Todos tenemos demasiadas cosas que hacer; pero debemos buscar tiempo para recargar las energías mediante un buen descanso nocturno. La calidad y cantidad de descanso pueden hacer la diferencia en tu capacidad productiva al día siguiente y en tu salud futura.
Aquí te mostramos 10 consejos para ayudarte a obtener el descanso que necesitas y mereces.
Permítete dormir. Aunque sea difícil dejar tu lista de asuntos pendientes a un lado, haz del descanso tu prioridad. Verás que te lo agradeces a la mañana siguiente.
Relájate temprano en la noche. Trata de lidiar con las preocupaciones y situaciones molestas varias horas antes de la hora de acostarte.
Prepara un ritual de descanso. Hacer lo mismo todas las noches antes de irse a dormir le indica al organismo que es hora de descansar.
Conserva la regularidad de horarios. Mantén tu reloj biológico en hora llendo a dormir a la misma hora todas las noches y levantándote a la misma hora todas las mañanas; incluyendo los fines de semana.
Crea un lugar tranquilo para dormir. Duerme en una habitación fresca y oscura, libre de ruidos que perturben tu descanso.
Duerme en un colchón y en una base que te brinde comodidad y soporte. Es difícil dormir en una cama que es demasiado pequeña, demasiado blanda, demasiado dura o demasiado vieja.
Realiza actividad física regularmente. La actividad física, realizada en forma regular, ayuda a librarse de preocupaciones y tensiones diarias; pero no lo hagas cerca de la hora de acostarse ya que podría ser un impedimento para dormir.
Reduce la cantidad de estimulantes. El consumo de estimulantes, como la cafeína, por la noche pueden ser un obstáculo para dormirse.
No fumes. A los fumadores les lleva más tiempo dormirse y suelen despertarse con más frecuencia durante la noche.
Reduce las bebidas alcohólicas. El consumo de alcohol poco tiempo antes de la hora de acostarse interrumpe y fragmenta el sueño.
