Al comienzo de esta pandemia, uno de los grandes retos que nos planteamos en el Gobierno fue garantizar que la toma de decisiones estuviese siempre basada en el único insumo preciso, objetivo e idóneo: la información. Y allí, la tecnología se constituyó como la herramienta correcta para lograrlo. No existe decisión, circular o decreto en esta emergencia que no tenga un sustento contrastado o validado con el procesamiento de grandes volúmenes de información con ayuda de la tecnología.
Al comienzo de esta pandemia, uno de los grandes retos que nos planteamos en el Gobierno fue garantizar que la toma de decisiones estuviese siempre basada en el único insumo preciso, objetivo e idóneo: la información. Y allí, la tecnología se constituyó como la herramienta correcta para lograrlo. No existe decisión, circular o decreto en esta emergencia que no tenga un sustento contrastado o validado con el procesamiento de grandes volúmenes de información con ayuda de la tecnología.
El uso de aplicaciones de trazabilidad y de tecnologías como ‘big data’, ‘machine learning’, inteligencia artificial, a nivel sanitario gubernamental, ha sido parte del secreto del éxito en distintos países que han logrado mitigar la pandemia, un camino que Colombia rápidamente entendió y adoptó.
Afortunadamente, desde el Instituto Nacional de Salud (INS), entidad que lidera la estrategia de prevención y trazabilidad de casos contra la pandemia del coronavirus y de enfermedades como el zika, el chikunguña, el dengue, la malaria y el sarampión, entre otras, la tecnología ha sido parte de su cotidianidad y es usada para fortalecer sus capacidades operativas.
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Hoy en día, el INS utiliza robots para la extracción de muestras y el procesamiento de las mismas. También aplica tecnología en el análisis de la información de avance de la pandemia y la publicación de datos, primordial para el seguimiento de los posibles contactos de los contagios identificados como positivos de las diferentes enfermedades. Y a nivel nacional y regional hay muchos otros casos de uso exitoso de la tecnología y los datos abiertos, de manera transparente, para el beneficio de la mitigación y la focalización de recursos, entre otros.
Ganarle la batalla a la pandemia es el objetivo, y en ese camino no caben ni los cálculos ni las elucubraciones políticas. Tampoco en el uso exitoso de la tecnología cuando se trata de salvar vidas.
Gracias a la tecnología y a la estrategia de datos abiertos, desde la llegada del coronavirus a Colombia se gestó el uso y publicación de tableros de control, con mapas e infografías, con los que ha sido posible informar a los colombianos y a los centros de investigación de lo que está sucediendo diariamente con la pandemia, en tiempo real, información que sirve a los tomadores de decisión, a investigadores y a la ciudadanía en general.
En ese ecosistema de tecnología e innovación para mitigar la pandemia, el Instituto Nacional de Salud, con el apoyo de la Agencia Nacional Digital, desarrolló CoronApp, una aplicación móvil de propiedad del instituto y que es la piedra angular del monitoreo de los riesgos en salud pública asociados al covid-19 en Colombia. Es una aplicación gratuita que no consume datos del plan de navegación de sus usuarios, está disponible en los diferentes sistemas operativos y cuenta con todos los protocolos de protección de información privada y ‘habeas data’ que la ley ordena.
Los datos obtenidos por CoronApp tienen un único uso y objetivo: ser acopiados y analizados por el Centro de Operaciones de Emergencias del lNS para actuar rápidamente en coordinación con las autoridades locales y departamentales en la gestión de la trazabilidad de posibles casos de contagio.
Los datos acopiados por CoronApp alimentan la plataforma Sivigila, que permite a las secretarías de Salud hacer trazabilidad en campo de estas alertas. Así, de manera proactiva, se pueden identificar focos epidemiológicos, zonas de contagio y trazabilidad de contactos de quienes son portadores del virus, una de las labores que, a nivel mundial, aportan este tipo de aplicaciones y que han sido parte de su éxito a la hora de ayudar a aislar y mitigar el avance de la pandemia.
La aplicación, por lo tanto, es una gran herramienta para la ciudadanía, que les brinda información actualizada y veraz sobre la emergencia sanitaria, su evolución en el país, los centros y líneas de atención y las alertas de prevención. También les permite reportar a través de su teléfono celular su estado de salud y el de su familia por medio de un autodiagnóstico.
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Al contrario de lo que sus críticos dicen, CoronApp hace uso de la información con estricto cumplimiento de las normas y protocolos de ‘habeas data’. En tal sentido, la información recolectada es tratada únicamente para vigilancia en salud pública y el despliegue de medidas en las diferentes etapas para afrontar el covid-19.
Así reza su política de tratamiento de datos, contemplando todas las medidas de protección y seguridad de la información, de acuerdo con los principios de legalidad, finalidad, libertad, veracidad o calidad, transparencia, acceso y circulación restringida, seguridad y confidencialidad establecidos en la Ley 1581 de 2012 y en las políticas del Instituto Nacional de Salud. De esta manera, CoronApp salvaguarda los derechos de los usuarios y en ningún caso se tratará la información para finalidades distintas.
Y los colombianos lo saben. No por nada CoronApp ha logrado ocho millones de descargas en dos meses, una hazaña que la convierte en una de las aplicaciones más descargadas de la historia en el país.
Y sigue evolucionando. En su nueva fase, CoronApp se integra con las estrategias tecnológicas que se adelantan en los diferentes municipios, bajo esquemas de interoperabilidad y siempre manteniendo la privacidad de los datos.
Será además fundamental en las etapas venideras de aislamiento inteligente, la fuente de información idónea para que la ciudadanía cuente con datos precisos de mapas de calor y rutas epidemiológicas, que los mantenga alerta y protegidos.
Finalmente, a los críticos del uso de tecnología para combatir el covid-19 quiero invitarlos a que tomen como referencia los casos exitosos en la lucha contra el coronavirus de otros países, y podrán observar cómo, en todos y cada uno de ellos, existen procesos de búsqueda activa de casos y trazabilidad de los mismos, siempre apoyados en tecnología, con seguridad y cuidado de la información personal de los ciudadanos.
Ganarle la batalla a la pandemia es el objetivo común, y en ese camino no caben ni los cálculos ni las elucubraciones políticas. Tampoco en el uso exitoso de la tecnología cuando se trata de salvar vidas.
VÍCTOR MUÑOZ
Consejero Presidencial para asuntos económicos y Transformación Digital.
