Desde que inició su administración, en enero de 2008, no ha parado de subir en las encuestas.
De un 65 por ciento en enero del 2008 subió a 91 en diciembre pasado.
La aprobación a su labor, según la encuesta Gallup de diciembre pasado, está en el 91 por ciento. Ni siquiera el presidente Álvaro Uribe ha llegado a semejante nivel.
«No hay en la historia un alcalde que reúna tanta popularidad y aceptación, ni en ciudades ni en pequeños pueblos», confirma el ex ministro y gestor de la elección popular de alcaldes, Jaime Castro.
Pero no solo aumenta el apoyo a Char. Paralelamente se ha incrementado, de manera significativa, el optimismo de los barranquilleros.
Según Gallup, cuando él empezó con la alcaldía, sólo el 32 por ciento de los consultados creía que las cosas iban a mejorar. En diciembre pasado esta cifra subió al 75 por ciento.
¿Qué tiene Char para estar tan bien en las encuestas?
Las respuestas abarcan cambios en la forma de administrar y grandes obras. Pero también un fuerte trabajo en los sectores populares.
Lizeth Peña, líder del barrio Siete de Abril, afirma que cuando ya habían «perdido la esperanza de que la educación para los niños fuera gratuita y de calidad, esto se hizo realidad». Aún más, le parece «increíble» que a los menores les den un auxilio de comida.
Y el edil Yesid Escorcia reconoce cómo, después de seis décadas, los habitantes de La Ceiba, en el suroccidente de Barranquilla, finalmente vieron cómo se pavimentaron los 150 metros de la calle 57, entre carreras 13 y 14. «Ahora la policía y las ambulancias pueden ingresar», celebra.
Otros sectores tienen su propia interpretación sobre el fenómeno de popularidad de Char. El senador barranquillero Efraín Cepeda (conservador) identifica como un gran éxito el saneamiento de las finanzas de la ciudad, la cual se encontraba en Ley 550 (ley de quiebras). Y su colega de ‘la U’, Armando Benedetti, destaca, sobre todo, la calidad del equipo que rodea al alcalde.
La transparencia administrativa es otro factor que ha calado en la visión que los barranquilleros tienen de Char, toda vez que sus inmediatos antecesores han atravesado circunstancias negativas: tanto Guillermo Hoennisberg como el cura Bernardo Hoyos fueron procesados por casos de corrupción. Para Fernando Castro, presidente ejecutivo de la Cámara de Comercio, la gestión sin tacha de Char es la razón por la cual los barranquilleros han vuelto a confiar en su alcalde. Precisamente, uno de sus aciertos más sonados fue su decisión de tumbar varias concesiones para el recaudo de impuestos, calificadas como leoninas.
Entre los episodios polémicos que han envuelto su administración se encuentra una denuncia de la revista Cambio sobre la existencia de un ‘cartel’ para negociar pleitos de tierras, del que, al parecer, hacía parte Fernando Fiorillo, jefe de Inspección y Comisarías, uno de los funcionarios ‘estrella’ de la alcaldía.
Pero la reacción de Char fue categórica al separar a Fiorillo del cargo y solicitar la intervención de la Fiscalía y la Procuraduría.
El director de la Cámara de Comercio, resalta otro elemento en el éxito de Char: «la forma como se ha acercado a la comunidad».
Esta percepción la comparte el concejal Roberto Rosanía, quien explica que los barranquilleros lo están «premiando» porque lo sienten sensible a sus necesidades.
«Desde temprano Char está en las calles supervisando la pavimentación de las vías, los centros de salud y los colegios», afirma.
Agrega que «con el auge económico de los años 2007 y 2008 y con la necesidad que han despertado los puertos, ha llegado mucha inversión generando mano de obra y por ende, bienestar».
Aunque al mandatario se le hacen algunos cuestionamientos en temas como el de Valorización y Medio ambiente, ninguno de ellos ha hecho mella en el reconocimiento de una gestión que ha convertido a Char en un verdadero fenómeno de la popularidad en Colombia.
‘Es una gestión sin politiquería’
Char Chaljub atribuye su éxito a que «estamos haciendo el trabajo que por muchos años se dejó de hacer».
De acuerdo con él, en buena medida el apoyo que ha conseguido está cimentado en que logró poner en orden las finanzas de la ciudad y con ello tuvo recursos para comenzar a cerrar la brecha social.
Por eso le gusta hablar de los resultados de su gestión.
Cuenta cómo ha logrado que prácticamente todos los niños de Barranquilla estudien.
También asegura que el aumento en la atención en salud a los menos favorecidos de la ciudad es un hecho. Y señala que mediante acuerdos con las comunidades, se han pavimentado vías en barrios muy pobres de esa capital.
«Es claro que tenemos una administración transparente, una gestión en la que no hay politiquería ni corrupción, en la que cancelamos unos contratos onerosos y todo eso ha generado confianza en nuestra alcaldía, lo que a su vez ha redundado en beneficio social», explica.
Y enfatiza que «cuando empezamos la administración la alcaldía debía 600 mil millones de pesos y el presupuesto era de 600 mil millones. Para este año la deuda está en 350 mil millones y el presupuesto es de 1,4 billones».
