Redacción BL
Durante su participación en la cumbre cafetera realizada por Asoexport, en Cartagena, el ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla, se volvió a referir a las proyecciones económicas que tienen en su cartera para el país, tanto en el cierre del 2023, como a lo largo del 2024, dejando claro que lo más importante es hacerle frente a la desaceleración.
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Según el funcionario, se prevé que el Producto Interno Bruto (PIB) crecerá un 2,5% en 2024, superando en un punto porcentual las estimaciones del Marco Fiscal de Mediano Plazo. Así mismo, en lo que concierne a este año, dijo que se mantienen en el 1,8% que vienen dando desde hace algunos meses.
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“El Banco Mundial nos dice que podemos terminar en 1.5% y nosotros aspiramos a terminar en 1.8%. Creemos que en materia de crecimiento, el segundo trimestre del 2023 fue el más bajo y donde se tocó fondo y que en el tercer trimestre ya se va a reflejar un ligero crecimiento que nos permite recuperar la senda que tendremos que mantener en el 2024 y en el 2025”, dijo Bonilla.
Ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla
Cortesía – Ministerio de Hacienda
A pesar de las mejoras proyectadas, el Gobierno se mantiene cauteloso y está a la expectativa de los resultados del tercer trimestre, esperando que superen las cifras del segundo trimestre, teniendo en cuenta que la desaceleración es el rival a vencer.
“Los indicadores actuales sugieren que la inflación en 2024 se situará entre el 4% y el 5%, mostrando una tendencia a la baja. Bonilla destacó la importancia de equilibrar el control de la demanda sin caer en un escenario de escasez, señalando la necesidad de medidas precisas para mantener la estabilidad económica”, agregó el Minhacienda.
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En relación con la inflación, se proyecta que el Índice de Precios al Consumidor (IPC) cierre el año 2023 en un rango entre el 9,2% y el 9,5% y que la Junta del Banco de la República tomará decisiones sobre las tasas en diciembre.
En este contexto, el Ministro enfatizó la necesidad de reducir las tasas de interés, una medida que considera crucial para estimular el crecimiento económico y mantener la inflación bajo control.
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El déficit del Fondo de Estabilización de los Precios de los Combustibles (FEPC) fue un tema clave en la declaración de Bonilla, ya que recordó que en 2022, este déficit alcanzó los $37 billones, una cifra significativa. Para el año 2023, se espera que este déficit se reduzca a $20 billones.
“El hueco fiscal que nos dejó el Fondo de Estabilización de Precios de los Combustibles es el mayor obstáculo fiscal que tiene Colombia. Lo estamos cerrando y eso significa seguir ajustando el precio de los combustibles hasta el precio internacional. Como les había dicho en otras oportunidades, el objetivo es cerrar primero gasolina y luego comenzar a hablar de diésel. Nos quedan todavía tres alzas en gasolina”, explicó Ricardo Bonilla.
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Uno de los factores clave detrás de esta reducción será el ajuste en los precios de la gasolina y el ACPM. Aunque los combustibles fueron un punto focal de la Reforma Tributaria, el Gobierno no planea realizar un nuevo ajuste en los impuestos, optando en su lugar por modificar los precios para abordar el déficit del FEPC. Se proyecta un déficit de $4 billones para la gasolina y $16 billones para el ACPM en 2023. Una vez se cierre el análisis del diesel, se tomarán medidas adicionales según sea necesario.
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