Redacción BL
En las últimas semanas, una serie de infraestructuras petroleras y gasíferas han sido afectadas, bien sean oleoductos o campos petroleros, que han tenido impactos en la operación del sector.
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De acuerdo con cifras de Cenit, filial de Ecopetrol dedicada al transporte de hidrocarburos, en los primeros tres meses del año se han registrado ocho atentados en el sistema de transporte de hidrocarburos, esto representa 44,4% de los ataques totales registrados en 2022.
De estos ocho que se han visto, siete que se han dado en Caño Limón – Coveñas, mientras que uno fue reportado en el sistema Trasandino.
Por este motivo, Ecopetrol debió suspender las entregas de gas del campo Gibraltar, puesto que un atentado el pasado 28 de marzo en el oleoducto Caño Limón – Coveñas obligó a la empresa a tomar esta decisión. De acuerdo con la petrolera estatal, esta decisión busca garantizar la seguridad de las operaciones.
Este campo, ubicado en Toledo, Norte de Santander, despacha 38 millones de pies cúbicos diarios de gas natural, con los cuales se abastece la demanda esencial de gas domiciliario, así como la demanda industrial de una parte importante de los departamentos de Santander, Antioquia y Norte de Santander.
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Unos días después, la compañía también informó que había sufrido un atentado en el campo La Cira Infantas en Barrancabermeja. De esta forma, las infraestructuras de Ecopetrol han sufrido ya dos atentados este año en la zona del Magdalena Medio. En esta zona se habían registrado cuatro atentados en 2021 y seis el año pasado, de acuerdo con los registros de la petrolera.
Cabe recordar que desde 2018, el país había tenido una caída en el número de ataques registrados en la infraestructura de transporte de Cenit. En 2018 se llevaron a cabo 105 ataques, la mayor parte en Caño Limón – Coveñas y desde entonces la cifra cayó progresivamente hasta llegar a 18 el año pasado.
De acuerdo con Ecopetrol, estos ataques a su infraestructura “atentan contra la seguridad energética del país”.
La Asociación Colombiana de Petróleos (ACP) advirtió sobre el incremento en la conflictividad social en las regiones donde operan sus empresas asociadas. Esto incluye actuaciones como bloqueos en los campos petroleros.
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“En Colombia la conflictividad se ha incrementado cuatro veces entre 2016 y 2022”.
Los municipios donde hay más operaciones petroleras y mineras son Santander, Meta, Casanare y Putumayo, por ende, son los reseñados en el informe presentado por la ACP. En ellos, se ha visto el 67% del total de los bloqueos, explica la agremiación.
De acuerdo con la asociación en 2022 hubo 2,9 bloqueos al día en las operaciones. En departamentos como Santander y Meta la situación fue particularmente compleja.
Además de atentados y ataques en contra de las estructuras petroleras, también se han registrado una serie de conexiones ilícitas.
De acuerdo con las cifras de Cenit, en lo corrido del año se han identificado 146 hechos de este tipo, la mayoría en el sistema Trasandino, con 141 del total de los hechos registrados por la filial de Ecopetrol.
Esto quiere decir que en los tres primeros meses del año se han registrado un 20,8% del total visto en 2022. Para ese año se registraron 715 conexiones a su infraestructura.
Este fue el año con menor dato desde 2019, puesto que desde entonces se había visto una reducción, al igual que en los ataques a sus oleoductos. Ese año hubo 1.164 conexiones en sus dos sistemas.
De acuerdo con datos de la ANH, la producción de petróleo aumentó en enero 4,41% frente a la vista en el mismo lapso de 2022. Para el primer mes del año, se registró una producción de 773.857 barriles de petróleo promedio por día, comparados con 741. 132 vistos el año anterior.
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Ahora bien, al comparar contra diciembre hay una contracción de 1,37%. En el caso del gas, la producción fue de 1.643 millones de pies cúbicos diarios, lo que significó una contracción de 8,2% frente a enero de 2022 y 1,29% más que en diciembre.
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