La inminente llegada del fenómeno de El Niño ha prendido las alertas del sector eléctrico colombiano ante el impacto que podría tener este evento climático en el sistema.
Las preocupaciones se concentran en que, con el inicio de El Niño, la posibilidad de que aumenten los precios de la energía en el país se hace más evidente, ante un eventual desabastecimiento por sequías y mayor demanda de la oferta térmica.
Para dimensionar mejor cuál es el impacto que podría tener esta variación climática, hay que entender cómo funciona la generación de electricidad en Colombia.
(Vea: Una turbina de Hidroituango no se ha logrado estabilizar: qué ocurre).
¿De dónde viene la energía eléctrica?
Es común pensar que para que se emplee electricidad en los hogares, supermercados, hospitales, empresas y en general en el sector comercial e industrial del país solo basta con encender un interruptor.
Sin embargo, el proceso involucra a muchos otros actores.
En Colombia, la energía eléctrica se genera a partir de diferentes fuentes, siendo la hidráulica la que tiene mayor peso al producir, en promedio, el 80 % de la electricidad. Es decir, que gran porcentaje de la luz que consumimos es generada con agua.
(Vea: Inflación de mayo: sectores que empujaron al alza la cifra de 12,36 %).
A esta fuente de generación le siguen los combustibles fósiles como el gas y el carbón, los cuales al pasar por un proceso termoquímico o termoeléctrico son convertidos en energía eléctrica. Esta técnica también es conocida como energía térmica.
Ambos son métodos de generación vitales, ya que si los embalses llegan a bajar, las termoeléctricas son las encargadas de ponerse en marcha para asegurar el suministro eléctrico del país y así procurar la prestación eficiente de este servicio.
Si nos remitimos a los datos, de acuerdo con información del operador XM, con corte a septiembre de 2022, se registró que la fuente de energía con mayor contribución fue la hidráulica con un 81,6 %. Las demás se distribuyen así: combustibles fósiles (16,8 %), biomasa (1,0 %), solar (0,5 %) y eólica (0,1 %).
Electricidad.
Cómo llega la luz a su destino
El proceso para transportar energía se divide en dos etapas: la transmisión y la distribución.
En la primera etapa, la energía eléctrica es transportada desde las centrales de generación hasta los centros de consumo. Esto se realiza a través de cables sostenidos por torres altas que permiten llevar este servicio a largas distancias por todo el país.
El paso siguiente es distribuir la energía desde los grandes centros de consumo hasta el punto de entrada a las instalaciones del consumidor final.
Es en este punto donde se introduce otro concepto: la comercialización de energía.
(Vea: El plan para que Ecopetrol entre a la generación eléctrica).
La compra y venta de electricidad
La comercialización es el proceso por el cual se compran grandes cantidades de energía a los productores para venderla a los usuarios o a otras empresas del sector.
En otras palabras, si los distribuidores son los responsables de la red a la que se conecta el servicio con los usuarios, los comercializadores son los encargados de comprar este recurso en el mercado mayorista, trasladar sus costos a los clientes, suministrar el servicio y llevar a cabo la facturación.
En Colombia existen dos tipos de mercado de energía: el regulado, en el que participan principalmente los usuarios residenciales, comerciales e industriales de menores consumos, y el no regulado, dirigido a aquellas empresas u organizaciones con altos consumos de electricidad y que pueden ser partícipes de este de manera voluntaria.
(Vea: El plan para que Colombia, Ecuador y Perú conecten mercados eléctricos).
Cabe recordar que esta actividad, así como la de generación, interconexión, transmisión y distribución, se define por las Leyes 142 y 143 de 1994, con las que se rige el sector eléctrico colombiano y en las que se establece el régimen de prestación de servicios públicos.
Así mismo, la entidad encargada de realizar la regulación es la Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg)
Precios de la luz
iStock
¿Y por qué preocupa un alza en los precios?
Para entender los posibles impactos que El Niño podría tener en las tarifas de la luz, uno de los factores clave a tener en cuenta es el grado de exposición de los comercializadores a los precios de bolsa.
Según cifras de la Superintendencia de Servicios Públicos, al menos nueve empresas, que tienen 35,5% de las conexiones, compran actualmente más del 30% de su electricidad en este mercado.
(Vea: Previo a fenómeno de El Niño, embalses alcanzan para 50 días).
Estos precios definen qué tanto se va a ver impactada la factura por cuenta de los precios en el mercado de contado, es decir, de la bolsa de energía, cuando la hidrología está baja.
Lo anterior podría llevar a un mayor incremento de las tarifas en ocho zonas del país (Huila, Bogotá, Popayán, Caquetá, Chocó, Cali, Nariño y Arauca ), mismas en las que operan las compañías con un mayor nivel de compras en bolsa.
PORTAFOLIO
