La invasión a Ucrania, las manifestaciones en Irán, la prohibición del aborto en Estados Unidos, el ascenso de la izquierda en América Latina y la crisis política de Reino Unido son algunos sucesos que marcaron el 2022.
Pero sin duda el que más impactó al mundo fue la guerra en Ucrania, que ha significado uno de los peores conflictos en Europa, en el que se han descubierto graves crímenes de lesa humanidad por parte de las tropas del presidente de Rusia, Vladimir Putin.
El 24 de febrero, el Mandatario ruso ordenó una operación militar para invadir Ucrani, situación que ha generado una crisis inédita desde el final de la Guerra Fría.
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Ante el apoyo de los países de la OTAN, que manifestaron respaldar a Ucrania, el Kremlin amenazó con usar armas nucleares y dijo estar dispuesto a emplear “todos los medios”.
El conflicto provocó el mayor flujo de refugiados en Europa desde la Segunda Guerra Mundial y ha costado la vida de miles de soldados y civiles.
En ese sentido, Putin, que dice querer “desnazificar” al país que invade, se vio aislado diplomáticamente. La Unión Europea, Reino Unido y Estados Unidos impusieron sanciones a Moscú y entregaron armas a Ucrania, que obtuvo el estatus de candidato a la UE.
Las acusaciones contra el ejército ruso por asesinatos a civiles, torturas y violaciones se han multiplicado.
Las tropas de Putin renunciaron al inicio de la invasión a rodear la capital, Kiev, desde donde el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, se dirige a diario a los dirigentes mundiales para pedirles apoyo económico y militar.
La guerra también desató el temor a una crisis alimentaria por el bloqueo en el mar Negro impuesto por Rusia, pero en julio un acuerdo le permitió a Ucrania retomar las exportaciones.
En septiembre, Putin decretó la movilización de unos 300.000 reservistas y firmó la anexión de cuatro territorios ucranianos total o parcialmente ocupados, tras unos “referendos” denunciados por la comunidad internacional. Al mismo tiempo, el ejército ruso sumó un revés detrás de otro en el terreno.
Tras el abandono de la región de Járkov, Moscú ordenó, a inicios de noviembre, una retirada de sus fuerzas en Jersón, sur del país.
A modo de castigo, Rusia lanzó varios ataques contra la red energética ucraniana en la antesala del invierno.
Inestabilidad política en Reino Unido
Tras una sucesión de escándalos y dimisiones en su Gobierno, el primer ministro británico, Boris Johnson, presentó su dimisión en julio, por lo que Liz Truss fue nombrada para sucederlo en Downing Street, en una ceremonia con la reina Isabel II, dos días antes de la muerte de la monarca el 8 de septiembre, luego de haber reinado durante 70 años. El día 10, Carlos III fue proclamado rey.
Truss, la primera ministra más efímera de la historia del país, aguantó apenas 44 días en el cargo y dimitió tras provocar una crisis política y financiera con su programa económico.
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Por ello, Rishi Sunak llegó al poder a finales de octubre, en un período de inestabilidad sin precedentes en Reino Unido. Es el quinto jefe de Gobierno británico desde el referendo sobre el Brexit de junio de 2016.
Ahora, el exministro de Finanzas afronta desafíos gigantescos, entre ellos una inflación del 10 %, huelgas por el encarecimiento del costo de vida y un sistema público de salud en crisis.
El claroscuro de la extrema derecha
Después de cuatro años en el poder, el mandatario ultraderechista de Brasil, Jair Bolsonaro, fue derrotado por estrecho margen por el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva en las elecciones presidenciales del 30 de octubre.
Lula se posesionará el 1 de enero de 2023 y será un gran impulso para la izquierda latinoamericana, que en 2022 se anotó también la histórica victoria de Gustavo Petro en Colombia.
En Europa, en cambio, los ultraconservadores obtuvieron importantes éxitos en las elecciones legislativas, empezando por la cuarta victoria consecutiva del partido del líder nacionalista húngaro Viktor Orban en abril.
Asimismo, en Francia, la Agrupación Nacional de Marine Le Pen logró un avance histórico y se convirtió en el primer partido de oposición en la Asamblea, en la que el presidente Emmanuel Macron perdió la mayoría.
En Suecia, el partido nacionalista y antiinmigración Demócratas Suecos fue el vencedor de las elecciones legislativas, de las que salió como la segunda fuerza política del país.
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También, en Italia, Giorgia Meloni logró una victoria histórica en septiembre con su partido posfascista Fratelli d’Italia, y en octubre asumió como jefa de Gobierno.
Giro sobre el aborto en EE.UU.
En junio, la Corte Suprema de Estados Unidos devolvió a cada estado de la Unión la potestad de prohibir el aborto en su territorio, y enterró así su fallo de 1973 en el caso ‘Roe v. Wade’, que lo había establecido como un derecho constitucional.
Tras este giro, una veintena de estados prohíben totalmente o limitan seriamente el derecho al aborto. El asunto se impone entre los temas candentes de la campaña de las elecciones legislativas de noviembre.
Los resultados de los comicios no generaron la ola conservadora que esperaban los simpatizantes de Donald Trump. Los demócratas mantuvieron el control del Senado y los republicanos se hacen con una corta mayoría en la Cámara de Representantes.
Pese a todo, Trump anunció su candidatura para la elección presidencial de 2024. Sin embargo, su aspiración podría verse torpedeada por la justicia, que en noviembre designó a un fiscal especial para ocuparse de dos investigaciones en su contra.
El informe final de la comisión de esa investigación parlamentaria sobre el asalto del Capitolio el 6 de enero de 2021 concluyó afirmando que el expresidente no debería volver a ocupar un cargo público, tras incitar a sus partidarios a la “insurrección”.
Revueltas en Irán
El 16 de septiembre, Mahsa Amini, una kurda iraní de 22 años, falleció en un hospital tres días después de haber sido detenida por la Policía de la Moral por incumplir el código vestimentario que impone cubrirse el cabello en público con un velo y llevar ropa discreta.
Su muerte desató una ola de manifestaciones en todo el país, las más grandes desde la revolución de 1979.
Las jóvenes son la vanguardia de las protestas. Muchas de ellas se quitan sus velos y los queman.
Las manifestaciones por la libertad de las mujeres se transforman progresivamente en un movimiento más amplio dirigido contra el régimen islámico, y se extienden a las universidades y los colegios, pese a la represión. Las autoridades informan más de 300 muertos y una oenegé con sede en Noruega cuenta al menos 469.
A inicios de diciembre, el poder anunció la disolución de la Policía de la Moral, pero al mismo tiempo la justicia ejecutó en la horca a dos jóvenes condenados por hechos relacionados con las manifestaciones.
