La denuncia la hizo la concejala Martha Ordóñez. El Idrd responde que la comunidad también es responsable de mantenerlos en buen estado.
El 45 por ciento de los parques bogotanos no tiene mobiliario de juegos infantiles y 591 con áreas para estos juegos están en mal estado.
En localidades como Bosa, por cada 900 niños hay un parque con módulo infantil y en Ciudad Bolívar uno por cada 687. En esta última, al igual que en Tunjuelito, Antonio Nariño y Puente Aranda, uno de cada tres parques está en mal estado.
Las denuncias son de la concejala Martha Ordóñez y fueron hechas en un reciente informe sobre el estado de estos espacios en la capital. «Visitamos 11 localidades y encontramos varios parques sin mantenimiento, oxidados, roídos, desgastados por el uso, con basuras, sin podar y que se vuelven focos de inseguridad y atracción de habitante de calle», afirmó la concejala.
Algunos donde se instalaron nuevos mobiliarios, pero no se desmontaron los dañados, «están sometiendo a los niños a una situación de peligro», agregó.
Han ocurrido accidentes
Se han registrado cinco accidentes infantiles en los últimos tres años, por el uso de rodaderos y columpios en mal estado: en el parque Barranquillita, en Usme; en el Santa Marta, en Teusaquillo; en el Parque El Recreo; en el Desarrollo Laureles, en Bosa y en el Supermanzana 6, Kennedy.
El informe señala, así mismo, que el diseño de estas áreas verdes no responde a las necesidades de los infantes y en muchos casos no garantiza su seguridad.
Según la concejala, si bien la existencia de superficies de plástico en las áreas infantiles son las más recomendables por seguridad, acorde con la norma técnica europea, en los módulos infantiles de los parques de la ciudad existen de asfalto o de baldosas prensadas adheridas al piso.
«A esto se suma que no hay zonas con juegos individuales para atender población discapacitada», agrega.
Incluso, un estudio de la Universidad Nacional señala que los juegos infantiles instalados en los parques bogotanos no permiten alcanzar el nivel de actividad que puede realizar un niño según su condición de discapacidad.
