ayer sobre la situación de violencia en el país a 16 días de las elecciones generales, en tanto crece entre los analistas las críticas al gobierno por no suspender los comicios frente a la epidemia de cólera. Ayer se analizaba la medida.
Las organizaciones internacionales consideran que la situación es potencialmente más preocupante en Puerto Príncipe, la capital superpoblada en la que viven un millón de personas en condiciones sanitarias precarias.
De los diez departamentos de Haití, cinco están directamente afectados por la epidemia, según un documento publicado ayer por la ONU, que además pidió con urgencia 163,8 millones de dólares para “evitar verse desbordada” por la epidemia de cólera en el país más pobre del continente.
“Necesitamos absolutamente este dinero cuanto antes para evitar vernos desbordados por esta epidemia” declarada a mediados de octubre, explicó la vocera de la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), Elisabeth Byrs, durante una conferencia de prensa.
La organización prevé que cerca de “200.000 personas manifestarán síntomas de cólera, con diarreas ligeras y una deshidratación severa”. “Los casos (de cólera) deberían de aparecer durante un brote de la epidemia que se producirá de forma repentina en diferentes partes del país”, según la ONU.
El cólera es una enfermedad altamente contagiosa, que puede provocar la muerte en unas horas, y cuya propagación se facilita por las fallas en las redes sanitarias y la ausencia de higiene y atención médica.
Las pésimas condiciones de higiene en los campos donde duermen hacinadas familias enteras con niños pequeños hace temer un avance rápido de la epidemia, calificada de asunto de “seguridad nacional” por el director general del ministerio de Salud, Gabriel Thimoté.
