Redacción BLTemor por retorno de la violencia al municipio de Buenaventura
El estallido de dos granadas, el martes pasado, es el más reciente episodio de la ola de violencia que azota al Puerto en los últimos meses.
Este año las cifras de muertes violentas se dispararon. Entre enero y septiembre pasado se han presentado, según Medicina Legal, 174 homicidios, un 42% más que en el mismo lapso del 2010, cuando ocurrieron cien.
Los atentados del martes, que se presentan justo en el inicio del Festival Folclórico del Pacífico, no dejaron personas heridas. Una de las granadas la arrojaron contra un CAI del barrio 14 de Julio, otra en el centro, donde también desactivaron un tercer artefacto.
“No podemos negar que los casos de violencia han ido aumentando, se nos volaron las estadísticas, al parecer se trata de una guerra entre la guerrilla y una banda delincuencial al servicio del narcotráfico”, dijo el coronel Héctor Triviño, comandante de la Policía del Puerto.
El oficial ofreció una recompensa de hasta cinco millones de pesos por información de los autores de los últimos ataques.
La iglesia local, en cabeza del obispo Héctor Epalza, ha reiterado su llamado a los violentos a que cesen las muertes violentas y a las autoridades a ser más eficientes en el control de la delincuencia.
Monseñor Epalza lleva meses denunciando la crisis que vive Buenaventura, e incluso ha mostrado su preocupación por una serie de feminicidios ocurridos en la ciudad.
El hecho que disparó las alarmas y generó el temor del retorno de la violencia de los años anteriores se presentó en los últimos días de septiembre. En la parte de baja mar del barrio Lleras se encontró el tronco de un hombre. El cuerpo fue posteriormente reconocido por sus familiares que indicaron que se trataba de Brayan Gustavo Ocoró, de 28 años.
El barrio Lleras es uno de los sectores, según las autoridades, afectados por la nueva disputa entre las Farc -que quieren retomar el control en algunas zonas- y grupos de narcotraficantes. Los otros son Seis de Enero, Antonio Nariño y La Inmaculada.
Cinco personas han sido encontradas flotando en las zonas de baja mar, muchas de ellas habían sido reportadas como desaparecidas. Varios de los cadáveres tenían muestras de violencia y tortura.
Asimismo, en la lista de muertes violentas de las últimas semanas se contabilizan cinco ‘motorratones’. Al parecer, varios de estos crímenes los cometió la guerrilla, pues presuntamente entre los ‘motorratones’ había personas vinculadas con reductos de paramilitares.
Pero la situación va más allá. En Buenaventura aumentan las informaciones de la llegada de personas que dicen ser mensajeras del antiguo capo Víctor Patiño Fómeque, quienes aseguran que él pretende recuperar el control de la salida de las drogas.
‘La Empresa’
“Antes mandaban ‘Los Comba’, pero ahora el control es de la gente de Patiño, que además está recuperando bienes”, aseguró un investigador de un organismo de inteligencia.
El investigador agregó que ‘La Empresa’ es el nombre de la banda que delinque en el Puerto para los hermanos ‘Comba’.
“Está dividida por comunas, en cada una de ellas hay un jefe, la mayoría de los cabecillas son ex paras. La banda está conformada por aproximadamente 250 personas, casi todos son desmovilizadas de las AUC o de la guerrilla”, reveló.
‘La Empresa’ está enfrentada con miembros del Frente 30 de las Farc y algunos milicianos de la Manuel Cepeda, quienes tienen una alianza con los delegados de Patiño y alias Martín Bala.
“Esta guerra entre la gente de ‘Los Comba’, que se libra también en Cali y el norte del Valle, en Buenaventura tiene tintes aún más complejos, porque aquí se trabaja para el mejor postor y hay casos de ex guerrilleros que se volvieron paras o al revés”, expresó el investigador.
Desplazamiento en el Lleras
Por lo menos 20 familias residentes en la calle La Fortaleza del barrio Lleras se vieron obligadas a desplazarse a un refugio en el centro de convenciones Eriberto Correa Yepes, donde se les ha atendido por la Personería Municipal y Alcaldía.
“Esperamos que nos garanticen el retorno y la seguridad para nosotros”, dijo un vocero de los desplazados que buscan volver a sus viviendas.
La situación se generó por presiones de las milicias de las guerrillas que están intentando ingresar a la zona.
En este sector de bajamar de Buenaventura, según versiones de algunos pobladores que se han ido y de vecinos de otras calles, se han visto hombres de civil armados, a los que muchos denominan como los de las botas.
“La paz había regresado, pero ya volvió la violencia”; dijo una madre víctima de la delincuencia.
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