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Las tropas del dictador libio continúan bombardeando Misrata. Kuwait donará US$177 millones a los rebeldes, que "pronto" reanudaran la exportación de petróleo
Un bombardeo aéreo de la OTAN destruyó un edificio dentro del complejo de Bab al-Aziziyah de Muammar Khadafi a primera hora del lunes, en lo que un funcionario de prensa del Gobierno describió como un atentado contra la vida del dictador.
Los bomberos continuaban trabajando para extinguir las llamas en una parte del edificio destruido cuando periodistas extranjeros fueron llevados en una visita guiada al recinto ubicado en Trípoli (ver video). Una sala de reuniones, enfrente del despacho de Khadafi, también fue alcanzado por la onda de la explosión y quedó destruida parcialmente.
Las televisiones estatales libias dejaron de emitir después de las explosiones y reanudaron sus programas al cabo de unos minutos.
El funcionario de prensa, que habló bajo condición de anonimato, dijo que dijo que 45 personas resultaron heridas en el ataque, incluyendo a 15 con heridas de gravedad, y que aún hay algunos desaparecidos. Esta información no pudo ser confirmada.
El complejo de Khadafi había sido atacado previamente, pero las fuerzas de las OTAN parecen haber aumentado el ritmo de las incursiones en Trípoli en los últimos días. Por caso, un objetivo cercano, que el gobierno dijo era un aparcamiento de automóviles pero que parecía ocultar un búnker, fue atacado hace dos días.
Estados Unidos, Gran Bretaña y Francia han dicho que no detendrán su campaña aérea sobre Libia hasta que Khadafi abandone el poder. Washington ha asumido un rol secundario en la guerra aérea desde que cedió el mando a la OTAN a fines de marzo, pero está bajo presión para que haga más. Esta semana envió su nave no tripulada Predator, que disparó por primera vez el sábado.
Mientras, tropas oficialistas bombardearon nuevamente el bastión rebelde de Misrata el domingo, un día después de anunciar su retiro luego de un sitio de dos meses. Un vocero de gobierno dijo que el Ejército aún lleva a cabo su plan de abandonar la ciudad, pero que devolvió el fuego cuando fuerzas que se retiraban fueron atacadas. Los rebeldes dijeron, en cambio, que el anuncio podría ser parte de una artimaña para enmascarar movimientos de tropas o incitar a la violencia entre los sublevados y las ciudades aledañas.
El líder rebelde Mustafa Abdel Jalil señaló en una rueda de prensa en Kuwait que ese país contribuirá con 50 millones de dinares kuwaitíes (177 millones de dólares) al consejo rebelde de Libia para ayudar a pagar salarios en la separatista región este del país. "Somos capaces de cubrir sólo el 40 por ciento de esa cantidad. Necesitamos ayuda urgente", agregó.
Abdel Jalil comentó que los rebeldes también habían recibido armas de "amigos y aliados", pero no especificó qué países u organizaciones las habían donado.
Los rebeldes han estado buscando el reconocimiento internacional así como el apoyo material de Occidente y el Mundo Árabe. Ellos han sido incapaces de avanzar desde el este de Libia y han librado una feroz batalla con avances y retrocesos contra las fuerzas leales a Khadafi en la carretera entre las ciudades orientales de Ajdabiyah y Brega.
En tanto, reiniciar la producción petrolera en las áreas controladas por los rebeldes sería un gran impulso para los insurgentes. Un funcionario petrolero de los rebeldes comentó que las compañías podrán hacerlo tan pronto como las áreas donde operan sean aseguradas. "Para Sirte Oil y Zueitina, tenemos gente dispuesta a instalarse ni bien estén seguros para hacerlo", dijo a periodistas en Bengasi Wahid Bugaighis, designado director de la Compañía Nacional de Petróleo por el consejo nacional rebelde.
Misrata bombardeada
Allí, el ánimo de victoria tuvo una corta duración y la posibilidad de un punto de inflexión en el conflicto se redujo el domingo. "La situación es muy peligrosa", contó el vocero rebelde Abdelsalam. "Las brigadas de Khadafi comenzaron los bombardeos al azar en las primeras horas de esta mañana. El bombardeo continúa", agregó.
Tropas capturadas de Gobierno dijeron el sábado que se les ordenó retirarse luego de un sitio de casi dos meses, pero los rebeldes ahora dicen que creen que se trató de una estratagema. "No creo que esto sea un retiro real", señaló el vocero Ahmed Bani.
El portavoz sugirió que leales al Gobierno podrían intentar elevar las tensiones entre Misrata y ciudades vecinas, agregando que las tropas de Khadafi podrían volver a la ciudad posteriormente bajo la excusa de proteger a las tribus locales, enviadas al lugar, de las manos de los rebeldes.
Fuente: Reuters