Doce personas murieron y trece resultaron heridas, tres de las cuales están en estado crítico, al ser arrolladas por un tren en Castelldefels, en el noreste de España, confirmo el jefe de Protección Civil, Josep Ramón Mora.
El accidente se produjo cuando numerosas personas cruzaban por un lugar indebido las vías del tren, informaron fuentes policiales.
Centenares de personas celebraban en la noche del miercóles en la playa de Castelldefels la verbena de San Juan, la mayoría jóvenes y buena parte de ellos de origen latinoamericano.
La policía desalojó los vagones del tren e inspeccionó las vías en busca de cadáveres, al igual que numerosas personas que se lanzaron a la búsqueda de familiares y amigos.
La línea entre Levante y Barcelona, en la costa este española, quedó interrumpida en ambos sentidos para facilitar las tareas de los servicios de Emergencias.
Testimonio
Marcelo Carmona, un boliviano testigo del trágico accidente ferroviario de anoche, dijo hoy que el paso subterráneo de la estación de Castelldefels (noreste español) estaba «abarrotado» y que, pocos segundos antes del siniestro, hubo una «oleada de gente que se lanzó a las vías».
Según informaron a Efe testigos presenciales, las personas arrolladas cruzaban las vías por un lugar indebido tras llegar a la estación en otro tren.
Según relató hoy Marcelo Carmona, en declaraciones a Efe, «el tren en el que íbamos estaba muy lleno de gente, centenares de personas, sobre todo jóvenes y adolescentes».
«Yo iba con mi familia y me quedé más atrás cuando abrieron las puertas. Los jóvenes salieron hacia el paso subterráneo, pero es muy estrecho y se llenó enseguida. Entonces se produjo una oleada de gente que entró en las vías. El convoy llegó a toda velocidad, sonó el claxon varias veces y a los tres segundos todo se llenó de cadáveres», explica Carmona.
Era su primera verbena de San Juan en Cataluña y jamás la olvidará: «Se escuchó el claxon del tren varias veces y en tres segundos… se llenó todo de cadáveres, hubo muchos gritos y mucha angustia».
