Falso sacerdote recolectó cinco millones de pesos en nombre de las víctimas del terremoto de Haití
Wílmar Alexánder Díaz, de 18 años, fue capturado el lunes en Bogotá, acusado de estafa.
El joven recogía donaciones para la construcción de una supuesta iglesia en un barrio populoso de Medellín -ciudad de donde había llegado tres meses atrás y en la que permaneció durante un año estafando a nombre de una falsa fundación- y luego aprovechó la tragedia de Haití para recaudar fondos con el compromiso de luego trasladarlos a las víctimas del terremoto del pasado 12 de enero.
La forma de operar de este bachiller, soltero y desempleado, consistía en acercarse a la población creyente de la tercera edad, en un barrio del centro de Bogotá, para abusar de su fe y pedirle apoyo económico para diferentes causas.
Un abogado, de 65 años, que prefiere mantenerse en el anonimato, fue quien decidió denunciar el hecho ante el intendente Douglas Gutiérrez, del CAI San Diego, en el centro de Bogotá. En el momento de su captura, el joven aseguró pertenecer a la orden de los Agustinos, pero luego, al verse descubierto, reconoció que lo hacía porque no conseguía trabajo. El joven quedó a disposición de la Unidad de Reacción Inmediata (URI) de Paloquemao, donde un juez de garantías le dio la casa por cárcel. Sin embargo, tendrá que responder por los cargos de estafa y suplantación.
Entre las víctimas del embaucador está el sacerdote de la Iglesia de San Agustín, ubicada en la carrera sexta con calle séptima, a quien convenció de dejarlo celebrar una misa el pasado 4 de
diciembre.
Argiro Escobar, quien dirige la iglesia patrimonio artístico y religioso de la ciudad, no ha querido pronunciarse al respecto, pero una funcionaria de su despacho aseguró que ellos «no entienden de dónde se armó tanto lío».
Según la secretaria del clérigo, el abogado que ahora está haciendo la denuncia ante las autoridades fue precisamente quien llevó a Díaz hasta la iglesia y lo relacionó con el padre Argiro quien, según ella, «lo único que hizo fue dejarlo oficiar la misa».
