Redacción BL
La tecnología puede ser la herramienta que nos permita hablar con la familia y sentirnos cerca, aunque cada unidad familiar esté en su domicilio. Es algo que ya experimentamos a finales de marzo, cuando hasta los mayores aprendieron a manejarse con las videollamadas.
Reunirse por videoconferencia
A estas alturas todo el mundo ha tenido alguna videoconferencia y sabe más o menos con qué aplicaciones se siente más cómodo, dependiendo de las viviendas o unidades familiares que se vayan a conectar y las características de las personas que vayan a participar en la videoconferencia, ya que cada manera de conectar tiene sus pros y sus contras: WhatsApp es muy fácil de utilizar para las videollamadas, pero tiene un límite de hasta ocho participantes y la conexión falla a veces. Zoom funciona muy bien pero si en la reunión hay más de tres usuarios impone un límite de tiempo de 40 minutos; Meet no precisa de ningún software en el PC (aunque sí en un móvil) y sirve para conferencias de hasta con 250 personas, aunque está orientada al ámbito educativo.
Para facilitar el proceso de elección de plataforma lo mejor es que una persona hable con quienes vivan en otras casas para ver si cuentan solo con el móvil o también pueden usar ordenador con cámara y en qué plataforma se sienten más cómodos. Si los mayores no tienen tablet o no se aclaran, alguien de la familia puede llevarles un dispositivo portátil con pantalla grande para que lo vean y luego sumarse a la celebración desde otra habitación. Si esto tampoco es posible, siempre queda la opción de incluirlos mediante llamada de teléfono con el manos libres, y se sentirán menos solos.
En algunas ocasiones se produce un efecto eco durante las videollamadas. En este caso conviene silenciar el micrófono que lo provoque y abrirlo solo cuando se vaya a decir algo que sea para todos. Si está la persona sola, la mejor opción para evitar este indeseado efecto es utilizar auriculares.
Si el televisor de casa tiene Chromecast o Apple TV se puede enviar la pantalla del dispositivo móvil al televisor para verlo en grande. Solo hay que abrir la aplicación o web con la videoconferencia, compartir la pantalla con el televisor y colocar el teléfono o la cámara y micrófono en un lugar donde capte bien a los que están en la habitación. Una última opción, quizás algo más complicada, es conectar el portátil a una televisión utilizando un cable HDM. En el caso de los móviles es más complicado ya que el teléfono debe tener conector micro-HDMI y contarse con un cable específico. Si se carga mediante micro-USB se dificulta todo un poco más, ya que haría falta un adaptador y que el teléfono fuera compatible con esta opción.
Preparar actividades comunes
■ Beber y comer lo mismo: Para que la experiencia de cenar o comer ‘en compañía digital’ sea más completa, se puede recurrir a ver el mismo programa y organizar el mismo menú, hasta en los aperitivos o beber lo mismo.
■ Plantear juegos sociales: Tras la cena ha llegado el momento de disfrutar de los dulces navideños, tal vez ver la tele y organizar algún juego social. Hay distintas maneras de participar en estas actividades comunes estando cada uno en un sitio diferente. Houseparty es una aplicación que permite al mismo tiempo tener una videoconferencia y jugar online. Incluye juegos como el clásico Trivial y hasta un kararoke. Hay que registrarse pero luego es muy sencilla de usar, ya que avisa cuando están conectados los contactos seleccionados para iniciar la videoconferencia con un toque en el móvil.
Otra opción es usar un ordenador, tablet o móvil para conectarse por videoconferencia y un dispositivo adicional para abrir cualquier web de juego gratuita como Skribbl.io, donde se pueden organizar partidas de ‘Pictionary’ privadas. También se puede recurrir a aplicaciones específicas como ‘UNO!’, que permiten multijugador entre gadgets a distancia.
Si es demasiado complicado jugar a través de una web o si la familia y amigos prefieren utilizar otro medio se pueden optar por organizar juegos físicos en común, pero en la distancia. En este caso, el parchís y las cartas quedan descartados, pero sí es posible jugar desde distintas casas unidos por videoconferencia a juegos como los mentados Trivial y Pictionary, en los que es suficiente con que el juego esté en una de las casas. Incluso un bingo (se pueden repartir los cartones con antelación, enviar por correo electrónico o una foto…).
