Los hombres y las mujeres están programados biológicamente de forma diferente para disfrutar el sexo. Ellos tienden a precipitarse, y ellas prefieren el ritmo sosegado. Aquí van algunas sugerencias para aprovechar la energía de la pasión y para calmar las urgencias del ardor.
Cuánto más tiempo y atención se dediquen a los juegos eróticos preliminares y se viva la situación con los cinco sentidos, más intenso será el placer.
Pueden conspirar contra el disfrute compartido la falta de imaginación, naturalidad, higiene o sensibilidad, así como el exceso de inhibiciones, la torpeza y la rutina.
Para disfrutar de una sesión prolongada de sexo satisfactorio conviene estar descansado, tener bastante tiempo por delante y seguir la premisa de “disfruto dándote placer”
El placer sensual gana en cantidad y calidad cuando se nutre con los ingredientes adecuados, se lo sazona bien y se lo cuece a fuego lento. En la cama, las prisas, el nerviosismo y la improvisación suelen ser enemigas del disfrute.
El empeño por alcanzar el clímax cuanto antes y a toda costa, puede hacer que se desaproveche el goce previo. En cambio, cuanto más tiempo y atención se dediquen a los juegos eróticos preliminares y se viva la situación con los cinco sentidos, más intenso será el placer.
En materia sexual, la regla de oro es «cuanto más pausado y lento sea el precalentamiento, más intenso y explosivo será el ardor», señala la psicóloga María Hidalgo, experta en terapias de pareja.