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Unicaja | El Unicaja se apunta a la tecnología antigravedad de la NASA

por Redacción BL
Unicaja | El Unicaja se apunta a la tecnología antigravedad de la NASA

El Unicaja comenzará la pretemporada el 10 de agosto, pero la realidad es que el trabajo no ha parado en Los Guindos desde que acabó el confinamiento. La mitad de la plantilla ya se está entrenando con vistas a la próxima temporada y los lesionados pisan el acelerador para estar cuanto antes. Jaime Fernández y Dragan Milosavljevic centran la atención y la preocupación de Luis Casimiro y los aficionados malagueños. Vienen de dos lesiones graves y es una incógnita cuándo podrán volver a jugar.

Con el objetivo de que estén en la pista lo antes posible y en las mejores condiciones se están usando todas las herramientas que el club tiene a mano, y las que no. El Unicaja tiene un acuerdo para usar una máquina de antigravedad (Alter G), que fue diseñada por un ingeniero de la NASA entre otros, y que reduce de forma drástica el impacto a la hora de correr. El dispositivo consiste en un tapiz para caminar o correr, al que se acopla una bolsa que crea un vacío de aire que permite ir restando de un 1% en un 1% el peso del deportista, hasta dejarlo en un 20% de su peso total, disminuyendo así el impacto contra el suelo.

«La sensación es como la de ir flotando», explica a SUR, Manuel García, el director de Eshmún Sport Clinic, que es el centro situado en el Limonar en el que se encuentra la única máquina de este tipo de uso público que hay en Málaga. «La adquirimos porque se puede usar en un gran tipo de patologías y para mejorar el rendimiento de deportistas o la rehabilitación de personas con lesiones tanto musculares, como cardiovasculares o que han sufrido un ictus», afirma García.

Jaime Fernández y Dragan Milosavljevic van a ser los dos grandes beneficiados del uso de esta tecnología. El primero se operó de los dos talones, por lo que ahora tendrá que ‘aprender’ a correr, y es clave que no tenga miedo a hacerlo, tal como detalla el preparador físico del Unicaja, Diego Vázquez. «En su caso es una readaptación a la carrera y con esta máquina puede tener mejores sensaciones, evitar el temor a sentir dolor, porque se siente más ligero dentro, y reducimos el riesgo de sobrecargas. Correr en esta máquina nos permite recuperar más rápido y, como dije, reducir el impacto en toda la zona del tendón de Aquiles, tobillo, sóleo, rodilla y cadera», explicó.

La máquina permite dejar el peso de una persona al 20% del total, lo que minimiza el impacto a la hora de correr

La idea original de este invento fue de unos ingenieros de la NASA, pero curiosamente con el efecto contrario, porque el primer prototipo tenía como objetivo aumentar la gravedad, pues lo usaban los astronautas de las estaciones espaciales. Les permitía ejercitarse añadiendo peso porque los huesos y los músculos se atrofian y pierden propiedades cuando los astronautas pasan mucho tiempo en ausencia de gravedad. Esto les dio la idea para hacer precisamente lo contrario; para que estando en la tierra, se lograse la ingravidez que hay en el espacio, pero de manera controlada.

El estadounidense Sean Whalen la diseñó con su padre una primera máquina en el garaje de su casa en California y hoy es millonario gracias a su comercialización, pues cada aparato cuesta unos 30.000 euros. El Málaga Club de Fútbol también tiene una máquina de este tipo, pero al parecer ha estado o está fuera de servicio últimamente.

Por su parte, Dragan Milosavljevic comenzará a utilizarla el lunes. Para el serbio, que se rompió el cruzado hace un año, una tecnología de este tipo es clave debido a lo delicada de su lesión. Milosavljevic se puede decir que perdió tres meses de tratamiento por el confinamiento, pero la Alter G le puede venir muy bien porque precisamente una de las claves de su uso es que permite a los deportistas seguir entrenando y corriendo pese a estar levemente lesionados. Así, es posible encontrar un punto en que la carrera se realiza sin molestias con sólo ir restando peso reduciendo la gravedad de la bolsa en la que se encuentra el tren inferior. Es, por ejemplo, lo que ha hecho Carlos Suárez estos días, pues todavía se está recuperando de un golpe en el gemelo que sufrió en la fase final.

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