Redacción BL
Una semana le queda al 2020, año sacudido por la pandemia global del coronavirus y el histórico desplome del PIB colombiano, en sincronía con la mayoría de las economías del mundo.
Con más de cuarenta mil fallecidos, millón y medio de casos, y más de 90 mil de estos activos, Colombia no solo sigue luchando contra la covid-19, sino que transita actualmente hacia un segundo pico de contagios en los próximos meses.
Millones de hogares en el territorio nacional, independientemente del credo que profesen, celebrarán estas fiestas decembrinas con la esperanza puesta en un 2021 como el año de la recuperación, tanto de la economía como del empleo y de la salud.
El fin del 2020 se siente como el cierre de un periodo en el que la incertidumbre económica, la pérdida de seres queridos, el miedo al contagio y el encierro colectivo impactaron con severidad a hogares, personas y empresas.
Miles de negocios quebraron, en especial pequeños y micro, miles de sueños truncados, millones de puestos de trabajo destruidos y otros tantos empujados a la informalidad constituyen la cara de una recesión que no aún no termina. Anif calcula en unos 27,9 billones de pesos la pérdida de ingresos de los hogares colombianos entre los meses de marzo y octubre.
Es cierto también que, desde que el país tocó fondo en el pasado mes de abril, la economía colombiana viene en una ruta acertada de reactivación. Los distintos indicadores, desde el crecimiento del PIB hasta la tasa de desempleo, pasando por el consumo de energía y los índices de confianza, ratifican que las actividades económicas están en una senda de crecimiento.
Los pronósticos de la economía nacional para el 2021 traducen ese optimismo de la reapertura en un aumento de entre el cuatro y el cinco por ciento del PIB. Aún si se cumplen estas estimaciones, la caída en este año, proyectada entre 6,5 y ocho por ciento del PIB, fue tan pronunciada que se requerirán otros años más para regresar a los niveles pre-pandemia.
Indudablemente, el crecimiento es el desafío económico para Colombia en 2021, inevitable ante los estragos que dejó la pandemia en este año.
Aún con la reciente recuperación en el frente laboral, en octubre la economía colombiana registraba 1,5 millones de puestos de trabajo menos que en el mismo período de 2019.
No obstante, Colombia necesita una senda de reactivación económica que no se limite a un mayor crecimiento. Si bien ampliar la torta es la mejor fórmula para crear más empleos y elevar ingresos, la principal tarea es desplegar un repunte con dosis de equidad.
El choque del coronavirus está dejando atrás a mujeres, jóvenes, informales, pobres, micronegocios, regiones, adultos mayores e incluso sectores enteros del aparato productivo.
Más de nueve meses de pandemia han enseñado las líneas de fractura por las que millones de colombianos se están quedando rezagados de la reactivación. A esto hay que añadir la inmensa tarea que significa el plan nacional de vacunación contra la covid-19. La operación social más desafiante del Estado en la historia reciente enfrenta complejos retos de equidad.
Las brechas ya identificadas como las de género, geográficas, étnicas y de conectividad, entre otras, no pueden reproducirse en el esquema de inmunización. Aunque tomará muchos años para que la economía, la pobreza y el empleo regresen a los niveles de antes del coronavirus, construir un rebote con equidad reducirá ese periodo para retornar en forma a la senda de crecimiento.
Este es el último editorial del 2020. Agradezco a los lectores haber acompañado este espacio en un año tan difícil. La edición impresa de Portafolio regresa el próximo 5 de enero. Feliz Navidad y feliz Año Nuevo.
