Carola (nombre ficticio) pasa sola la cuarentena en su vivienda en La Paz. Tiene hijos en EEUU y en Santa Cruz, pero las medidas asumidas por el Gobierno para contener los contagios de Covid-19, la sorprendieron y no se pudo trasladar con ninguno de ellos.
Cumplió recién 83 años y aunque la distancia no le pemitió la calidez de un abrazo, la tecnología le dio la posibilidad de una videollamada con su familia. La imagen de ella junto a su modesto pastel con velitas y los dos celulares con los rostros de sus seres queridos, refleja una de las miles de realidades diferentes que se viven desde que la pandemia del coronavirus golpeó al mundo.
La cuarentena es una de las medidas más estrictas para evitar la propagación de contagios, pero también sacrificada por el precio económico y social que significa. La permanencia en casa, significó cambios de rutina y nuevas formas de convivencia.
A través de las redes sociales de Los Tiempos, cientos de bolivianos en el país y fuera de él enviaron sus testimonios.
La mayoría destaca el tiempo en familia, que además enseña a ser más tolerantes y pacientes. Y también a buscar algunas formas de esparacimiento como los juegos de mesa y otras actividades recreativas.
“Unidos en casita, solo se cocina lo necasario para comer en el día, pero indigna cómo otros caminan como si nada en las calles y no lo ven tan serio al coronavirus, pero la familia es lo que importa. Tenemos actividades en casa para pasar el día”, relata Edgar.
“Es muy difícil, cuando estas acostumbrado a salir a trabajar, cuando tienes una vida activa, entre llevar a tus niños al cole, ir a pasar clases, trabajar (…) ademas hay que aprovechar este tiempo para estar con nuestra familia, ver y hacer cosas q no hacías. En mi caso estoy empezando a hacer transmisión enseñando globoflexia (arte con globos)”, comparte Yamira.
Hay quienes están aprovechando este tiempo para probar sus aptitudes culinarias. La redes sociales incrementaron las imágenes de fotos de preparaciones gastronómicas y recetas como una forma de hacer comunidad también.
“En casa, cuidando de la familia, tratando de variar las comidas diarias y aprendiendo a hornear todo tipo de panes”, comenta Emi Arteaga.
“Hacía mucho tiempo que no preparaba mis alimentos”, dice Max.
María Rojas asegura que “descubriendo nuevas habilidades que no creí que tenía”.
Pero mantener la distancia física no significa poner barreras a la distancia emociona, y en este sentido, la tecnología es una aliada.
“Por cuestiones de trabajo estoy en Santa Cruz vine de Cochabamba no puedo estar cerca de mi hija y de mis padres que son adultos mayores, mis hermanos también están aislados por trabajo, es muy triste, pero gracias a la tecnologia del celular puedo saber que hacen lo posible por abastecerse de alimentos (…) las personas que hoy tienen la suerte de estar junto a su familia que lo agradezcan y puedan salir adelante frente a esta pandemia”, dice Samuel Treviño.
Casi todos expresan su preocupación por el futuro y la incertidumbre económica de días sin poder trabajar para mantenerse, aunque al final dejan claro que no se puede perder la esperanza.
“Estamos en familia con mi esposa Eugenia, mi hijo Flavio y mis gemelos. Complicado seguir en casa pero los hacemos. El gran problema que me quita el súeño es que hacer quando se acabe la cuarentena, ¿la hipoteca, água, luz, colegio? ¿Me pagarán?, se cuestiona Fabricio, un padre de familia.
Rocío Vela, asegura que “hay preocupación a medida que pasan los días saber que no sé si podré cubrir el alquiler y la comida de la semana que viene. Tomó de sorpresa y no se puede tener un ahorro para estos días difíciles, pedir a Dios que pase pronto y salud para todos”.
El Gobierno nacional decretó estado de emergencia sanitaria con cuarentena total hasta el 15 de abril, cuando se registran casi 200 casos positivos de Covid-19 en el país.
Las autoridades evalúan si se prolongará la medida o qué otras acciones se sguirán para contener el avance de la pandemia.
