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Una apuesta a la tecnología para controlar las enfermedades de fin de ciclo

por Redacción BL
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BASF presentó Priaxor, un fungicida de última generación a base de carboxamidas.

Brand Studio para BASF

Al cierre de un año que prácticamente puso en pausa por completo a la actividad económica y productiva varios meses, la agroindustria demostró jugar un papel fundamental no solo para la reactivación interna, sino también en el desarrollo y el rol activo del país a nivel internacional.

En ese sentido, garantizar una óptima calidad de los cultivos y mejorar los rendimientos en cada campaña es de vital importancia para los productores.

Actualmente la soja representa el 45% del mercado de granos argentinos. Por lo tanto, el control de las enfermedades, sobre todo las de fin de ciclo, será una carta impostergable a jugar en el momento preciso de la campaña.

La Roya asiática, la Mancha marrón, la Mancha anillada, la Mancha púrpura o la Mancha ojo de rana son algunas de las más habituales y de las que causan mayores dolores de cabeza en las zonas productivas. Con el foco puesto en la problemática, BASF presentó Priaxor, un fungicida de última generación a base de carboxamidas.

El producto, que fue probado en las distintas regiones de la Argentina en dos campañas previas, se lanzó oficialmente al mercado de forma masiva hace pocos días. Además de incorporar un avance tecnológico necesario y efectivo, otra de las características fundamentales es que resulta accesible para el productor.


BASF presentó Priaxor, un fungicida de última generación a base de carboxamidas.

¿Cómo funcionó?

“Tuvimos una respuesta promedio de 364 Kilos por hectárea a favor de Priaxor, en comparación con el testigo y de 187 Kilos por hectárea del producto en comparación con los diferentes tratamientos de fungicidas a base de triazol más estrobilurina (de las más utilizadas por los productores para combatir las enfermedades)”, señaló el ingeniero agrónomo Juan Pablo Migasso, gerente del Cultivo de Soja de BASF, en el evento virtual realizado para presentar al fungicida.

Las pruebas se realizaron en 74 sitios del país. “Otorga más kilos por hectárea contra las mezclas tradicionales: una mayor persistencia de control, más días de protección; y mayor eficacia“, remarcó a modo conclusión de los estudios.

Mancha marrón, una de las tantas enfermedades que controla Priaxor.

Mancha marrón, una de las tantas enfermedades que controla Priaxor.

“Es un muy buen producto fungicida que tiene carboxamida, lo que lo diferencia del resto de este segmento. Creo que es fundamental como productor probar innovaciones en el campo aunque sea en pequeñas parcelas”, opinó Gustavo Ariel Gregoret, productor de la ciudad de Bandera en Santiago del Estero tras la utilización de Priaxor en su campo. Según señaló, le otorgó buenos resultados en el control de la Mancha púrpura y Mancha ojo de rana, de las enfermedades más habituales en la región norte del país.

El objetivo de la compañía es acompañar con nuevas tecnologías para los diferentes segmentos, acercando más soluciones y toda la información disponible para que puedan potenciar su producción y los rendimientos de la soja. “Priaxor es lo más novedoso en tecnología fungicida y completa el porfolio de soluciones que se adaptan a las distintas necesidades que se le presentan al productor día a día en su campo”, cerró Migasso.

El espectro de control del producto es amplio, dado que abarca a todas las enfermedades principales y que más se desarrollan en la soja. Trabaja de manera preventiva. La aplicación, de acuerdo con los expertos, debe realizarse a partir de los periodos reproductivos, específicamente en etapa R3 o de formación de vainas, siempre ante la aparición de los primeros síntomas. Además, según recomiendan, se aplica con el coadyuvante Dash MSO Max.

El producto abarca las enfermedades principales y que más se desarrollan en la soja, como Mancha ojo de rana.

El producto abarca las enfermedades principales y que más se desarrollan en la soja, como Mancha ojo de rana.

La actualidad financiera, el clima y las malezas, en el ojo del productor

Con motivo del lanzamiento de Priaxor, BASF reunió a especialistas de distintas áreas del agro en un encuentro virtual, para profundizar e intercambiar acerca de los principales temas que le interesan al productor a la hora de tomar decisiones de cara a la próxima campaña de soja.

Sin dudas el mercado de granos ocupa uno de los principales tópicos en el momento de considerar la venta o no de la producción. Por eso, Dante Romano, Gerente de Research y Consultoría en Fyo, Leonardo De Benedictis, meteorólogo, y Margarita Sillón, Profesora y responsable del Área de Fitopatología de la Universidad Nacional del Litoral, participaron como expositores.

“Con 300 dólares la tonelada a cosecha, la recomendación es cerrar las relaciones insumo-producto realizando ventas pero siendo muy prudentes”, aconsejó Romano al meterse de lleno en el mercado. “Pero además aprovechar que podemos poner seguros de precio mínimo en torno a los 276 dólares por tonelada sin comprometer mercadería física”, aclaró.

Tras realizar un análisis en detalle de la situación de América en general, en donde Estados Unidos ya exportó un 88% del stock de soja vendido, consideró que “Sudamérica no puede pifiar“. Sin embargo, insistió: “Ante la consulta ‘vendo o espero’, yo les diría que vendan para cubrir los costos, pero siempre hay que ser prudente“.

El ingeniero agrónomo Juan Pablo Migasso, gerente del Cultivo de Soja de BASF.

El ingeniero agrónomo Juan Pablo Migasso, gerente del Cultivo de Soja de BASF.

Por su parte, De Benedictis se sumó a la presentación y se refirió a las tendencias climáticas en el contexto de un año Niña que, según sus previsiones, se extenderá hasta abril. Para esta campaña recomendó “cuidar el agua y aprovecharla, ya que va a ser menos recurrente a lo largo del ciclo”.

Sillón apuntó, entre otras cuestiones, a los errores más comunes que se dan en el manejo de enfermedades. “Son tres los fundamentales. En principio, se dan en el diagnóstico, porque se siguen sumando enfermedades que aún no son tan conocidas en el cultivo de soja. También ocurren problemas de cuantificación, algo que lleva a realizar aplicaciones de fitosanitarios tardías”, enumeró. “Por último, un error muy importante es no respetar las dosis. Siempre hay que aplicar la dosis recomendada, tanto desde el punto de vista legal como técnico, ya que esa recomendación es producto de ensayos y muchísimos tratamientos hechos”, detalló la experta.

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