Los malos hábitos pueden ser un inconveniente en el mejor de los casos, y bastante dañinos en el peor de los escenarios. También son algo universal. La gente puede pasar demasiado tiempo y dinero tratando de cambiarlos. El hecho de que la gente esté dejando de fumar le costó 7 mil millones de dólares a la industria en 2015.
Los malos hábitos se crean porque nos recompensan en el momento, aunque sean malos para nosotros a largo plazo. Una vez que un ciclo de comportamiento se establece, se asigna a la parte del cerebro que procesa automáticamente nuestro comportamiento, haciendo que nuestros hábitos sean difíciles de cambiar. Sin embargo, sí se puede reemplazar un mal hábito con uno bueno interrumpiendo ese ciclo de comportamiento y teniendo otro comportamiento en su lugar.
Seguramente conoces tus malos hábitos (para mí, morderme las uñas), pero ¿conoces los malos hábitos de líderes como Elon Musk, Oprah Winfrey, Martha Stewart o Jeff Bezos?
Revisa los malos hábitos de estas 12 luminarias y ve si tienes algo en común con ellos.
Elon Musk
Imagen: Pascal Le Segretain | Getty Images
Todos hemos escuchado de micromanagers. Pues Elon Musk se ha descrito a sí mismo como un “nano-manager”.
“Tengo un TOC en todo lo que se relaciona con lanzamiento de productos” le dijo al Wall Street Journal. “Cuando veo un auto o un cohete o una nave espacial, sólo veo lo que está mal.”
Esta revelación no debería sorprendernos. Musk tiene fama de tener estándares muy altos y un estilo de administración con mano dura en cada aspecto de sus compañías. El Wall Street Jouran escribió que Musk tiene “una obsesión con los detalles más pequeños en la operación y diseño de sus autos en Tesla.”
¿Otro mal hábito? Un balance muy pobre entre su vida personal y su trabajo. Musk ha dicho que trabaja muchas horas (de 80 a 100 a la semana). El CEO de Tesla y SpaceX solía mantener sus niveles de energía consumiendo hasta 8 latas de Coca de Dieta, y café. Sin embargo, tuvo que dejar este mal hábito cuando empezó a perder su vista periférica como resultado de la sobre estimulación. Ahora ya no bebe ni cafeína ni refrescos de dieta.
Mark Zuckerberg
Imagen: David Paul Morris | Getty Images
Es fácil imaginar que una persona que empezó su compañía de tecnología el último año de su carrera tenga un montón de malos hábitos, incluyendo la comida chatarra y los cigarros. Sin embargo, el mal hábito que el CEO de Facebook dijo tener en un Facebook Live en 2015 tenía un componente mucho más cerebral: su tendencia a darle retroalimentación a sus empleados, algo que en ocasiones puede confundirse con críticas.
Zuckerberg admitió que tiene muchos problemas para agradecerle a su equipo cuando hacen un buen trabajo. Según la CNBC, explicó que “hay dos tipos de personas en el mundo: los que ven la belleza en las cosas y los que quieren hacer que las cosas sean mejores. ‘Yo soy de los últimos’ dijo.”
Sin embargo, este titán de la tecnología está, como todos nosotros, tratando de cambiar. Su propósito de Año Nuevo en 2014 fue escribir una nota de agradecimiento todos los días.
Donald Trump
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Como Elon Musk, el presidente de Estados Unidos Donald Trump es otra luminaria famosa por su consumo de Coca de Dieta. El Washington Post reportó que Trum bebe hasta 12 cocas de dieta al día.
Este multi millonario también es conocido por su afición a la comida rápida. Entre sus menús favoritos están las Big Mac’s de McDonald’s y el pollo de KFC. Este presidente se ha comido en una sola sentada “dos Big Macs, dos Filet-O-Fish y una malteada de chocolate” según el libro escrito por Cory Lewandowki, el antiguo gerente de campaña de Trump.
El libro revela que el presidente también tiene un lugar especial en su corazón para los dedos de Viena, las Oreos, las papas fritas y los pretzels. El amor de Trump por las Oreos también revela otro de sus hábitos: El líder de 71 años se ha auto proclamado con una fobia hacia los gérmenes, así que no come las galletas del empaque una vez que éste fue abierto. Según Newsweek, Trump ha dicho que se lava las manos frecuentemente a lo largo del día y bebe de un popote para evitar la contaminación.
Steve Jobs
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Steve Jobs era famoso por ser un micromanager, obsesionándose con todos los detalles desde el diseño del transporte de personal hasta la estética de las escaleras de vidrio en las tiendas de Apple. Sin embargo, otro de los malos hábitos de Jobs se relaciona con la comida: era sumamente curioso y altamente restrictivo.
Según la biografía escrita por Walter Isaacson, el ex CEO de Apple no sólo era vegetariano, sino que en ocasiones sólo comía un cierto tipo de comida (como zanahorias) durante semanas enteras. Aparentemente su piel tendía a ponerse naranja. También coqueteaba un poco con el frutarianismo, una dieta que consiste únicamente de frutas.
Jobs también tenía el extraño hábito de lavarse los pies en el baño de la oficina para relajarse.
Marissa Mayer
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La ex CEO de Yahoo! Se hizo una buena reputación por su estilo de liderazgo indeciso y con mucho micromanagement, además de otras transgresiones. Pero, ¿alguien podría culparla por dormirse en el trabajo? Marissa Mayer ha dicho que ella no necesita mucho tiempo de sueño, durmiendo sólo 4 horas cada noche. Y mientras trabajaba como ingeniera en Google, dijo haber pasado más de 130 horas a la semana trabajando.
Sin embargo, sus hábitos de sueño le pasaron factura en 2014. Cuenta la historia que mientras estaba en Cannes, Francia, para el festival anual de publicidad, fue invitada a una cena privada a la que asistirían directivos de empresas que eran clientes potenciales de Yahoo!. Sin embargo, Mayer llegó 2 horas tarde a la cena. Obviamente, algunos de sus clientes potenciales ya se habían ido.
Su explicación fue que llevaba 20 horas levantada, intentó tomar una siesta y no pudo levantarse. A los invitados a la cena no les sorprendió. Un invitado le dijo al Wall Street Journal que era “otra instancia en la que ella demostró no entender el valor de los clientes, de las ganancias ni de las agencias.”
¿La lección a aprender? Duerme más para funcionar mejor, pero no durante las reuniones con anunciantes o clientes potenciales.
Warren Buffet
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Es difícil decir que Warren Buffet debería cambiar sus hábitos alimenticios si ha llegado a los 87 años sin demasiados dramas de salud, excepto por el diagnóstico y tratamiento que tuvo de cáncer de próstata en 2012. Pero el CEO de Berkshire Hathaway ha dicho que “come como un niño de 6 años.”
De manera regular consume McDonald’s para el desayuno, y ordena según le va al mercado. También ha dicho que come helado de chispas de chocolate para desayunar y que le gusta hacer una colación de papas fritas.
El hombre que invirtió en acciones de Coca Cola en 1988, mismas que resultaron en grandes dividendos, consume 5 Coca-Colas al día. De hecho, se considera a sí mismo hecho de “un cuarto de Coca-Cola”, aunque no se sabe a ciencia cierta si habla de sus inversiones o de sí mismo, o de las dos.
Oprah Winfrey
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La CEO de OWN ha dicho que ella se come sus sentimientos, un hábito que transformó en negocio. En 2015 Oprah Winfrey compró 10 por ciento de las acciones de Weight Watchers International. Ella ha confesado ser adicta a los carbohidratos: papas fritas, pan, macarrones con queso y pudín de pan. (Este suena a uno de los malos hábitos más divertidos).
Sin embargo, las papas son el talón de Aquiles de la presentadora de televisión. Durante una sesión privada de preguntas y respuestas con miembros de Weight Watchers, Oprah reveló que “las papas me han controlado durante 40 años. Cualquier tipo de papa, papas al horno, puré de papa, lo que sea, ¡por Dios!”
Oprah le da crédito a los puntos del programa de Weight Watchers por ayudarla a permitirse una porción controlada de papas durante su pérdida de peso. “De hecho estaba de viaje el otro día y abrí una bolsa de papas fritas con pimienta negra… y conté 10 papas. Y me comí 10 papas y disfruté cada una de ellas. Y luego tiré la bolsa” dijo Oprah.
Bill Gates
Imagen: Chesnot | Getty Images
El cofundador y ex CEO de Microsoft admitió practicar el mal hábito de espiar a sus empleados. Específicamente revisaba la cantidad de horas que trabajaban sus empleados cuando estaba construyendo Microsoft.
“Me sabía las placas de todos,” dijo, “así que podía fijarme en el estacionamiento y ver a qué hora llegaba cada quién y a qué hora se iban.”
Gates explica que durante esos primeros días en Microsoft él “no creía realmente en las vacaciones” y tenía que ser cuidadoso a la hora de juzgar los estándares laborales de los demás. “Eventualmente me tuve que relajar, cuando la compañía llegó a un tamaño razonable.”
Barack Obama
Imagen: Stephane Cardinale | Corbis | Getty Images
El ex presidente de Estados Unidos tuvo su buena dosis de lucha contra los cigarros. En su peor momento con este mal hábito, Obama llegó a fumarse de 7 a 8 cigarros al día, y su marca preferida eran los Marlboro Rojos. Sin embargo, en 2008 le prometió a Michelle que dejaría de fumar si lo apoyaba en su campaña presidencial.
Durante una conferencia de prensa en 2009 dijo que “como ex fumador sigo luchando cortantemente contra el antojo. ¿He tenido recaídas? Sí. ¿Soy un fumador constante, diario? No.”
Sin embargo, en 2011 su esposa Michelle, una gran defensora de la salud y el ejercicio, anunció que su esposo tenía casi un año sin fumar. Y aparentemente así se ha mantenido desde entonces, con la ayuda de los chicles de nicotina. Tristemente, hay reportes de que su hija Malia, estudiante en Harvard, decidió empezar con este hábito que su papá dejó.
Jack Dorsey
Imagen: Teresa Kroeger | Getty Images
Como muchos otros CEOs ocupados, el mal hábito de Jack Dorsey es la falta de sueño. Hay reportes que indican que este director de dos compañías públicas (Twitter y Square) trabaja 18 horas diarias, dedicándole menos de 6 horas al sueño.
En 2015, el Wall Street Journal escribió sobre la vida laboral de Dorsey: “El señor Dorsey es disciplinado con sus horarios y sus hábitos… Según Twitter y Square, el lunes por la mañana Dorsey llega a Twitter para una junta de 5 horas con sus ocho directivos para revisar las operaciones y proyectos. A la 1:30 pm corre a Square para hacer lo mismo.”
Aunque su compromiso con la disciplina y la rutina son admirables, la falta de sueño puede causar problemas como dificultades a la hora de tomar decisiones, pérdida de memoria y la inhabilidad de regular emociones. Sólo 2 por ciento de la población pertenece a la “Elite de los sin sueño”, un puñado de suertudos que sólo necesitan unas cuantas horas de sueño al día para seguir siendo altamente funcionales, las estadísticas señalan que Dorsey no es uno de ellos.
Arianna Huffington
Imagen: Paul Morigi | Getty Images
La gigante de los medios ha combatido públicamente dos malos hábitos: la falta de sueño y la adicción al celular. Para cambiar esto, se ha convertido en toda una defensora de la salud derivada de dormir bien y ha sido promotora de la desintoxicación del celular. Su libro que promueve hábitos de sueño sanos (The Sleep Revolution) nació de una experiencia en 2007 en la que vivía días de 18 horas de trabajo. Un día colapsó y se rompió un hueso de la mandíbula y se cortó un ojo. Ese momento le sirvió como llamada de atención y desde entonces ha estado en una cruzada para hacer del sueño una prioridad.
En esta lucha, Huffington notó la relación entre la falta de sueño y la adicción al celular. Ella dice que, literalmente, pone su celular a dormir a las 8 de la noche en un lindo cargador que parece una cama. El cargador/cama se vende, por supuesto, en su sitio web Thrive Global. Arianna dice que poner su celular a dormir “le permite desconectarse, la obliga a enfocarse en su bienestar y la hace una persona mucho más productiva cuando se despierta.”
Huffington también creó la aplicación Thrive Focus que pone en silencio las notificaciones de tu teléfono y, si quieres, lo bloquea durante cierto periodo de tiempo.
Jeff Bezos
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El CEO de Amazon tenía el mal hábito de tener arranques de crueldad, o lo que sus empleados en Amazon llamaban “nutters” (momentos de chifladez), según escribió Brad Stone en la biografía que hizo de Bezos The Everything Store: Jeff Bezos and the Age of Amazon. Según Stone, “Jeff era capaz de exagerar y ser cruel en estos momentos, y a lo largo de los años regañó devastadoramente a sus empleados.” Frases como “¿eres flojo o sólo incompetente?” y “este documento claramente lo escribió el equipo B. ¿Alguien me puede traer el documento del equipo A? No quiero perder mi tiempo con el documento del equipo B.”
Probablemente Bezos demandaba de su gente la misma excelencia que demandaba de sí mismo, pero eso no hace que su comportamiento se justifique para las personas que recibían el regaño.
Bezos definitivamente ha cambiado, aunque no se sabe a ciencia cierta si su “chifladez” se haya ido. Hemos sido testigos de un Jeff Bezos mucho más relajado, en un modo más filántropo, que incluso estableció la fundación Bezos Family que manejan sus padres. Aunque parece que sigue buscando su nicho en la filantropía, ha donado espacio y fondos para el refugio de personas sin hogar Mary’s Place en Seattle, y recientemente donó $33 millones de dólares a un programa de becas para niños refugiados.
