El Gobierno anunció este martes que reforzará la presión militar y policial en el mayor puerto del Pacífico, en respuesta a videos difundidos en redes sociales que muestran a hombres armados patrullando las calles de Buenaventura y amedrentando a sus pobladores.
Fusiles en mano y encapuchados, una veintena de hombres vestidos de negro lanza advertencias a bandas rivales en la ciudad de unos 320.000 habitantes que sufren la violencia desde hace décadas, según imágenes que sembraron terror el fin de semana.
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“Definimos que vamos a tener una presencia jueves y viernes en Buenaventura (…) Vamos a ampliar la capacidad para el control urbano con fuerzas militares y de la policía”, anunció el ministro de Defensa, Iván Velásquez, sin dar cifras, luego de un consejo de seguridad sobre el tema en la sede presidencial de Bogotá.
Por el puerto pasa el 40 % del comercio internacional de Colombia y es una codiciada ruta del narcotráfico hacia Centroamérica y México. Surgidas de la escisión de un poderoso cartel de la droga, las principales bandas de la ciudad conocidas como Shottas y Espartanos se disputan el narcotráfico y la extorsión, según inteligencia militar.
La policía no ha precisado a qué banda pertenecen los hombres armados del video, pero ofrecieron recompensas de hasta 200 millones de pesos por información que permita identificarlos y capturarlos. En el marco de su política de ‘paz total’, el gobierno izquierdista de Gustavo Petro media entre Shottas y Espartanos para silenciar los fusiles en el puerto.
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En septiembre las bandas firmaron una tregua. “Ante la violencia armada, estamos con ustedes. No están solos”, anotó en un comunicado la oficina del Alto Comisionado para la Paz y anunció que “en las próximas dos semanas” se retomarán las mesas de diálogo con voceros de las organizaciones en el puerto.
“Llamamos a los grupos Shottas y Espartanos a pronunciarse públicamente rechazando los hechos de violencia recientes y reiterando su disposición a ser parte de la Paz Urbana”, añadió.
Petro apuesta por una salida negociada al conflicto interno que siguió pese a la firma del acuerdo de paz con la guerrilla de las Farc en 2016.
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Violencia en Buenaventura
Tras varios meses de aparente calma, con la firma de una tregua entre los dos grupos que controlan Buenaventura, las balaceras han vuelto a esta urbe, la principal del Pacífico colombiano, y la violencia amenaza con desbaratar lo que el Gobierno colombiano denominó como “laboratorio de la paz total’.
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“Nuevamente retornó la guerra, retornó la incertidumbre y naufraga en estos momentos el laboratorio de la paz total”, explicó el analista de la Fundación de Paz y Reconciliación (Pares) Juan Manuel Torres, que expuso en un video que “la incertidumbre es total, los enfrentamientos entre bandos son el pan de cada día y las familias están viviendo momentos de zozobra”.
Al enfrentamiento entre Shottas y Espartanos en los barrios, que han vuelto de nuevo frecuentes las balaceras al caer la noche, se suman videos de un nuevo grupo armado llamado: Jalisco (una posible disidencia de los otros), donde encapuchados exhiben armas de largo alcance y dicen controlar varios barrios en un mensaje con tintes amenazantes.
Los Shottas y Los Espartanos, dos bandas que algún día fueron una sola, pero que se separaron y ahora controlan la ciudad dividida por ‘líneas rojas’ y enfrentamientos entre ambas, anunciaron una tregua a finales del año pasado.
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El pasado diciembre se celebró por todo lo alto un acto en la ciudad portuaria en el que tanto el presidente, Gustavo Petro, como la vicepresidenta, Francia Márquez, pusieron en relieve la importancia de esta tregua que permitió registrar meses sin un solo asesinato y que, en cierto modo, borró las fronteras invisibles que separaban la ciudad.
Pero las acusaciones entre bandas por cobros de extorsiones y la desaparición de uno de los pandilleros que lideraban uno de los grupos desestabilizó la tregua en abril y la situación ha ido en declive desde entonces.
“No ha cambiado nada en estos dos años por más que se haya anunciado el proyecto piloto de la ‘paz total’ y que en algunos meses haya habido una poca tregua de tranquilidad”, consideró Torres.
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El experto explicó que se ha producido una fragmentación en microbandas por liderar las extorsiones y las actividades ilegales en la ciudad y también “problemas internos entre estructuras”.
Violencia en Buenaventura
A este empeoramiento se le añaden los intereses transnacionales, ya que el puerto es ruta para el narcotráfico y contrabando Hay “disputas calle a calle, barrio a barrio, balaceras que se han presentado en estos últimos dos meses de manera muy intensa dejando un saldo de homicidios y de desplazamientos internos”.
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La Oficina del Alto Comisionado para la Paz (OACP) denunció el lunes “las violencias armadas que siguen aterrorizando y ensangrentando la historia de esperanza de la comunidad bonaverense”, mientras aseguró que sigue trabajando para instalar el espacio de conversación sociojurídico prometido desde hace meses.
PORTAFOLIO
*Con información de AFP y EFE
