Redacción BL
En un ejercicio conjunto entre la Armada Nacional y la Policía Nacional de Colombia, el 16 de febrero de 2018 fue capturado alias “Nilo”, uno de los cabecillas del grupo guerrillero Ejército de Liberación Nacional (ELN), y dos insurgentes más. La operación, realizada en Bajo Calima, corregimiento del Distrito Especial de Buenaventura, al este de Colombia, dejó como resultado el decomiso de armas e insumos para el procesamiento de clorhidrato de cocaína. Es la tercera captura del 2018 de cabecillas del ELN en la región.
Largo historial delictivo
“Nilo”, exguerrillero de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), delinquía a nombre del ELN el día de su captura. “Su misión era la de recuperar el control del corredor de movilidad de alcaloides que conduce del sector de San Juan, en Chocó; hacia La Delfina, en el Valle del Cauca”, informó en un comunicado la Armada. “Para lograr su cometido, se encontraba en la zona reclutando exintegrantes de las FARC”.
Las autoridades también capturaron a Alias “Caniqui”, quien trabajaba como motorista de una embarcación desde la que cometía robos, extorsiones y otros ilícitos; y a alias “Albertico”, que hacía inteligencia delictiva en la región, al seguir los movimientos de la fuerza pública para planear atentados. “Al parecer las dos personas que lo acompañaban fueron los responsables de un atentado terrorista en la vía que conduce a Buenaventura, donde quemaron un tractocamión en un paro armado que realizó el ELN recientemente”, dijo a Diálogo el Coronel de Infantería de Marina de la Armada Nacional de Colombia Oswaldo Solano, comandante de la Brigada de Infantería de Marina N.º 2.
“Ellos [los capturados] en el área se encargaban de realizar varios [ilícitos] en contra de la población civil y en contra de las unidades de la Armada”, dijo a Diálogo el Mayor Néstor Alonso Gallardo, comandante del Batallón de Infantería de Marina N.º 21. “Ponían cuotas extorsivas a los comerciantes formales e informales; operaban en minería ilegal y con los cultivadores de hoja de coca y narcotraficantes que procesan clorhidrato de cocaína”.
Operación coordinada
“En Colombia las Fuerzas Militares no tienen facultades de policía judicial, entonces este tipo de operaciones se desarrollan de forma coordinada con la Policía Nacional”, aseguró el Cnel. Solano. “En este caso [la captura] se hizo con la Policía Judicial del Distrito Especial de Buenaventura”.
La operación inició con un equipo de 14 efectivos de la Armada, para asegurar las viviendas. Luego entraron 18 efectivos más para prestar seguridad a las nueve unidades de policía encargadas de los allanamientos. Las personas capturadas, armas e insumos para procesar clorhidrato de cocaína fueron puestos a disposición de las autoridades competentes para su judicialización.
Las tropas que llegaron al sitio desde las 3:00 a. m. tuvieron la capacidad para desplazarse sin ser observadas. Luego sorprendieron a los delincuentes a las 5:00 a. m. “Los allanamientos se hicieron en forma simultánea en las tres viviendas, ellos [los guerrilleros] estaban apenas levantándose, entonces no esperaban que nosotros llegáramos a ese sector”, relató el May. Gallardo. “Teníamos aseguradas con tropas del Batallón N.º 21 las viviendas, y las estábamos observando”.
El Bajo Calima está ubicado a 34 kilómetros de Buenaventura, el principal puerto marítimo de Colombia sobre el Pacífico. Es una zona rural de difícil acceso por carretera. “Son vías terciarias que no están pavimentadas, pero se puede ingresar con vehículo”, indicó el Cnel. Solano. “Obviamente alrededor hay bastantes accesos por esteros. Es una zona boscosa, selvática, como gran parte del Pacífico colombiano, bastante lluviosa”.
“Por el mismo fenómeno que vive Colombia, a pesar de ser una responsabilidad de la policía, nosotros desarrollamos operaciones en estrecha coordinación con la Policía Nacional. Eso le brinda confianza a la población civil”, puntualizó el Cnel. Solano. “En la parte operacional los resultados son mucho mejores, porque hay un esfuerzo que se realiza tanto por parte de la Policía como de la Armada o con el Ejército, encaminado a mejorar la parte operativa, y a que no haya una duplicidad de los esfuerzos”.
Parte importante en el éxito en este tipo de maniobras es el entrenamiento y la inteligencia. “Nosotros ya sabíamos quiénes eran las personas, qué armamento podrían tener, las actividades a las que se dedicaban”, concluyó el May. Gallardo. “El entrenamiento que reciben nuestras tropas nos lleva a realizar este tipo de operaciones respetando siempre a la población civil”.
