Tras realizar un sobrevuelo, Ingeominas decidió bajarla a nivel II ante una eventual erupción del Galeras.
Diego Gómez, director del Observatorio Vulcanológico de Pasto adscrito al Ingeominas, indicó que al verificar los parámetros del volcán se determinó cambiar el nivel de alerta en la zona de amenaza alta.
La alerta naranja significa la probabilidad de erupción en término de días o semanas.
En el sobrevuelo realizado en un helicóptero de la Fuerza Aérea se pudo comprobar que no hay emisión de gases y que la sismicidad es relativamente bajar.
Sin embargo, dijo Gómez, se mantiene la vigilancia en el macizo volcánico y la orden de evacuación a los 7.000 pobladores en riesgo en los municipios de La Florida, Nariño y Pasto.
Entre tanto, la ciudad se alista para el Carnavalito en el preámbulo del Carnaval de Negros y Blancos. Las autoridades han pedidio a la comunidad mantener la calma y estar atenta a las medidas que defina el Comité Regional de Atención y Prevención de Desastres (Crepad) tras la erupción de la noche anterior.
A las 8 de la mañana fue reabierto el paso a todo tipo de vehículos por la vía circunvalar, que comunica a Pasto con los municipios de La Florida, Nariño, Sandoná y Consacá.
Amenecieron en albergues
En la vereda El rosal de Pasto, a unos cuatro kilómetros del cono volcánico, las 50 familias que viven de la agricultura y servicios varios a turistas que llegan a la región, amanecieron en el albergue acondicionado por los organismos de socorro.
Allí, Elizabeth Vallejo, una de las habitantes relató como toda la noche fue de incertidumbre, pese a que muchos aseguran estar acostumbrados a las erupciones del volcán.
«Vimos como una llamarada salía de la boca del volcán y se alzaba una gigantesca columna de humo. Fueron segundos, pero supimos que era momento de salir a los albergues», dijo la vendedora de jugos.
En efecto, contó Wilson Tabla, otro habitante de El Rosal, todos salieron con calma dotados con linternas, ropa y agua para iniciar el recorrido de unos 20 minutos hasta llegar al albergue.
En total 900 personas de diferentes sectores de la zona rural de Pasto se trasladaron a ese albergue. Al menos un centenar de uniformados custodian el lugar.
Entre tanto, hay preocupación por los incendios forestales que causó la emisión de bloques y cenizas a altas temperatura, y se mantienen especialmente en el sector suroccidental del volcán.
Continúa alerta
La primera erupción de año según el Ingeominas se registró el pasado sábado 2 de enero a las 7:43 p.m.
El evento de de carácter explosivo tuvo una duración en su registro sísmico de aproximadamente 30 minutos, con la fase más energética en los primeros 10 minutos.
La erupción fue percibida por los habitantes de la zona de influencia del volcán.
Según Ingeominas, con información suministrada por el Centro de Alertas de Emisión de Cenizas de Washington, la altura de la columna eruptiva se estimó en 12 kilómetros sobre la cima.
Se ha reportado la caída de cenizas en sectores de los municipios de Sandoná, Consacá, Ancuyá, Linares, Samaniego, Santacruz-Guachavéz y La Llanada.
Aunque se observa una disminución considerable tanto en número como en energía de las señales sísmicas, debido a la presencia del material magmático en superficie y teniendo en cuenta la evolución de la actividad actual, no se descarta que se puedan presentar nuevos episodios eruptivos, señala el Ingeominas.
