Una demanda a Millonarios fue uno de los partidos recientes que supo ganar Ricardo Ciciliano. El exfutbolista, quien falleció este jueves teniendo 43 años, quien residía en una casa del barrio La Magdalena, al sur de Barranquilla, sostuvo un pleito laboral con el conjunto embajador, debido a un incumplimiento del club.
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Hace unos meses, antes de la pandemia del covid-19, en un evento público le preguntaron por la lucha jurídica. Ciciliano, explicó que el fallo había salido a su favor, pero que aún estaba esperando el desembolso. Y añadió que tenía mucha expectativa con la llegada del mismo, pues pensaba invertir en su escuela de fútbol.
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El mediocampista creativo, que se destacó en 1993 con la Selección Colombia prejuvenil, siendo campeón suramericano y luego disputando el Mundial de la misma categoría, reconoció con la madurez de los años, una serie de decisiones desacertadas que tomó con el dinero. Aun así, en su presente contaba con estabilidad económica y proyección, debido a que se mantenía estudiando para consolidarse como entrenador.
“Estando retirado se dedicó con mucha disciplina a su curso de entrenador. Lo hizo con la Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino. Eso lo tenía motivado. Aparte estaba proyectado para trabajar con la Selección Atlántico sub 17 este año, justo cuando entró todo el tema de la pandemia”, comentó Juvenal Manjarrez, periodista y amigo del exvolante.
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Seis hijos (Emily, Ricardo, Manuela, Manuel, Calogero y Mássimo), producto de cuatro uniones, lamentan la partida de quien fue figura de varios clubes en Colombia, principalmente de Deportivo Pereira, Deportes Tolima, Deportivo Cali y Millonarios. Con Junior, el club de sus amores, estuvo en dos oportunidades, sin llegar a ser ídolo.
Otras fuentes allegadas al soledeño, señalaron el descontento que mantenía con el proceder de la Asociación Colombiana de Futbolistas Profesionales (Acolfutpro), de la cual fue muy crítico. Revelan que llegó a pensar en conformar otra entidad que agrupara a los jugadores.
Otras facetas
El billar era uno de los pasatiempos de Ciciliano, quien además era amante de la salsa de El Gran Combo de Puerto Rico. “Uno de los temas que mayor fascinación le causaba era ‘Trampolín’. Lo bailaba y lo cantaba”, recordó Manjarrez.
Muchos residentes del barrio Soledad 2000 y sectores cercanos, se habían acostumbrado a verlo por las mañanas en su rol de entrenador. Trabajaba con varias categorías de su escuela hasta cuando el Gobierno ordenó el confinamiento.
Había comenzado a ganar experiencias significativas en el banco, como la de ser asistente técnico de Melquicedeth Navarro en la Selección Atlántico juvenil el año anterior, alcanzando el subcampeonato nacional de la categoría y la medalla de oro en Juegos Nacionales.
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Comenzando el mes de septiembre fue internado en la Clínica La Asunción, donde se le diagnosticó neumonía. En aquel momento su familia anunció que se le realizaron las pruebas para detectar si padecía covid-19, las cuales dieron resultados negativos.
En el transcurso del jueves 17 de septiembre, se supo del fallecimiento de Ciciliano. La lucha sostenida durante semanas en UCI, resultó más compleja de lo que muchos imaginaron. Fue despedido este viernes por familiares, amigos y espontáneos hinchas en el cementerio Jardines de la Eternidad, sede norte.
Wilhelm Garavito Maldonado
Redactor ADN
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