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Desde que el entrenador Óscar Pérez le manifestó su intención de ponerlo a jugar de nuevo, el mediocampista William Arboleda parece un "niño chiquito".
Lo reconoce el mismo deportista, y lo ratifican sus compañeros y la gente que asiste a las prácticas del Independiente Medellín, que, previo al partido frente al Quindío, por la segunda fase de la Copa Postobón, ven a un muchacho motivado, sonriente y feliz por regresar a la competencia después de ocho meses de incapacidad médica por causa de una lesión de rodilla.
Por la mente de este futbolista de 23 años, nacido en Buenaventura, pasan muchas imágenes del pasado, entre ellas el día de su estreno profesional con el equipo rojo.
"El mejor recuerdo que tengo es de cuando debuté, en 2007, al lado de Néider Morantes, me acuerdo tanto… También estaban Danilson Córdoba y Diego Álvarez, jugamos ante el Chicó, con estadio lleno. Este jueves quiero que la gente nos acompañe y disfrute de un buen partido, porque el DIM tiene excelentes jugadores".
Antes de su infortunio, Álex, como le llaman algunos, estaba a punto de ser transferido al exterior. Hoy es su renacer, quiere recuperar el tiempo perdido para luchar no solo por su consagración, sino por su futuro económico.
¿Qué siente al volver a la alta competencia en Colombia?
"Una alegría enorme y estoy muy agradecido con el profesor Óscar Pérez que me ha dado la confianza y estuvo pendiente de mí. Ahora, a demostrar con hechos que me preparé bien, a responder a ese respaldo".
¿A qué se debe que haya adelantado el regreso?
"Al trabajo, la mentalidad y el cuidado de los kinesiólogos y los médicos. Esta es una gran oportunidad y hay que aprovecharla. Los compañeros también estuvieron atentos a mi evolución física, me motivaban todos los días en los entrenamientos. Lo mejor que me ha pasado es volver a jugar".
¿Cómo se imagina el momento del pisar la cancha y la afición roja alentando?
"Uno imagina muchas cosas, demasiadas. Son ocho meses sin jugar y hago de cuenta que es mi primer partido profesional. No puedo expresar mucho en este momento, me faltan palabras, solo que estoy contento, porque el profesor me confirmó en la nómina titular ante Deportes Quindío. Parezco un niño chiquito, como cuando uno está aprendiendo a jugar y quiere estar metido ya en la cancha, así estoy".
¿Por quién se alegra más en este momento?
"Por la familia, por mí, porque yo he sufrido la lesión. Fue muy lindo cuando le di la noticia a mi mamá, que me cuidó junto a mi hermano menor que también es futbolista y sufrió la misma suerte".
¿Hay temores a la hora de jugar, de enfrentar a los adversarios?
"Hago de cuenta que en esta rodilla (derecha) no me ha pasado nada. Hice bien la terapia, y la cirugía fue un éxito. Voy a salir como si fuera mi primer partido profesional, a demostrar que estoy para grandes cosas. Esto es de paciencia y tranquilidad, de exhibir fútbol y voy a dar lo mejor de mí para recuperar el nivel que tenía cuando me lesioné".
¿Hubo un trabajo especial con los psicólogos?
"Lalis y Johnatan siempre han estado pendientes, me han fortalecido. También les agradezco todo su apoyo".
Y como en su debut, en 2007, al lado tiene grandes jugadores…
"Para el lado que uno mire se encuentra buenos futbolistas en este DIM. Hay que sacar el talento a flote y entre todos demostrar las condiciones que tenemos para hacer una gran campaña".
El Colombiano
