Cinco historias trágicas de un listado de 12 mujeres que han sido víctimas de violencia.
Una minera identificada como María Nérida Holguín y quien trabajaba en la cuenca del río Dagua, en Buenaventura, murió este año como consecuencia de 12 machetazos.
En agosto, las autoridades hallaron en una bolsa el cuerpo de Estela Cortez, de 48 años, docente del río Anchicayá, luego de ser asfixiada y degollada, y la misma suerte corrió Patricia Quiñónez, de 31 años, quien había sido reportada como desaparecida.
Dos meses después, Ángela Arboleda, de 30 años y quien trabajaba en una carnicería, fue encontrada asfixiada en su propia habitación, y una niña de 4 años murió por un disparo desde la calle, cuando estaba en casa de su abuela.
Son cinco historias trágicas de un listado de 12 mujeres que han sido víctimas de la violencia en Buenaventura y a quienes recordaron el jueves las integrantes de la Red contra las Violencias hacia la Mujeres, en un plantón al frente de la sede de la Fiscalía en este municipio, de unos 400.000 habitantes.
“No queremos más impunidad; queremos que la Fiscalía esclarezca estos crímenes”, dijo Martha Liliana Rivas, una de las promotoras de la jornada, que recibió el espaldarazo de la Oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (Wola).
A través de un comunicado, la ONG pidió al Estado “una respuesta coherente frente a estos crímenes atroces” y añadió que “las autoridades locales y nacionales deben tomar medidas para investigar los crímenes cometidos y garantizar la seguridad y el bienestar de las mujeres de Buenaventura”.
La Fiscalía indicó que las investigaciones se están adelantando, mientras que la Policía del puerto señaló que se trabaja para dar con los autores de estos crímenes, algunos de estos pasionales.
En el primer semestre del 2013, las autoridades reportaron una tasa de 41 asesinatos, tanto de hombres como de mujeres, por cada 100.000 habitantes, una de las más altas del país.
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