Home coronavirus ¿Qué debe esperar Colombia de Biden?, por Sergio Guzmán

¿Qué debe esperar Colombia de Biden?, por Sergio Guzmán

por Redacción BL
¿Qué debe esperar Colombia de Biden?, por Sergio Guzmán

La suerte está echada y lo más probable es que, a pesar de que Joe Biden tiene una importante ventaja en las encuestas electorales, no sepamos con seguridad al final del día quién es el nuevo presidente de Estados Unidos. La pandemia del coronavirus ha significado que un número récord de estadounidenses tenga que votar por correo y de forma anticipada, lo cual hará más demorada la tabulación de votos (teniendo en cuenta que en ese país no existe el conteo rápido que aplica a las elecciones en Colombia). 

Esto no es anormal ni sospechoso, simplemente un recordatorio de que el 2020 ha sido un año de enormes retos que han afectado desproporcionadamente al confuso y deteriorado sistema electoral de algunos estados de EE. UU.

Sin duda, de verse atrás en el conteo de votos, podemos esperar que el presidente Donald Trump, o se declare ganador antes de haber contado todos los votos, o sugiera que se ha fraguado un monumental fraude en su contra. Se espera, además, que sus fervientes seguidores busquen provocar algún tipo de acción o incidente que pueda desembocar en episodios de violencia.  

Ninguna de estas cosas nos debe distraer del punto central. Es muy probable que el 20 de enero de 2021, el poder presidencial de los Estados Unidos pase de Trump a Biden y con ello se avecinen cambios importantes en la relación de Colombia con ese país.

Lea también: Top cinco de las apps que más datos personales de sus usuarios recolectan

Igual que con Trump, la agenda bilateral bajo Biden girará en torno a tres ejes programáticos: la lucha contra el narcotráfico, la agenda comercial y el establecimiento de la democracia en Venezuela. Además, existe un marcado interés del demócrata por impulsar iniciativas que contrarresten el cambio climático, la implementación del acuerdo de paz colombiano y la lucha contra la corrupción. Estos temas, seguramente definirán, en menor medida, la relación entre ambas naciones. 

En cuanto a la lucha contra el narcotráfico, se espera que Biden continúe apoyando los esfuerzos de Colombia contra las organizaciones criminales que lideran el tráfico de narcóticos desde sus terrotorios, pasando por Centroamérica con rumbo a EE. UU. Puede ser, no obstante, que el foco no sea solamente disminuir el número de hectáreas de coca sembradas en Colombia, sino erradicar la influencia que ha tenido el narcotráfico en altas esferas de la política.

Guiado por la preocupante noticia de que el exministro de Defensa de México bajo el presidente Enrique Peña Neto, el general Salvador Cienfuegos, fue capturado por presuntamente haber colaborado con los carteles mexicanos, es probable que una administración de Biden busque también enfocarse en erradicar la influencia corruptora del narcotráfico de la administración pública en Latinoamérica. Este viraje podría significar más atención a la colaboración jurídica entre la Fiscalía de Colombia y el Departamento de Justicia de los EE. UU., que recientemente fue objeto de un artículo de portada de la Revista Semana. 

Le puede interesar: ¿Realmente es la hora del proteccionismo para Colombia?

El tema comercial es quizá el menos controversial, ya que EE. UU. continúa beneficiándose del superávit comercial que tiene con Colombia luego de haber firmado el TLC con nuestro país. Es probable que, durante una administración Biden, el foco sea que nuestro país se convierta en un destino de inversión para empresas estadounidenses que estén buscando diversificar sus cadenas de producción fuera de Asia, para evitar riesgos de sobredependencia de manufacturas chinas.


Este esfuerzo de impulsar el nearshoring ha sido también una prioridad para el presidente Duque, quien busca que Colombia compita contra México y Brasil por atender una creciente demanda de países con TLC y mano de obra económica que puedan remplazar a China. Atado de este punto, Biden buscará contrarrestar la influencia económica de China en la región, incentivando que las empresas de Estados Unidos participen activamente en negocios de todo tipo en Colombia. Su éxito dependerá de la velocidad de la recuperación económica y de las percepciones de riesgos país que tengan los inversores estadounidenses. 

Finalmente, sobre el tema de Venezuela, Biden plantea una estrategia multilateral para conseguir el objetivo de cambio de régimen en ese país. Esto se alinea bien con los esfuerzos adelantados por el presidente Duque y el Grupo de Lima, y podría dar un nuevo aire a los esfuerzos diplomáticos que se han visto sin oxígeno, como expliqué anteriormente. Aunque la retórica alarmista de Trump, quien amenazó con invadir Venezuela o fortalecer el pie de fuerza estadounidense en Colombia, tuvieron eco y apoyo por parte del Gobierno nacional, que no se hayan materializado les restó credibilidad a las amenazas del país norteamericano. Se espera que Biden busque restaurar esa credibilidad, pero no con fuerza bruta, sino estratégicamente. Está por verse cómo se verá aquello exactamente. 

Le recomendamos leer: Novavax expande sus instalaciones para apoyar el desarrollo global de su vacuna

Biden priorizará también los temas de cambio climático, que también han sido un eje de la política exterior del presidente Duque, y se esperará que el país avance en sus metas para luchar contra la deforestación, ratificar el acuerdo de Escazú y adelantar esfuerzos para implementar iniciativas de crecimiento verde.

Por otro lado, se espera que el Departamento de Estado preste mucha más atención a la implementación del acuerdo de paz, en particular el componente de justicia transicional, el cual ha ayudado a financiar. Del mismo modo, se espera poca tolerancia por parte de EE. UU. a presuntas violaciones de DD. HH. y a la libertad de prensa por parte de miembros del ejército de Colombia. 

Dicen que Joe Biden no tiene un carácter rencoroso, por lo cual es probable que el fallido intento de intromisión electoral por parte de algunos miembros del Centro Democrático no afecte la relación significativamente, pues Biden entiende que Colombia es un aliado estratégico para los intereses de EE. UU. en Latinoamérica, pero eso tampoco quiere decir que Duque y su gobierno puedan pretender que nada ocurrió. Será de suma importancia que la administración le dé un revolcón a su equipo diplomático y su gabinete para asegurar que la relación continúe en un camino constructivo y de interés mutuo. 

Tanto Biden como Duque tienen incentivos para que la relación bilateral sea colaborativa y avance en los temas de interés común. ¿Podrán avanzar en los temas ejes, sin que los demás entorpezcan la colaboración?   

Lea a continuación: La covid-19 dejaría secuelas en ocho sistemas del cuerpo humano

PD.: Todos los interesados en el desarrollo del puerto Tribugá deben ser conscientes de que el asesinato de Juana Perea será un punto sensible en la debida diligencia de derechos humanos, algo que es cada vez más importante para los inversores internacionales.

Fuente de la noticia

You may also like

Adblock Detected

Apóyenos desactivando la extensión AdBlocker de sus navegadores para nuestro sitio web.