Este jueves 9 de marzo se está llevando a cabo una nueva jornada de marchas en contra de la reforma de la salud del Gobierno. En esta ocasión por parte de las asociaciones de pacientes que han identificado varios puntos de discrepancia con el proyecto de ley que se discutirá en el Congreso de la República.
(Lea: Gestarsalud responde a propuestas de liberales, conservadores y la ‘U’).
Las manifestaciones iniciaron desde las horas de la mañana en las ciudades principales del país: Bogotá, Cali y Medellín. La convocatoria a la marcha la hizo Pacientes Colombia, entidad que agrupa 195 organizaciones de pacientes en el país.
«Nuestro sistema tiene muchísimos defectos pero también tiene grandes victorias», asegura uno de los manifestantes en Bogotá. Le piden a la ministra de Salud, Carolina Corcho, que los escuche y revise sus peticiones.
En la capital la movilización avanzaba, a las 10:00 a. m., por la carrera 7 con calle 36. Después, en el Parque Nacional se registró una concentración de alrededor de 100 personas.
«Sí necesitamos una reforma, pero no así«, gritaron los manifestantes en Medellín en horas de la mañana.
(Lea: Droguerías, ¿en riesgo de disolución por la reforma a la salud?).
Los puntos que preocupan a los manifestantes
Así han expuesto en un documento los puntos que más les preocupan:
1. A pesar de los problemas que tiene el sistema de salud, hoy los colombianos tienen derecho a la atención integral.
2. La reforma del Gobierno no soluciona el principal problema que hoy tienen los usuarios y pacientes: la falta de médicos especialistas.
3. Con la reforma se perderá la afiliación al sistema de salud y la posibilidad de elegir dónde ser atendidos. Se tendrá que hacer fila y trámites para inscribirse con cada miembro de la familia.
4. Hoy cuando los usuarios tienen algún problema por negación o dilación la ruta es clara y se sabe a quién entutelar. Con el proyecto del Gobierno esto no es claro.
5. Los usuarios de la salud tienen miedo de que los fondos territoriales que se crearán manejen la plata como botín político.
6. Los Centros de Atención Primaria pueden ser muy buena idea para atender medicina general, pero se oponen a que haya un único lugar para comenzar a ser atendidos. ¿Qué sucede si no hay satisfacción con el servicio brindado en el lugar asignado?
7. Tampoco se sabe cuándo estarán listos todos los Centros de Atención Primaria que se proponen ni cuánto costarán.
(Siga leyendo: Abecé de la contrareforma a la salud de tres partidos políticos).
8. ¿Cómo y con qué plata se pondrán en marcha 2.500 Centros de Atención Primaria que se proponen construir y se contratarán 20.000 equipos médicos interdisciplinarios? ¿Hay suficientes médicos y profesionales? ¿Cómo será el proceso para pedir cita? ¿Habrá que ir a sacar turno?
9. No se sabe quién garantizara que sí den las hospitalizaciones, los exámenes, los tratamientos y los medicamentos que no se pueden dar en los Centros de Atención Primaria.
10. Es probable que a quienes están en tratamientos en curso no los sigan atendiendo en las clínicas privadas en las que hoy están y los cambien a otras en las que tienen que empezar de cero su historia clínica.
11. Lo mismo pasará con la entrega de medicamentos. No los entregarán en las farmacias y dispensadores donde ya lo hacen y no se sabe si los entregarán en casa como ya lo hacen a muchas personas.
12. Hoy muchos pacientes de enfermedades como hipertensión, diabetes, cáncer y otras de alto costo están en grupos en los que no los llaman, no les hacen seguimiento, no les entregan medicamentos en casa y no les facilitan muchas cosas.
13. A los pacientes les da temor que el sistema de salud y los recursos sean manejados exclusivamente por el Estado. Con el Seguro Social la experiencia fue muy mala y hubo mucha corrupción.
14. No se sabe si el dinero alcanzará sin quién cuide los recursos y con la creación de tantas nuevas entidades públicas y regionales, que puede causar más burocracia, clientelismo, corrupción y fragmentación en el sistema.
15. También tienen mucho temor de lo que pueda pasar en la etapa de transición de la que habla la reforma. No hay plazos, ni tiempos ni claridades de qué va a pasar con los pacientes de alto costo y enfermedades huérfanas.
PORTAFOLIO
